/ sábado 12 de octubre de 2019

Plácida, la guerrera incansable de Mazatlán a la que nada la detiene

A sus 66 años, trabaja en el Ministerio Público, participa en triatlones, realiza yoga, y por si fuera poco, cursa un diplomado en juicios orales y participa en la organización de eventos culturales

Mazatlán Sin.- Plácida Villegas Leyva nació lejos del mar, lo más conocido que experimentó en cuanto a natación, era atravesar los canales que estaban cercanos a las parcelas, pues ella creció en el campo, en una comunidad llamada Higuera de Zaragoza, en Ahome, hoy, a sus 66 años de edad, no sólo domina esta disciplina, también realiza atletismo y un sin fin de actividades que van de lo académico a lo deportivo.



Pero llegar a donde está ahora no fue tarea fácil, al ser hija de un padre que era ejidatario y con 12 hermanos más, el volverse profesionista era un sueño casi imposible, más cuando a los 13 años su preparación se vio frustrada, teniendo sólo concluida la secundaria; no había dinero suficiente para mantener a todos estudiando, y además, era mujer.

No había para enviarnos a todos a la escuela, además de que a mí me dijeron: la escuela no es para mujeres, porque las mujeres deben prepararse para cuestiones de la edad. De esa manera salí de mi pueblo, cuando terminé la primaria, fue la primera vez que salí de Higuera de Zaragoza, en el municipio de Ahome. Yo no conocía la ciudad

Plácida Villegas Leyva

Tenía 14 cuando se subió a una lancha y atravesó el río para dejar atrás la vida que había conocido durante su infancia, fue así como llegó a Los Mochis y ahí empezó a tomar cursos de cultura de belleza, costura, juguetería y hasta repostería, cuando se casó, sus ganas de seguir preparándose no se detuvieron; tomó una capacitación de secretariado y concluyó la secundaria en el Sistema de Educación para Adultos.

La preparatoria no la pude hacer en el Sistema de Educación para Adultos, se me hizo más difícil, dejé pasar un tiempo, y cuando mi hija, la más pequeña entró al kínder, entré a la preparatoria, entre al Cobaes número 2, allá en Los Mochis, soy egresada del Cobaes. Entré a los 28 años, fue un reto, entré al matutino para aprovechar que mis hijos estaban en la escuela. Yo era la más grande, muchos creían que era la maestra, pero me miraban con el uniforme y se extrañaban

Plácida Villegas Leyva


Recordó con cariño sus días de estudiante de bachillerato, pues todo lo que no vivió en su juventud, pudo hacerlo junto a sus compañeros del salón; realizaron numerosos viajes escolares, actividades extracurriculares, talleres, en fin, se divirtió y aprendió junto a ellos, incluso fue jefa de grupo.

Viajando se aprende, yo no había salido de mi pueblo hasta que terminé la primaria. Agradezco a los padres de familia que confiaron en mí, porque nos fuimos dos veces a la Ciudad de México, Chihuahua, La Paz. En cada ciclo teníamos eventos, en aquel evento estaba el programa de turismo juvenil. Después de la prepa no he dejado de estudiar

Plácida Villegas Leyva

Después concluyó sus estudios profesionales y se volvió una de la Agentes del Ministerio Público, profesión que la llevó a cambiar de residencia al puerto de Mazatlán en el 2006, volviéndose una de las agentes de más edad, adscrita a esta dependencia; fue entonces cuando conoció el mar y descubrió su pasión por el deporte.

Llegué motivada por un grupo de atletas ciegos, de Los Mochis. Cuando me asignaron a Mazatlán, afortunadamente mis hijos ya eran profesionistas y habían emigrado de Los Mochis a la Ciudad de México, entonces no fue tan difícil venirme, entre comillas, porque llegar a un lugar que no conoces es traumático al principio

Plácida Villegas Leyva

Fue entonces que a los meses le tocó ver el Maratón Pacífico, y participó dentro de la categoría de los 5 kilómetros, y emocionada al recibir su primer medalla, quiso una segunda vez y se animó, sin preparación previa y mucho menos conocimiento, a terminar los 21 kilómetros en el segundo día del magno evento deportivo; nunca olvidará el dolor al día siguiente.

En ese entonces yo tenía 53 años, cuando miré a alguien que parecía de edad muy avanzada, iba a un lado mío y me motivó a continuar. Yo no tenía la preparación física, ni el condicionamiento mental, pero me motivó el mirar a muchas personas participando, y pude observar en las playeras una leyenda que decía: El dolor se quita y el orgullo prevalece. Yo no sabía lo que era un dolor de esos, nunca lo había hecho, terminé en tercer lugar, de atrás para adelante

Plácida Villegas Leyva


A partir de ese momento no se detuvo, la práctica constante la volvió una deportista que ahora no sólo corre largas distancias, también nada, y aunque al principio le daba temor el mar, aprendió con el apoyo de quienes asisten al Club de Natación de Playa Norte a recorrer largas distancias, ganando así medallas dentro de su categoría.

La yoga ya la practicaba y aquí se volvió pionera dando clases a otras mujeres de manera gratuita; para ella el realizar deporte es una manera de encontrarse a sí misma, sin fijarse metas en otros, sino en sí misma y obteniendo a cambio satisfacción individual.


Te puede interesar: Sueños por cumplir: Leo y su paseo por Mazatlán lejos del hospital


Hoy en día Plácida realiza su doctorado, un diplomado en juicios orales y es Agente del Ministerio Público del Fuero Común, está adscrita al Juzgado Mixto de El Rosario, Sinaloa, además participa dentro de la organización de Barrio Corazón, difundiendo la cultura y el hábito de la lectura.

