/ jueves 13 de mayo de 2021

El Futuro de la historia

A 25 días de las elecciones más grandes de la historia de la democracia en nuestro país, en donde estarán en juego 15 gubernaturas, mil 63 diputaciones locales, mil 926 ayuntamientos y 500 diputados federales, destaca igualmente la trascendencia política particular que este ejercicio cívico contiene en la específica coyuntura en que vivimos, ya que si bien cualquier elección general –sea intermedia como esta, o no- produce cambios en el espectro político de la representación y en la orientación políticaindirizzo politico, le llama la doctrina italiana- de las decisiones o políticas públicas que se toman en los diferentes niveles de gobierno, en esta del 6 de junio se debatirá electoralmente también, ante la visión del ejercicio del poder público por un solo hombre y su ataque, acoso y destrucción de las instituciones del Estado mexicano, la identidad democrática que los ciudadanos queremos conferirle a nuestra República o, si se quiere, regresarle la identidad contenida en lo que dispone el artículo 40 de la Constitución, de constituirnos en una República representativa, democrática, laica y federal, con una efectiva división de poderes, donde el pueblo ejerza su soberanía precisamente por medio de los Poderes de la Unión (artículo 41). Es la lucha por seguir construyendo, por darle una continuidad a un Estado constitucional y democrático de derecho.

Trascendencia quiere decir importancia. Lo trascendente es lo que está más allá de lo perceptible y de las posibilidades de lo que es en el presente comprensible, toda vez que se intuye la importancia de un evento o suceso, pero no se saben los resultados concretos que éste tendrá cuando ocurra. Se percibe la importancia que tienen para el futuro, los hechos que al momento de verificarse, se convierten instantáneamente en pasado, en historia.

Y sí, la historia desde el poder público es una en la que priva una abierta voluntad por el desafío al Estado de Derecho, a la falta de respeto y falta de sujeción a la Constitución, a corroer la institucionalidad con la demagogia, como la mentira de López Obrador de que si gana la oposición, los programas sociales se van a cancelar, o la cínica confesión de haber perpetrado un delito electoral, al reconocer que es el autor de las denuncias en contra de los candidatos a gobernador en Nuevo León Adrián de la Garza y Samuel García –no por casualidad punteros en las encuestas, ambos superando a la candidata morenista-, a sabiendas que tales denuncias, aparte de ser interpuestas en violación al código electoral (por quien juró cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen), no podrán integrarse el caso y resolverse por la fiscalía competente, con una resolución definitiva en un tiempo récord antes de las elecciones, pero sí con la intención fraudulenta (a la ley) de pedir, concluyendo los comicios, la anulación de la elección en Nuevo León y en otros Estados donde implementan la misma estrategia. Al parecer, el caso aquí es polarizar a través del conflicto electoral permanente.

Es historia hoy, pero valiosa para el futuro, aquella en la que recientemente, el Congreso de la CDMX (dominado por Morena) no llamará a cuentas a la Directora del Metro por la negligente tragedia ocurrida, y, en el Congreso federal, Morena también bloqueó la posibilidad de crear una comisión investigadora. Luego, hace un par de días, se presentó por la diputada María de los Ángeles Huerta, del grupo parlamentario de Morena, al Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la propuesta o punto de acuerdo para que la Fiscalía General de Justicia de la CDMX solicite el desafuero del senador –de oposición- Miguel Ángel Mancera, como responsable por “negligencia criminal”, en relación al accidente dentro de la línea 12 del Metro. Y claro, la diputada de Morena solicita que el asunto sea considerado como de “urgente resolución”.

Todo esto en una historia relatada por los pocos órganos autónomos que quedan, de que en abril el precio del gas doméstico LP en México registró un incremento de 35.6% respecto al mismo mes de 2020, un incremento que fue casi seis veces el promedio del alza de precios nacional, que fue de 6.1%; que en México han muerto casi cuatro mil doctores por covid-19; que mueren más por la falta de medicamentos que la incompetencia, negligencia y corrupción de este gobierno nos ha condenado; que es histórica la baja en la inversión privada por falta de confianza; que el decrecimiento es tan pronunciado, que hay que ir a buscar en los almanaques para saber la última vez que sucedió algo parecido; que la educación la han hecho jirones, condenando a varias generaciones.

Ojalá que el futuro de la historia lo consideremos, cuando llegue, como agua de mayo ¿Qué futuro construiremos con la historia de lo que hagamos el 6 de junio?

