Mazatlán, Sin.- Los considera como sus “bebés”, ella los compró, pero su objetivo es darlos en adopción y con ello concientizar a las personas sobre el cuidado del medio ambiente y el saqueo de especies cactáceas que se tiene en el país.
Claudia Peraza es una joven mazatleca de 29 años, amante de la naturaleza. Su preocupación se concentra en todo lo que tenga que ver con cactus, pues desde niña se ha sentido atraída por la belleza de esas plantas que hay en la región, entre las que sobresalen las espinosas.
Su amor por ese tipo de vegetación hizo que se interesara por conocer más de ellas, desde cuántos tipos de plantas hay en el país, y cuál es su función en el medio ambiente.
Su pasión por todo lo que tenga que ver con el reino vegetal, hizo que sus estudios se enfocaran a la Biología, profesión que en la actualidad ejerce en Mazatlán.
La enseñanza brindada por la universidad no fue suficiente para esta joven, quien tuvo que retroalimentarse con los conocimientos obtenidos a través de un postgrado.
Los estudios con los que cuenta han hecho que conozca más de la importancia que tienen las cactáceas para el medio ambiente, ya que algunas de ellas pueden vivir con la raíz fuera de la tierra hasta seis meses.
La sobrevivencia que presentan dichas plantas, aseguró, ha hecho que se interese en su conservación, hasta lograr que la gente las cuide al adquirir aquellas que se desarrollan en viveros.
Precisamente, mientras continúa con sus estudios, pues actualmente toma una maestría, combina la labor comercial con la venta de pequeños cactus, a los que llama sus bebés.
A través de un contacto de la ciudad de Morelia, Michoacán, es como la joven logró relacionarse con un vivero, que se encarga de reproducir cientos de plantas cactáceas.
Ellos los venden, se encargan de reproducirlos y pues nosotros se los compramos para luego venderlos entre la población de Mazatlán, que gusta de este tipo de plantitas.
Claudia Peraza
Aclaró que el establecimiento comercial se encuentra certificado ante las autoridades de medio ambiente, por lo que cuenta con una UMA, que es una Unidad de Manejo Ambiental, además de contar con los permisos correspondientes de la Semarnat.
ADOPTA UN CACTUS
Desde hace dos años, alrededor de 763 kilómetros han tenido que recorrer sus “retoños” para estar a su cuidado momentáneo, desde la ciudad morelense hasta el puerto mazatleco.
Son al menos 20 las especies con las que actualmente cuenta la comerciante, las cuales no pasan de los cinco centímetros de altura, que plantadas en macetitas ofrece al público en general.
Los cactus que tengo los pueden encontrar cada sábado en el mercado orgánico que se encuentra a un costado del Cemaz, frente a lo que anteriormente era el Bosque de la Ciudad. El costo de los cactus es accesible para toda la gente, ya que cuento con plantitas ‘mini’ que valen 20 pesos, los medianos a 50 y los más grandes 150 pesos.
Claudia Peraza
Hermosas especies
En México, señaló, hay más de 600 especies de cactáceas, entre nopales, los famosos “chilitos”, las tiznadas y las famosas pitayas, cuyos colores llaman la atención de la gente.
En Sinaloa hay un promedio de 37 especies, la cuales la mayoría pueden ser encontradas en todo el país, al igual que en los viveros certificados donde se encargan de reproducirlas. Por el clima cálido que hay en la región, es factible que ese tipo de planta crezca, ya que soportan las altas temperaturas, que van desde los 35 hasta los 40 grados.
Claudia Peraza
Normalmente, un pequeño cactus puede ser regado con una mínima cantidad de agua cada semana, que corresponde a lo que puede contener una corcholata de refresco.
En peligro de extinción
Pese a la gran cantidad de vegetación de cactáceas que hay en todo el mundo, mínimamente un 50% de ese tipo de plantas está en peligro de extinción.
La desaparición de algunas especies se debe a que la misma gente se dedica a saquearlas de su hábitat, para llevárselas como decoración en sus hogares.
Claudia Peraza
Precisamente, indicó, su negocio, así como los viveros que hay en todo México, son una opción para que las personas se dejen de sustraer dichas plantas de las áreas naturales.
Si quieren un cactus en su casa para decorar, tienen que comprarlo de viveros certificados, pues sólo así se puede contrarrestar al saqueo que presentan las cactáceas.
Claudia Peraza
Una buena compañía
La bióloga reconoció que los cactus de viveros son una opción de una buena compañía en el hogar, ya que es mínimo el mantenimiento que se le puede dar en su desarrollo.
Las pequeñas plantas no ocupan mucho espacio en la casa, ya que por año mínimamente crece un centímetro, por lo que pueden adornar cualquier rincón de la vivienda. Para tener un buen desarrollo, debe ser colocada en un área donde halla abundante resolana y no les pegue directamente los rayos del sol, pues se tratan de plantas bebés.
Claudia Peraza
En temporadas frías, indicó, la gente las tiene que regar cada 15 días, mientras que durante el periodo de verano puede ponerle una pequeña cantidad de agua hasta una semana.
Las personas que llegan al mercado orgánico en busca de una de esas plantas preguntan por “la chica de los cactus”. Ya todos la conocen, y aunque le duele desprenderse de cada uno de sus “hijos” cuando los da en “adopción”, sabe que quien se los compra cuidará de ellos con la misma pasión y esmero que ella lo hace.
DATOS
20 especies de cactus tiene Claudia en “adopción”.
20 pesos es el costo de los más chicos
50 pesos cuestan los cactus medianos
150 pesos es el valor de las cactáceas grandes.
600 especies de cactáceas hay en México, entre nopales, “chilitos”, tiznadas y pitayas.
37 especies se dan en Sinaloa.
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