LUCHADORA

A sus 66 años, Plácida Villegas Leyva trabaja en el Ministerio Público, participa en triatlones, realiza yoga, cursa un diplomado en juicios orales y participa en la organización de eventos culturales.



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Mazatlán Sin.- Plácida Villegas Leyva nació lejos del mar, lo más conocido que experimentó en cuanto a natación, era atravesar los canales que estaban cercanos a las parcelas, pues ella creció en el campo, en una comunidad llamada Higuera de Zaragoza, en Ahome, hoy, a sus 66 años de edad, no sólo domina esta disciplina, también realiza atletismo y un sin fin de actividades que van de lo académico a lo deportivo.



Pero llegar a donde está ahora no fue tarea fácil, al ser hija de un padre que era ejidatario y con 12 hermanos más, el volverse profesionista era un sueño casi imposible, más cuando a los 13 años su preparación se vio frustrada, teniendo sólo concluida la secundaria; no había dinero suficiente para mantener a todos estudiando, y además, era mujer.

No había para enviarnos a todos a la escuela, además de que a mí me dijeron: la escuela no es para mujeres, porque las mujeres deben prepararse para cuestiones de la edad. De esa manera salí de mi pueblo, cuando terminé la primaria, fue la primera vez que salí de Higuera de Zaragoza, en el municipio de Ahome. Yo no conocía la ciudad

Plácida Villegas Leyva

Tenía 14 cuando se subió a una lancha y atravesó el río para dejar atrás la vida que había conocido durante su infancia, fue así como llegó a Los Mochis y ahí empezó a tomar cursos de cultura de belleza, costura, juguetería y hasta repostería, cuando se casó, sus ganas de seguir preparándose no se detuvieron; tomó una capacitación de secretariado y concluyó la secundaria en el Sistema de Educación para Adultos.

La preparatoria no la pude hacer en el Sistema de Educación para Adultos, se me hizo más difícil, dejé pasar un tiempo, y cuando mi hija, la más pequeña entró al kínder, entré a la preparatoria, entre al Cobaes número 2, allá en Los Mochis, soy egresada del Cobaes. Entré a los 28 años, fue un reto, entré al matutino para aprovechar que mis hijos estaban en la escuela. Yo era la más grande, muchos creían que era la maestra, pero me miraban con el uniforme y se extrañaban

Plácida Villegas Leyva


Recordó con cariño sus días de estudiante de bachillerato, pues todo lo que no vivió en su juventud, pudo hacerlo junto a sus compañeros del salón; realizaron numerosos viajes escolares, actividades extracurriculares, talleres, en fin, se divirtió y aprendió junto a ellos, incluso fue jefa de grupo.

Viajando se aprende, yo no había salido de mi pueblo hasta que terminé la primaria. Agradezco a los padres de familia que confiaron en mí, porque nos fuimos dos veces a la Ciudad de México, Chihuahua, La Paz. En cada ciclo teníamos eventos, en aquel evento estaba el programa de turismo juvenil. Después de la prepa no he dejado de estudiar

Plácida Villegas Leyva

Después concluyó sus estudios profesionales y se volvió una de la Agentes del Ministerio Público, profesión que la llevó a cambiar de residencia al puerto de Mazatlán en el 2006, volviéndose una de las agentes de más edad, adscrita a esta dependencia; fue entonces cuando conoció el mar y descubrió su pasión por el deporte.

Llegué motivada por un grupo de atletas ciegos, de Los Mochis. Cuando me asignaron a Mazatlán, afortunadamente mis hijos ya eran profesionistas y habían emigrado de Los Mochis a la Ciudad de México, entonces no fue tan difícil venirme, entre comillas, porque llegar a un lugar que no conoces es traumático al principio

Plácida Villegas Leyva

Fue entonces que a los meses le tocó ver el Maratón Pacífico, y participó dentro de la categoría de los 5 kilómetros, y emocionada al recibir su primer medalla, quiso una segunda vez y se animó, sin preparación previa y mucho menos conocimiento, a terminar los 21 kilómetros en el segundo día del magno evento deportivo; nunca olvidará el dolor al día siguiente.

En ese entonces yo tenía 53 años, cuando miré a alguien que parecía de edad muy avanzada, iba a un lado mío y me motivó a continuar. Yo no tenía la preparación física, ni el condicionamiento mental, pero me motivó el mirar a muchas personas participando, y pude observar en las playeras una leyenda que decía: El dolor se quita y el orgullo prevalece. Yo no sabía lo que era un dolor de esos, nunca lo había hecho, terminé en tercer lugar, de atrás para adelante

Plácida Villegas Leyva


A partir de ese momento no se detuvo, la práctica constante la volvió una deportista que ahora no sólo corre largas distancias, también nada, y aunque al principio le daba temor el mar, aprendió con el apoyo de quienes asisten al Club de Natación de Playa Norte a recorrer largas distancias, ganando así medallas dentro de su categoría.

La yoga ya la practicaba y aquí se volvió pionera dando clases a otras mujeres de manera gratuita; para ella el realizar deporte es una manera de encontrarse a sí misma, sin fijarse metas en otros, sino en sí misma y obteniendo a cambio satisfacción individual.


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Hoy en día Plácida realiza su doctorado, un diplomado en juicios orales y es Agente del Ministerio Público del Fuero Común, está adscrita al Juzgado Mixto de El Rosario, Sinaloa, además participa dentro de la organización de Barrio Corazón, difundiendo la cultura y el hábito de la lectura.

LUCHADORA

A sus 66 años, Plácida Villegas Leyva trabaja en el Ministerio Público, participa en triatlones, realiza yoga, cursa un diplomado en juicios orales y participa en la organización de eventos culturales.



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