A 25 días de las elecciones más grandes de la historia de la democracia en nuestro país, en donde estarán en juego 15 gubernaturas, mil 63 diputaciones locales, mil 926 ayuntamientos y 500 diputados federales, destaca igualmente la trascendencia política particular que este ejercicio cívico contiene en la específica coyuntura en que vivimos, ya que si bien cualquier elección general –sea intermedia como esta, o no- produce cambios en el espectro político de la representación y en la orientación políticaindirizzo politico, le llama la doctrina italiana- de las decisiones o políticas públicas que se toman en los diferentes niveles de gobierno, en esta del 6 de junio se debatirá electoralmente también, ante la visión del ejercicio del poder público por un solo hombre y su ataque, acoso y destrucción de las instituciones del Estado mexicano, la identidad democrática que los ciudadanos queremos conferirle a nuestra República o, si se quiere, regresarle la identidad contenida en lo que dispone el artículo 40 de la Constitución, de constituirnos en una República representativa, democrática, laica y federal, con una efectiva división de poderes, donde el pueblo ejerza su soberanía precisamente por medio de los Poderes de la Unión (artículo 41). Es la lucha por seguir construyendo, por darle una continuidad a un Estado constitucional y democrático de derecho.

Trascendencia quiere decir importancia. Lo trascendente es lo que está más allá de lo perceptible y de las posibilidades de lo que es en el presente comprensible, toda vez que se intuye la importancia de un evento o suceso, pero no se saben los resultados concretos que éste tendrá cuando ocurra. Se percibe la importancia que tienen para el futuro, los hechos que al momento de verificarse, se convierten instantáneamente en pasado, en historia.

Y sí, la historia desde el poder público es una en la que priva una abierta voluntad por el desafío al Estado de Derecho, a la falta de respeto y falta de sujeción a la Constitución, a corroer la institucionalidad con la demagogia, como la mentira de López Obrador de que si gana la oposición, los programas sociales se van a cancelar, o la cínica confesión de haber perpetrado un delito electoral, al reconocer que es el autor de las denuncias en contra de los candidatos a gobernador en Nuevo León Adrián de la Garza y Samuel García –no por casualidad punteros en las encuestas, ambos superando a la candidata morenista-, a sabiendas que tales denuncias, aparte de ser interpuestas en violación al código electoral (por quien juró cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen), no podrán integrarse el caso y resolverse por la fiscalía competente, con una resolución definitiva en un tiempo récord antes de las elecciones, pero sí con la intención fraudulenta (a la ley) de pedir, concluyendo los comicios, la anulación de la elección en Nuevo León y en otros Estados donde implementan la misma estrategia. Al parecer, el caso aquí es polarizar a través del conflicto electoral permanente.

Es historia hoy, pero valiosa para el futuro, aquella en la que recientemente, el Congreso de la CDMX (dominado por Morena) no llamará a cuentas a la Directora del Metro por la negligente tragedia ocurrida, y, en el Congreso federal, Morena también bloqueó la posibilidad de crear una comisión investigadora. Luego, hace un par de días, se presentó por la diputada María de los Ángeles Huerta, del grupo parlamentario de Morena, al Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la propuesta o punto de acuerdo para que la Fiscalía General de Justicia de la CDMX solicite el desafuero del senador –de oposición- Miguel Ángel Mancera, como responsable por “negligencia criminal”, en relación al accidente dentro de la línea 12 del Metro. Y claro, la diputada de Morena solicita que el asunto sea considerado como de “urgente resolución”.

Todo esto en una historia relatada por los pocos órganos autónomos que quedan, de que en abril el precio del gas doméstico LP en México registró un incremento de 35.6% respecto al mismo mes de 2020, un incremento que fue casi seis veces el promedio del alza de precios nacional, que fue de 6.1%; que en México han muerto casi cuatro mil doctores por covid-19; que mueren más por la falta de medicamentos que la incompetencia, negligencia y corrupción de este gobierno nos ha condenado; que es histórica la baja en la inversión privada por falta de confianza; que el decrecimiento es tan pronunciado, que hay que ir a buscar en los almanaques para saber la última vez que sucedió algo parecido; que la educación la han hecho jirones, condenando a varias generaciones.

Ojalá que el futuro de la historia lo consideremos, cuando llegue, como agua de mayo ¿Qué futuro construiremos con la historia de lo que hagamos el 6 de junio?