/ sábado 14 de marzo de 2020

Leyendas del sur: El paso de la ‘carreta de la muerte’

Pobladores del municipio tienen la creencia de que cuando se escucha por la calle, es porque alguien perderá la vida

Escuinapa, Sin. - Las leyendas e historias urbanas, son relatos que se han formado con el paso de los años, y las pláticas que los abuelos y bisabuelos cuentan, viven para siempre en la memoria de la gente.

En el municipio de Escuinapa se cuentan muchas historias de sucesos que se hicieron leyendas al pasar de boca en boca, la mayoría son de supuestos espantos o hechos paranormales.

Una de estas historias es la del paso de la carreta de la muerte. Se dice que se escucha o se escuchaba por las viejas calles del municipio, y cuando eso pasaba era porque cerca de ese lugar fallecería alguien.

Roberto Rodríguez, quien a lo largo de su vida se ha dedicado a recopilar una gran cantidad de historias de este municipio, recuerda la leyenda de la carreta de la muerte.

Esta historia le fue contada por un viejo amigo de nombre Juan, a quien por cariño le llamaban “Juanito”, el cual vivía en una de las colonias populares de Escuinapa y en su niñez le tocó escuchar y mirar el paso de la carreta de la muerte.

Según él, Juanito, junto con otros primos de la misma edad, acostumbraban acudir a jugar a la lotería a la casa de una tía. Muchos días se quedaban hasta altas horas de la madrugada a jugar y divertirse un rato.

Cuando regresaba a casa, su abuelo le decía que jugar por la noche a este juego era “cosa del diablo”, y que no era bueno, pero Juanito lo tomaba como una broma.

Después de varias jornadas de lotería, Juanito regresó a su casa ya pasada de la medianoche y su abuelo le repitió lo mismo, que no era bueno jugar hasta tarde. Al estar en su casa e intentar dormir, no podía conciliar el sueño, la frase de su abuelo no se le olvidaba.

Después de un rato de permanecer despierto, escuchó ladrar a los perros y cacaraquear a las gallinas, que en esa época había en casi todas las casas, entre el escándalo de los animales alcanzó a escuchar el trote de caballos y el rodar unas llantas de madera, de pronto los perros y las gallinas dejaron de escucharse y la carreta detuvo su marcha.

Serían por ahí de las 3:00 de la mañana cuando se volvió a escuchar el trote de los caballos y las ruedas de la carreta, los perros y gallinas se volvieron a alborotar. Con el miedo invadiendo su cuerpo, Juanito optó por asomarse por la ventana, al mirar hacia la calle alcanzó a mirar una carreta, la cual era conducida por un hombre vestido de negro, a quien no se le observaba el rostro porque lo llevaba cubierto.

Luego de observar esto, Juanito regresó a su cama, aunque no pudo dormir. Sólo deseaba que amaneciera para salir a contarle a su abuelo lo que le había tocado presenciar. En cuanto el cielo aclaró, saltó de la cama y salió a la calle.

Ahí vio que una vecina lloraba sentada en la banqueta, a algunas cuantas casas de la suya, Juanito se acercó a ella, quien le dijo que su esposo había fallecido de un infarto en la madrugada, como a eso de las 3:00 de la mañana. El miedo regresó a su cuerpo y corrió a buscar a su abuelo.

Luego de llegar con su abuelo, este ya lo esperaba y antes de contarle todo lo ocurrido, él le dijo: “era la carreta de la muerte que vino a llevarse el alma del vecino”.

Esta es una de tantas historias de la carreta de la muerte que se cuentan en este municipio, y que forman parte de las leyendas escuinapenses. Son relatos que se han transmitido de forma oral en las familias,sin tener certeza de que hayan formado parte de la realidad. Sólo quienes han escuchado el paso de la carreta de la muerte, saben lo que significa.





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Escuinapa, Sin. - Las leyendas e historias urbanas, son relatos que se han formado con el paso de los años, y las pláticas que los abuelos y bisabuelos cuentan, viven para siempre en la memoria de la gente.

En el municipio de Escuinapa se cuentan muchas historias de sucesos que se hicieron leyendas al pasar de boca en boca, la mayoría son de supuestos espantos o hechos paranormales.

Una de estas historias es la del paso de la carreta de la muerte. Se dice que se escucha o se escuchaba por las viejas calles del municipio, y cuando eso pasaba era porque cerca de ese lugar fallecería alguien.

Roberto Rodríguez, quien a lo largo de su vida se ha dedicado a recopilar una gran cantidad de historias de este municipio, recuerda la leyenda de la carreta de la muerte.

Esta historia le fue contada por un viejo amigo de nombre Juan, a quien por cariño le llamaban “Juanito”, el cual vivía en una de las colonias populares de Escuinapa y en su niñez le tocó escuchar y mirar el paso de la carreta de la muerte.

Según él, Juanito, junto con otros primos de la misma edad, acostumbraban acudir a jugar a la lotería a la casa de una tía. Muchos días se quedaban hasta altas horas de la madrugada a jugar y divertirse un rato.

Cuando regresaba a casa, su abuelo le decía que jugar por la noche a este juego era “cosa del diablo”, y que no era bueno, pero Juanito lo tomaba como una broma.

Después de varias jornadas de lotería, Juanito regresó a su casa ya pasada de la medianoche y su abuelo le repitió lo mismo, que no era bueno jugar hasta tarde. Al estar en su casa e intentar dormir, no podía conciliar el sueño, la frase de su abuelo no se le olvidaba.

Después de un rato de permanecer despierto, escuchó ladrar a los perros y cacaraquear a las gallinas, que en esa época había en casi todas las casas, entre el escándalo de los animales alcanzó a escuchar el trote de caballos y el rodar unas llantas de madera, de pronto los perros y las gallinas dejaron de escucharse y la carreta detuvo su marcha.

Serían por ahí de las 3:00 de la mañana cuando se volvió a escuchar el trote de los caballos y las ruedas de la carreta, los perros y gallinas se volvieron a alborotar. Con el miedo invadiendo su cuerpo, Juanito optó por asomarse por la ventana, al mirar hacia la calle alcanzó a mirar una carreta, la cual era conducida por un hombre vestido de negro, a quien no se le observaba el rostro porque lo llevaba cubierto.

Luego de observar esto, Juanito regresó a su cama, aunque no pudo dormir. Sólo deseaba que amaneciera para salir a contarle a su abuelo lo que le había tocado presenciar. En cuanto el cielo aclaró, saltó de la cama y salió a la calle.

Ahí vio que una vecina lloraba sentada en la banqueta, a algunas cuantas casas de la suya, Juanito se acercó a ella, quien le dijo que su esposo había fallecido de un infarto en la madrugada, como a eso de las 3:00 de la mañana. El miedo regresó a su cuerpo y corrió a buscar a su abuelo.

Luego de llegar con su abuelo, este ya lo esperaba y antes de contarle todo lo ocurrido, él le dijo: “era la carreta de la muerte que vino a llevarse el alma del vecino”.

Esta es una de tantas historias de la carreta de la muerte que se cuentan en este municipio, y que forman parte de las leyendas escuinapenses. Son relatos que se han transmitido de forma oral en las familias,sin tener certeza de que hayan formado parte de la realidad. Sólo quienes han escuchado el paso de la carreta de la muerte, saben lo que significa.





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