Por mucho, el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (Stase) es uno más grandes en Sinaloa, pero además es aquel que trabaja en su mayor parte para el actual gobierno de Morena, por lo que la derrota de María Elena Armenta de la Rocha -planilla azul marino- manda la señal de que los trabajadores quieren mantener a raya el poder del rochismo.
Habrá que recordar que Armenta de la Rocha era la candidata a dirigir el Comité Ejecutivo del Stase que era apoyada por la oficialidad, tanto que los diputados Feliciano Castro Meléndrez y Ambrosio Chávez (los principales operadores del gobernador en el Congreso) sostuvieron varias reuniones ella para establecer la línea.
No sólo eso, María Elena se esforzó en acudir a reuniones junto con su grupo stasista para quedar bien con Ambrosio Chávez, nombrado como coordinador de la campaña del Secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en Sinaloa.
Nada de eso funcionó para derrotar al cacicazgo de Gabriel Ballardo, el sindicalista detrás del trono de la actual dirigencia y el ganador Michel Benítez. Ahora pueden decir los “de la Rocha” que fueron traicionados por el gobernador, pero lo cierto es que no les alcanzó para mover la estructura del sindicato de gobierno. La ecuación es fácil.
La mayoría stasista ni quería a María Elena, ni tampoco la intromisión del gobernador. Ésa es la señal.
Hay que recordar que hace un año Rocha no logró acomodar a Carlos Rea como dirigente de la sección 27 del SNTE ni menos ganarle la partida a Daniel Amador en la 53. Lo que sí hizo fue patear a gente que lo apoyó de la disidencia y pactar con el cacique de la 53.
Por eso cuando se habla que va por la UAS, ¿a qué se referirán los detractores de Cuén? ¿Meter al bote al rector Jesús Madueña y a Héctor Melesio Cuén? ¿O sencillamente azuzar con una mala estrategia política-judicial para hacer crecer a los enanos en este circo llamado Sinaloa?
Eso se verá al tiempo.
LA ÚLTIMA
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso, cuando no anda con ganas de defenestrar a un alcalde o enderezar denuncia contra los enemigos del Estado, también le da por tener trazas de declamador o, por qué no, ahora de locutor.
Este lunes se estrenó como el promotor de un programa de radio dedicado a alabar sus logros en el Poder Legislativo. De “radio pasillo” del Congreso nos mandan decir que ya es un hecho real el programa “Radio Chanito, siempre poniendo la verdad en el centro”.