Mazatlán, Sin.- Kimberly de Santiago Hernández y Jesús Vidal Salazar Michel, alumnos del sexto semestre de la especialidad de Mecatrónica en el Cbtis 51, junto a su mentor Marco Antonio Flores Gamboa, representarán a Mazatlán y Sinaloa en el mundial de Proyecto Multimedia de Solacyt en Guadalajara, Jalisco.
Los estudiantes y maestros obtuvieron su pase a la fase internacional tras ganar la medalla de oro en el Concurso Iberoamericano de Proyectos Estudiantiles de Ciencia Y Tecnología, sede Regional Pacífico, celebrado en marzo de este año en la Universidad Autónoma de Occidente.
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Su proyecto, llamado "BAIROCK", es un dispositivo capaz de eliminar los cálculos renales por medio de vibraciones por motores, los cuales están integrados a una faja que contiene botones de membrana.
¿Cómo surgió BAIROCK?
Flores Gamboa contó que este proyecto surgió hace 15 años, cuando un amigo muy cercano que padecía de piedras en el riñón estaba ya desahuciado, con los órganos colapsados y los doctores le habían dado dos opciones: o se sometía a una operación o se moría. Su amigo eligió la segunda.
"Yo lo miré y dije 'tengo que hacer algo', entonces desarrollé un equipo, algo manual y afortunadamente se logró que las piedras se disminuyeran y ahorita todavía está vivo mi amigo", contó.
El prototipo es una faja común o comercial a la que se añadieron unos microcontroladores que están programados y conectados a dos motores localizados a los costados de la faja y por medio de botones se aumenta o disminuye la intensidad de la vibración.
"Básicamente son motores que tienen un peso que está fuera del centro de rotación y provoca que vibre, es como el teléfono celular, que vibra, es el mismo principio. Los motores son de batería recargables", explicó.
Es precisamente esta vibración la que provoca que las piedras choquen entre sí y al generar esa fricción los cálculos se van deshaciendo hasta pulverizarse, finalmente este residuo sale junto con la orina y así es expulsado del organismo.
El alivio para el amigo de Marco Antonio fue inmediato en cuanto al dolor y tras el uso constante en un mes pudo eliminar los cálculos renales.
Desde ese entonces el invento había quedado en el olvido y fue hasta este año que se retomó para perfeccionarlo y presentarlo en el concurso. Lo más difícil para los participantes fue, además de conseguir los implementos ya que muchos tuvieron que ser de exportación de Alemania o China, es además la primera vez que incursionan en el área de la salud.
¿Qué sigue?
Del 28 de junio al 1 de julio estarán participando en la etapa mundial de Proyecto Multimedia de SOLACYT (Sociedad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología) en Guadalajara, Jalisco.
La idea es que el producto vaya más allá de un proyecto escolar y pueda ser financiado por alguna empresa; el costo de producción es de mil pesos.
El objetivo a mediano plazo es patentarlo y posteriormente presentarlo ante las autoridades de salud, pues este producto es único en el mundo.
Asimismo quieren desarrollar una aplicación digital para que desde el celular se pueda manipular la intensidad de vibración.
