/ lunes 22 de agosto de 2022

A la Sombra | Fuego abierto

En medio de un creciente conflicto político entre el gobernador Rubén Rocha Moya y el líder del Partido Sinaloense (PAS) Héctor Melesio Cuén Ojeda, y a pesar de un presumido “plan de austeridad” que significa que hay que ahorrar más y gastar menos, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) acaba de adjudicar un contrato de casi 50 millones de pesos a una empresa de ciberseguridad propiedad del magnate Ricardo Salinas Pliego.

Las autoridades rosalinas podrán decir que el gasto que se ejercerá se justifica, porque ya tendrán tiempo de inventar enemigos invisibles en materia de hackeo y tráfico indeseable en sus portales, o de posibles intrusos en sus bases de datos, tal vez evitar algún fisgón en los documentos que muestren cómo se da el manejo del dinero público que es de los sinaloenses y de los universitarios.

Incluso podrán alegar que todos los equipos de cómputo de la Universidad tienen que tener filtros para que los chamacos no husmeen en páginas para adultos. En fin, situaciones adversas para justificar millones y millones.

La cosa es que este contrato se vuelve blanco de análisis a la luz del pleito entre Rocha y Cuén. Recordemos que el primer desencuentro fue porque el líder del PAS se metió a Morena sin permiso en la elección del 30 de julio pasado.

Enseguida se vino un conflicto interno en el que Rocha presionó a la dirigencia nacional para anular el registro de 15 consejeros vinculados al PAS, cosa que sucedió en la antesala de la asamblea para elegir Comité Ejecutivo Estatal.

Pero luego Rocha se lanzó contra la parte más sensible del cuenismo: el uso faccioso de la UAS para movilizar al PAS. Y en el trasfondo, desde luego, el uso discrecional de recursos públicos.

El Sol de Sinaloa constató que el Comité de Adquisiciones de la UAS, que decidió el contrato en favor de Salinas Pliegos, todos excepto el contralor Jesús Manuel Lara Salazar, son militantes del PAS, desde el secretario de Finanzas, Salvador Pérez Martínez, la coordinadora de Planeación y Desarrollo, Soila Maribel Gaxiola Camacho, el director de Proyectos Especiales, Óscar Orlando Guadrón, el director de Jurídico Robespierre Lizárraga Otero y Hector Melesio Cuén Díaz, hijo del máximo líder del Partido, empresario y acaparador de cargos en la Universidad.

Por cierto, Cuén junior ni si quiera fue a las sesiones del comité, mandó a su asistente Alondra López Millán, quien es, valga la redundancia, integrante del PAS. En otras palabras, son pasistas de cepa y cuenistas de siempre, los que deciden las compras de la UAS. Y eso es lo que subyace en este conflicto político entre el gobernador y el jefe máximo del PAS y la UAS.


¿PROMOCIÓN NECESARIA?

La justificación que da el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, sobre los viajes de promoción que ha realizado, tanto en su pasada administración como en la presente, es que no se consideran un gasto para el municipio, sino una inversión, la cual es necesaria para atraer turismo al puerto.

Pero en lo que él pueda o no comprobar los resultados de sus paseos de trabajo, la realidad es que ya se ha gastado un millón 637 mil 632.31 pesos, de los cuales 268 mil 618.83 pesos corresponden a lo que va del 2022, donde el “Químico” ha realizado seis salidas nacionales y dos al extranjero.

Esta cantidad representa el 85.68 por ciento de lo gastado en este mismo concepto durante todo el 2021, lo que nos anticipa que el alcalde viajero seguirá con la promoción turística y agenda de trabajo fuera de la ciudad y del país.

¿Qué pasó con las vacunas contra el Covid-19 que le iban a donar de Mission, Texas? Para hacer la gestión viajó en dos ocasiones a Estados Unidos en el 2021, en agosto y septiembre. Nunca llegaron.

¿Conoceremos algún día la cantidad de turistas que ha logrado atraer a Mazatlán luego de su trabajo de “promoción”, para saber si la inversión valió la pena? Seguramente no, porque los números que se presentan son generales y muestran la derrama total que se genera en los periodos vacacionales en la ciudad. Lo que sí sabemos es que más del 90 por ciento de los turistas que arriban a Mazatlán en verano y Semana Santa, los dos periodos que concentran a más visitantes, son nacionales. Y la gran mayoría llega de los estados de Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas y Guanajuato, gracias a la carretera Mazatlán-Durango.

Si bien es cierto que cualquier promoción de Mazatlán siempre es buena, porque el puerto vive del turismo, esta debe de hacerse con un plan bien diseñado, en el que se incluyan metas y resultados y lo más importante, que estos resultados sean dados a conocer a los mazatlecos.

