El taco dorado de camarón es un platillo único y tradicional por excelencia en el municipio de Escuinapa, el cual ha sido la fuente de ingreso de varias familias dedicadas a su preparación y venta.
Este platillo, que al igual que el tamal barbón (de camarón) y el tixtihuil forman parte de la gastronomía escuinapense, está elaborado a base de tortilla de maíz y camarón seco (es la receta original).
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Según la versión recopilada de varias personas, se inició a preparar y vender hace más de 50 años, por una familia de apellido Morales, de quienes sus descendientes aún preparan y venden dicho platillo, siendo el sustento de sus familias.
Uno de ellos es Ignacio Maldonado Morales, mejor conocido como "El moreno" o "El Nacho", quien convirtió al taco dorado en la fuente de ingreso y sustento para su familia.
Relata que fue a la edad de 20 años cuando surgió la intención de iniciar con su pequeño puesto de tacos dorados, esto luego de haber formado su propia familia.
"Tenía 20 años, ya casado y había que buscar la forma de generar ingresos, mis estudios habían llegado hasta preparatoria y al negocio de los tacos dorados era algo a lo que ya le sabía", señala.
Cerca de 35 años han transcurrido ya desde el primer día en el que "El moreno" inició con su propio negocio, con el cual ha logrado hacer crecer a sus hijos y darles el apoyo necesario para que se prepararan para la vida.
Comenta que su intención siempre ha sido que sus hijos busquen la manera de ganarse la vida de una manera distinta a la de él, pero el amor que ellos le tienen a su pequeño establecimiento los hace ser partícipes de este, cada quien aportando de una u otra manera, pero sin dejar de lado su profesión.
Reconoce que como todo trabajo, la preparación y venta del taco dorado conlleva su esfuerzo, ya que hay que levantarse desde muy temprano para freír el taco y preparar la salsa, para poder llegar a su lugar a un lado de la iglesia de San Francisco de Asís.
"Es pesado, porque es mucho tiempo que está uno en lo caliente, por la freída de los tacos, es lo más pesado", comenta.
Aunque como todo negocio, se tienen altas y bajas, “El moreno” se ha logrado mantener en el gusto de sus clientes, lo cual dice lo hace sentir orgulloso, ya que hay personas que llegaron niños a comerse un taco y ahora ya son adultos y siguen acudiendo.
Por último, externa que mientras las fuerzas le den, él seguirá elaborando y vendiendo los tacos dorados de camarón, labor a la cual le tiene amor y cariño por todo lo que le ha dejado en su vida y en la de su familia.