Rosario, Sin.- Con un aspecto de cansancio por sus varias décadas de vida, en la orilla del pueblo de Santa María, a algunos cuantos pasos del cauce del río Baluarte, se encuentra un viejo árbol de tamarindo que es fiel testigo de la historia de este pueblo que en los próximos meses quedará sumergido bajo las aguas de la presa del mismo nombre.
José Ramón Valdez López, quien por varios años ha sido el profesor de la primaria del poblado de Santa María, cuenta la historia de este árbol, del cual no se tiene una fecha exacta de cuando fue plantado en este sitio.
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Según los datos que ha logrado obtener sobre este viejo árbol, comenta que este tamarindo es "hermano" de varios árboles de esta clase que fueron plantados en varias comunidades de Rosario, los cuales surgieron de un vivero que se encontraba en Chametla.
"Hace muchos años he escuchado historias de este árbol, ese tamarindo se dice que llegó hasta ahí en los brazos de un misionero español, fue quien optó por sembraron en la orilla del pueblo de Santa María de Gracia cerca del río para que nunca le faltara el agua".
Aunque no se tiene una fecha exacta de cuánto tiempo de vida tiene este ya viejo árbol, se cree que pudiera tener ya cerca de 200 años, por el aspecto que este ya tiene.
Señala que además del tiempo de vida que este árbol pudiera tener, lo que resalta, es la historia que se tiene en torno al viejo y frondoso tamarindo, quien además de dar su fruta que es disfrutada por los pobladores de Santa María, ha sido un testigo sordo y mudo de este poblado.
Una de las historias que se cuentan de este viejo árbol, es que en sus brazos muchas personas perdieron la vida colgados, siendo este uno de los sucesos que lo enmarcan.
"Se cuenta que el árbol sirvió como un árbol de la horca, en la época de la pillaquiada, cuando se le quitó el poder a la iglesia católica, la comunidad de Santa María fue parte importante en ese movimiento y ahí en el tamarindo colgaron a varias gentes de sus ramas, son cosas que cuentan los pocos viejos que quedan en el poblado".
HISTORIA
La sombra de ese árbol, también ha servido para reuniones importantes en toma de decisiones del poblado, ya que ahí se hacían los actos políticos y fue ahí donde se dieron las primeras reuniones para tomar la decisión de la creación de una presa para almacenar el agua del río Baluarte.
También se dice que en este árbol se han apreciado fantasmas, " Se habla de fantasmas que caminan por todo el pueblo y por último van y terminan su recorrido en el maltratado tallo del viejo tamarindo, tal como si fuera la puerta hacia el inframundo".
Además de que también en este árbol se daban citas todas las parejas de jóvenes novios quienes se dice no contaban con la venía de sus papás en ese entonces y ahí se miraban a "escondidas".
Al concluir, el profesor externa que al igual que las casas y la iglesia de Santa María, el viejo tamarindo tendrá su destino final, sumergido en la profundidad de las aguas de la presa Santa María.