En medio de un creciente conflicto político entre el gobernador Rubén Rocha Moya y el líder del Partido Sinaloense (PAS) Héctor Melesio Cuén Ojeda, y a pesar de un presumido “plan de austeridad” que significa que hay que ahorrar más y gastar menos, la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) acaba de adjudicar un contrato de casi 50 millones de pesos a una empresa de ciberseguridad propiedad del magnate Ricardo Salinas Pliego.

Las autoridades rosalinas podrán decir que el gasto que se ejercerá se justifica, porque ya tendrán tiempo de inventar enemigos invisibles en materia de hackeo y tráfico indeseable en sus portales, o de posibles intrusos en sus bases de datos, tal vez evitar algún fisgón en los documentos que muestren cómo se da el manejo del dinero público que es de los sinaloenses y de los universitarios.

Incluso podrán alegar que todos los equipos de cómputo de la Universidad tienen que tener filtros para que los chamacos no husmeen en páginas para adultos. En fin, situaciones adversas para justificar millones y millones.

La cosa es que este contrato se vuelve blanco de análisis a la luz del pleito entre Rocha y Cuén. Recordemos que el primer desencuentro fue porque el líder del PAS se metió a Morena sin permiso en la elección del 30 de julio pasado.

Enseguida se vino un conflicto interno en el que Rocha presionó a la dirigencia nacional para anular el registro de 15 consejeros vinculados al PAS, cosa que sucedió en la antesala de la asamblea para elegir Comité Ejecutivo Estatal.

Pero luego Rocha se lanzó contra la parte más sensible del cuenismo: el uso faccioso de la UAS para movilizar al PAS. Y en el trasfondo, desde luego, el uso discrecional de recursos públicos.

El Sol de Sinaloa constató que el Comité de Adquisiciones de la UAS, que decidió el contrato en favor de Salinas Pliegos, todos excepto el contralor Jesús Manuel Lara Salazar, son militantes del PAS, desde el secretario de Finanzas, Salvador Pérez Martínez, la coordinadora de Planeación y Desarrollo, Soila Maribel Gaxiola Camacho, el director de Proyectos Especiales, Óscar Orlando Guadrón, el director de Jurídico Robespierre Lizárraga Otero y Hector Melesio Cuén Díaz, hijo del máximo líder del Partido, empresario y acaparador de cargos en la Universidad.

Por cierto, Cuén junior ni si quiera fue a las sesiones del comité, mandó a su asistente Alondra López Millán, quien es, valga la redundancia, integrante del PAS. En otras palabras, son pasistas de cepa y cuenistas de siempre, los que deciden las compras de la UAS. Y eso es lo que subyace en este conflicto político entre el gobernador y el jefe máximo del PAS y la UAS.


¿PROMOCIÓN NECESARIA?

La justificación que da el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, sobre los viajes de promoción que ha realizado, tanto en su pasada administración como en la presente, es que no se consideran un gasto para el municipio, sino una inversión, la cual es necesaria para atraer turismo al puerto.

Pero en lo que él pueda o no comprobar los resultados de sus paseos de trabajo, la realidad es que ya se ha gastado un millón 637 mil 632.31 pesos, de los cuales 268 mil 618.83 pesos corresponden a lo que va del 2022, donde el “Químico” ha realizado seis salidas nacionales y dos al extranjero.

Esta cantidad representa el 85.68 por ciento de lo gastado en este mismo concepto durante todo el 2021, lo que nos anticipa que el alcalde viajero seguirá con la promoción turística y agenda de trabajo fuera de la ciudad y del país.

¿Qué pasó con las vacunas contra el Covid-19 que le iban a donar de Mission, Texas? Para hacer la gestión viajó en dos ocasiones a Estados Unidos en el 2021, en agosto y septiembre. Nunca llegaron.

¿Conoceremos algún día la cantidad de turistas que ha logrado atraer a Mazatlán luego de su trabajo de “promoción”, para saber si la inversión valió la pena? Seguramente no, porque los números que se presentan son generales y muestran la derrama total que se genera en los periodos vacacionales en la ciudad. Lo que sí sabemos es que más del 90 por ciento de los turistas que arriban a Mazatlán en verano y Semana Santa, los dos periodos que concentran a más visitantes, son nacionales. Y la gran mayoría llega de los estados de Coahuila, Nuevo León, Durango, Zacatecas y Guanajuato, gracias a la carretera Mazatlán-Durango.

Si bien es cierto que cualquier promoción de Mazatlán siempre es buena, porque el puerto vive del turismo, esta debe de hacerse con un plan bien diseñado, en el que se incluyan metas y resultados y lo más importante, que estos resultados sean dados a conocer a los mazatlecos.