Con 22 años y seis meses cumplió, la arquera originaria de la Ciudad de México, Jennifer Amaro Espinosa, encontró en el Mazatlán Femenil su sueño de jugar en primera división, luego de participar en buen nivel en ligas universitarias de México y de Estados Unidos.
Amaro, primero se perfiló por su carrera universitaria como Licenciada en Banca e Inversiones en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), dejando a un lado su profesionalismo, por un momento, pese a traer una buena escuela, de un club referente de futbol femenil nacional, como el Club Laguna, donde salieron Ceci Santiago y Stephany Mayor, jugadoras de Tigres.
También te puede interesar: Las mujeres que han dejado en alto a Sinaloa en la actualidad del deporte
“Yo decidí primero mi carrera profesional, que la deportiva, porque allá entró como deportista y posterior a eso se muestra la oportunidad de hacer una maestría en Estados Unidos y jugar en otro país para mí también era un sueño y dije es aquí”.
“Concluyó mi tiempo en Estados Unidos y es cuando ya decido volver a México y me hubiera gustado iniciar desde antes, pero las circunstancias de ese momento, porque sabemos que el futbol es moneda al aire y el día de mañana no sabemos si voy a seguir jugando”, declaró la arquera del Mazatlán.
Amaro, debutó en una circunstancia no muy alentadora, ya que en el primer juego ante FC Juárez un 8 de enero del 2023, las Bravas le metieron siete tantos, que fue un golpe duro para ella, pero ha sabido evolucionar en estos meses como profesional.
“No fue un debut esperado, todos esperamos un debut con una victoria, pero estoy viviendo un sueño, estas ocho jornadas para mí han sido un sueño por completo”, relató.
El futbol estadounidense es más físico que el mexicano
Jennifer, en su paso por el futbol universitario estadounidense aprendió a jugar un futbol más físico, que le ha ayudado a su desarrollo como futbolista, haciendo una combinación hibrida de juego.
“El futbol físico me sorprendió, aunque yo no sea una persona muy corpulenta como son allá, me sorprendió mucho y son muy ordenados, en cuanto al manejo de juego, caso contrario al latinoamericano, es más estratégico, inteligente y rápido a base de habilidad, allá es el madrazo y te aguantas (ríe)”.
Jennifer contó con la fortuna de tener el entrenador de porteros del “Conejo” Pérez, y con su 1.62 de estatura, ella conjuntó todo eso para desarrollar los reflejos y volar para alcanzar los tres postes.
“El entrenador me decía que el Conejo no fue alto y fue mundalista, y era mucho estar enfocado en eso y nunca veo mi estatura como mi debilidad; y en Estados Unidos había jugadoras que me sacaban medio cuerpo y en los tiros de esquina era más rápida y anticipaba la salida”.
Fer Tarango y ella han hecho buena mancuerna
En esta primera temporada, Amaro a estado alternando con Fer Tarango en la titularidad del Mazatlán, y han estado trabajando fuerte, para revertir la situación que pasa el equipo, además de encontrar una buena socia en los tres palos.
“Lo decimos siempre, tanto Fer como yo, somos solas contra el mundo, entonces si le dan la oportunidad a ella, está excelente y se le apoya y es lo mismo conmigo, la situación está complicada y entendemos, nos apoyamos para salir de esto”, agregó.
Amaro ahora, buscará ayudar lo más que se pueda a las moradas, que siguen en una mala racha, para probar las mieles del triunfo.