/ jueves 28 de diciembre de 2023

Microscopio Social | Fin de año y expectativas 2024

El 2023 ha sido un año de muchos acontecimientos relevantes. En lo político por primera ocasión las candidaturas presidenciales de las dos coaliciones en disputa se definieron antes de las precampañas, mediante un neologismo jurídico que el Tribunal Electoral denominó “procesos políticos” internos, y en lo económico los augurios de una recesión como resaca de la política de altas tasas de interés, simplemente no se dio, se conjuró y la economía mundial en general tuvo un comportamiento positivo.

Este 2024 será un año eminentemente electoral donde estarán en juego un total de 20,375 cargos de elección popular. En el plano federal un total de 629 cargos: 500 diputados federales, 128 senadores y la Presidencia de la República. En el escenario local 19,746 cargos públicos: nueve gubernaturas; 1,098 diputaciones locales; 1,803 presidencias municipales; 431 “cargos auxiliares”; 14,429 regidurías y 1,976 sindicaturas en los ayuntamientos.

En el caso de Sinaloa, exceptuando la gubernatura, se renovarán todas las autoridades públicas de elección popular, que suman en total 245 espacios de poder: cuarenta diputados locales, 24 electos por el sistema de mayoría relativa y 16 por el principio de representación proporcional; veinte presidencias municipales, igual número de síndicos procuradores y 165 regidores (90 de mayoría relativa y 75 de representación proporcional).

En el plano económico, como lo han advertido diversos analistas económicos, este 2023 que termina debe entenderse como un año de transición post Covid y de suave aterrizaje económico, donde las altas tasas de inflación del 2021 y 2022 parecen por fin disminuir con solidez y consistencia. Aunque no se ha llegado a la tasa objetivo de la FED de Estados Unidos que es un 2% de inflación anual, ni al 3% (+-1) que es la inflación ideal para el caso del Banco de México, todo indica que cerraremos el año con un 4.5 de inflación para México y 3% para Estados Unidos. Recordemos que son dos economías muy vinculadas y dependientes.

En lo que respecta al indicador líder de la economía, el productor interno bruto (PIB), de acuerdo a la última Encuesta Citibanamex de Expectativas (19/Dic/2023), el consenso sigue proyectando un crecimiento del PIB de 3.4% en 2023, y para 2024 “la mediana de los pronósticos de crecimiento del PIB aumentó ligeramente a 2.3% desde 2.2% hace dos semanas, con un rango de estimaciones que va desde 1.5% hasta 3.6%.”

Hay que decir que en esta expectativa de crecimiento del PIB para el próximo año, está incluida como variable explicativa la expansión del gasto público del gobierno sin precedente, una erogación total de 9.07 billones de pesos, dos de ellos de déficit fiscal financiado con deuda pública, alejándose por completo de la supuesta política de austeridad republicana del gobierno de la 4T.

Este déficit, explícitamente el gobierno ha reconocido en voz del subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio, que tiene como objetivo concluir las mega obras del presidente Andrés Manuel López Obrador. Tendrán un impacto positivo en la economía sin duda al inyectar cuantiosos recursos hoy, pero esa deuda será una carga a las finanzas públicas el día de mañana a partir del 2025. Parece que no hemos aprendido nada del pasado y de la clásica definición de populismo entendida como “pan para hoy y hambre para mañana”.

Otra fantasía económica que se ha estado publicando en días recientes, sobre todo en los medios oficialistas, es que como por arte de magia pasamos a ser la doceava economía del mundo, al tener un PIB de 1.8 millones de dólares, sólo detrás de Brasil (2.13) en Latinoamérica.

Esta es una especie de ilusión óptica en materia financiera. Ojalá fuera real y los mexicanos fuéramos hoy más ricos que ayer. Pero la cifra del PIB sólo se debe a un ajuste numérico consecuencia de la apreciación del tipo de cambio que hoy está a 17 pesos por dólar. Pero esto se ha dado a pesar del gobierno y gracias a la oportuna política de tasas del Banco de México (ejemplar órgano constitucional autónomo, de esos que la 4T quiere destruir) que se anticipó operativamente al resto del mundo; también se debe a las imparables remesas (logro de los migrantes y fracaso del gobierno) y en algo al fenómeno del nearshoring.

Todo lo anterior ha repercutido en un tipo de cambio que pasó de 25 (mar/2020) a 17 pesos por dólar al día de hoy. Y dado que el Fondo Monetario Internacional mide el PIB en dólares, ha sido inevitable la mejora matemática. A lo que debemos aspirar los mexicanos es que esas variables macroeconómicas se reflejen en la capacidad adquisitiva diaria de los trabajadores, en la mesa familiar, la bolsa del mandado y los salarios reales, cuyo mínimo por cierto no debería ser inferior a 300 pesos diarios (9 mil al mes), pues es la línea básica de “pobreza salarial” que todo trabajador formal debe superar (equivale al costo de dos canastas básicas, 4,500 pesos de acuerdo al Coneval).

Este 2024 debemos unir esfuerzos para enderezar el rumbo del país, un país rico en capacidades, expectativas y oportunidades, reiteradamente lanzadas por la borda por el gobierno en turno. No nos merecemos ni el gobierno malo de ayer y menos el peor de ahora. Luchemos juntos por una realidad mejor y un presente del que todos nos sintamos orgullosos.


Un abrazo afectuoso y mis mejores deseos para este 2024. Feliz año a todos.

