Historias del Sur: Cuando la piel se curtía en Escuinapa

Fue hace tres décadas cuando dejaron de funcionar en Escuinapa los espacios donde se llevaba a cabo esta actividad artesanal

Jesús López | El Sol de Mazatlán

  · sábado 9 de octubre de 2021

Las Pilas es el único recuerdo de esta actividad. Foto: Jesús López | El Sol de Mazatlán

Escuinapa, Sin.- El curtido de cueros fue durante muchos años un trabajo que sirvió como sustento de algunas familias del municipio de Escuinapa, actividad la cual terminó por quedar en el olvido, pero que está grabada en la memoria de la historia de este municipio del sur del estado.

El finado Jorge Alberto Macías Gutiérrez, en su libro denominado “Monografía de Escuinapa”, el cual fue impreso en el año 2009, relata un poco de lo que fue esta actividad, la cual dejó de llevarse a cabo hace aproximadamente 30 años.

La primera persona quien inició con el trabajo de pieles, según se lee en el texto de Macías Gutiérrez, fue el señor Pantaleón Contreras, quien tenía su tenería (taller donde se trabajan y curten las pieles) en Las Pilas, en el margen derecho del arroyo Juana Gómez.

Entre los primeros pileros empleados en las tenerías se menciona a los señores Apolinar Contreras “El popo”, Victor Plascencia “El Guaca”, Carmelo Flores, quien se dice trabajó en esta actividad durante alrededor de 50 años, Olegario Sarmiento, Beto Toledo, Andrés Toledo, Jorge Grave “El Molacho”.

Se destaca que el trabajo se llevaba a cabo de manera artesanal, ya que los materiales que se utilizaban prácticamente eran naturales, el uso de químicos era mínimo, o muchas veces no existía.

El curtido de pieles se hacía con cáscara de tepemezquite, cascalote, guamúchil, cal, sal de cuajo harina de trigo, jabón lirio y aceite de tiburón; esto para el surtido de suela y baqueta. El proceso para poder alcanzar curtir una piel, tardaba hasta poco más de un mes”.

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Una de las tenerías estaba ubicada junto al arroyo Juana Gómez. Foto: Jesús López | El Sol de Mazatlán

Había otras tenerías en el municipio, una estuvo en la huerta de Los Baños, propiedad de Mateo Tejeda; Benito Grave, papá de “Los Caimanes” y “El Molaco” tenía ubicada su tenería en La Loma de los disparos; “El Copi” Hernández, tenía su tenería en el camino a la presa.

La mayoría de los cueros o pieles que se curtían, los cuales eran de puerco los cuales se sacrificaban en el rastro, eran enviados a Guadalajara para la fábrica de diversos productos, principalmente huaraches y cintos.

Después de muchos años de mantener vigente, fue a finales de la década de los 80 y principios de los 90 cuando la demanda de las pieles inició a descender, por lo que esta actividad dejó de ser costeable, por lo que las tenerías fueron cerrando sus puertas poco a poco y actualmente solamente quedan “Las Pilas” en la que curtían las pieles, como recuerdo de esta actividad en Escuinapa.



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