27/Dic/2023.



El 2023 ha sido un año de muchos acontecimientos relevantes. En lo político por primera ocasión las candidaturas presidenciales de las dos coaliciones en disputa se definieron antes de las precampañas, mediante un neologismo jurídico que el Tribunal Electoral denominó “procesos políticos” internos, y en lo económico los augurios de una recesión como resaca de la política de altas tasas de interés, simplemente no se dio, se conjuró y la economía mundial en general tuvo un comportamiento positivo.

Este 2024 será un año eminentemente electoral donde estarán en juego un total de 20,375 cargos de elección popular. En el plano federal un total de 629 cargos: 500 diputados federales, 128 senadores y la Presidencia de la República. En el escenario local 19,746 cargos públicos: nueve gubernaturas; 1,098 diputaciones locales; 1,803 presidencias municipales; 431 “cargos auxiliares”; 14,429 regidurías y 1,976 sindicaturas en los ayuntamientos.

En el caso de Sinaloa, exceptuando la gubernatura, se renovarán todas las autoridades públicas de elección popular, que suman en total 245 espacios de poder: cuarenta diputados locales, 24 electos por el sistema de mayoría relativa y 16 por el principio de representación proporcional; veinte presidencias municipales, igual número de síndicos procuradores y 165 regidores (90 de mayoría relativa y 75 de representación proporcional).

En el plano económico, como lo han advertido diversos analistas económicos, este 2023 que termina debe entenderse como un año de transición post Covid y de suave aterrizaje económico, donde las altas tasas de inflación del 2021 y 2022 parecen por fin disminuir con solidez y consistencia. Aunque no se ha llegado a la tasa objetivo de la FED de Estados Unidos que es un 2% de inflación anual, ni al 3% (+-1) que es la inflación ideal para el caso del Banco de México, todo indica que cerraremos el año con un 4.5 de inflación para México y 3% para Estados Unidos. Recordemos que son dos economías muy vinculadas y dependientes.

En lo que respecta al indicador líder de la economía, el productor interno bruto (PIB), de acuerdo a la última Encuesta Citibanamex de Expectativas (19/Dic/2023), el consenso sigue proyectando un crecimiento del PIB de 3.4% en 2023, y para 2024 “la mediana de los pronósticos de crecimiento del PIB aumentó ligeramente a 2.3% desde 2.2% hace dos semanas, con un rango de estimaciones que va desde 1.5% hasta 3.6%.”

Hay que decir que en esta expectativa de crecimiento del PIB para el próximo año, está incluida como variable explicativa la expansión del gasto público del gobierno sin precedente, una erogación total de 9.07 billones de pesos, dos de ellos de déficit fiscal financiado con deuda pública, alejándose por completo de la supuesta política de austeridad republicana del gobierno de la 4T.

Este déficit, explícitamente el gobierno ha reconocido en voz del subsecretario de Hacienda Gabriel Yorio, que tiene como objetivo concluir las mega obras del presidente Andrés Manuel López Obrador. Tendrán un impacto positivo en la economía sin duda al inyectar cuantiosos recursos hoy, pero esa deuda será una carga a las finanzas públicas el día de mañana a partir del 2025. Parece que no hemos aprendido nada del pasado y de la clásica definición de populismo entendida como “pan para hoy y hambre para mañana”.

Otra fantasía económica que se ha estado publicando en días recientes, sobre todo en los medios oficialistas, es que como por arte de magia pasamos a ser la doceava economía del mundo, al tener un PIB de 1.8 millones de dólares, sólo detrás de Brasil (2.13) en Latinoamérica.

Esta es una especie de ilusión óptica en materia financiera. Ojalá fuera real y los mexicanos fuéramos hoy más ricos que ayer. Pero la cifra del PIB sólo se debe a un ajuste numérico consecuencia de la apreciación del tipo de cambio que hoy está a 17 pesos por dólar. Pero esto se ha dado a pesar del gobierno y gracias a la oportuna política de tasas del Banco de México (ejemplar órgano constitucional autónomo, de esos que la 4T quiere destruir) que se anticipó operativamente al resto del mundo; también se debe a las imparables remesas (logro de los migrantes y fracaso del gobierno) y en algo al fenómeno del nearshoring.

Todo lo anterior ha repercutido en un tipo de cambio que pasó de 25 (mar/2020) a 17 pesos por dólar al día de hoy. Y dado que el Fondo Monetario Internacional mide el PIB en dólares, ha sido inevitable la mejora matemática. A lo que debemos aspirar los mexicanos es que esas variables macroeconómicas se reflejen en la capacidad adquisitiva diaria de los trabajadores, en la mesa familiar, la bolsa del mandado y los salarios reales, cuyo mínimo por cierto no debería ser inferior a 300 pesos diarios (9 mil al mes), pues es la línea básica de “pobreza salarial” que todo trabajador formal debe superar (equivale al costo de dos canastas básicas, 4,500 pesos de acuerdo al Coneval).

Este 2024 debemos unir esfuerzos para enderezar el rumbo del país, un país rico en capacidades, expectativas y oportunidades, reiteradamente lanzadas por la borda por el gobierno en turno. No nos merecemos ni el gobierno malo de ayer y menos el peor de ahora. Luchemos juntos por una realidad mejor y un presente del que todos nos sintamos orgullosos.


Un abrazo afectuoso y mis mejores deseos para este 2024. Feliz año a todos.

27/Dic/2023.