/ lunes 18 de septiembre de 2023

Desde el parlamento | El último paquete…

Ha sido recibido por las dos cámaras del Congreso de la Unión el Paquete Económico 2024, que será el último del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero, ¿qué es y cómo se integra el Paquete Económico?

Es el conjunto de proyectos de política económica y hacendaria que constituyen los ingresos y egresos para el funcionamiento del sector público del país, que se generan y ejercen durante un año fiscal, en este caso el de 2024. Se integra por cuatro instrumentos: 1) Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE); 2) La iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF); 3) El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF); y 4) La Ley Federal de Derechos (LFD).

Vale decir que generalmente hay un quinto instrumento de política económica que es la Miscelánea Fiscal, que se compone de reformas a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR); a la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA); Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y al Código Fiscal. En este caso, para 2024 no habrá Miscelánea Fiscal.

El plazo para aprobar el PPEF es el 15 de noviembre y ello es solo facultad de la Cámara de Diputados. Antes, a más tardar el 31 de octubre, el resto de los documentos deberán ser aprobados por las dos cámaras, siendo la de diputados la cámara de origen.

En cuanto a los datos centrales del contexto macroeconómico para 2014, también llamados Criterios de Política Económica, se pronostica que nuestra economía crecerá entre 2.5 y 3.5%, dato que es más alto que la estimación del mes de abril en los Precriterios de Política Económica que era de 3.0%. Ello se debe al buen desempeño del tercer trimestre que fue de 3.6%.

Se prevé también que la inflación siga bajando hasta llegar a 3.8% al cierre del sexenio. Ello se debe a las medidas de política monetaria y fiscal que ha implementado el Gobierno federal y el fortalecimiento de nuestra moneda, además de que ya se están normalizando las cadenas de valor que fueron desarticuladas por el impacto de la crisis sanitaria del COVID-19. Por cierto, dicho fortalecimiento del peso seguirá estable, por lo que se proyecta que será de 17.1 pesos por dólar.

Se tiene calculado que el costo del barril del petróleo de la mezcla mexicana bajará a 56.7 dólares, pero la producción alcanzará los 1,983 millones de barriles diarios, gracias al cada vez mejor desempeño de nuestra empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex). Producir más depende absolutamente de nuestra política; en la definición del precio intervienen factores del mercado mundial.

En general las finanzas públicas de mantendrán en un contexto estable. La deuda pública se reducirá en 1.2% del PIB comparado con 2022, quedando en 46.5%. Sin embargo, hacia el cierre de 2014 se prevé que pueda llegar a 48.8% del PIB, lo cual será de un incremento del 5.2%, respecto a 2018, pero seguirá siendo menor a los incrementos de 7.4 y 8 puntos porcentuales durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto, respectivamente.

Habrá ingresos presupuestarios por 7.3 billones de pesos. Ello se debe a la consolidación de la responsable política recaudatoria que está combatiendo a fondo la evasión y elusión fiscal. Y, se avanza en el cobro de los impuestos a los grandes contribuyentes que no pagaban al fisco por la corrupta política de condonación de impuestos de los gobiernos neoliberales.

Los ingresos tributarios serán de un máximo histórico; se calculan en 14.4% del PIB, la cifra más alta de la que se tiene memoria y que supera en 1.7% al nivel de 2018. A pesar de que no habrá Miscelánea Fiscal, no se crearán nuevos impuestos, ni se aumentarán los que existen, habrá este crecimiento de la recaudación porque se dinamizarán el ISR y el IEPS, mismos que alcanzarán niveles de 7.9 y 2.0% del PIB, respectivamente.

En lo que se refiere al gasto en desarrollo social y bienestar, ascenderá a 12.8% del PIB, el más alto del que se tenga memoria. Será 2.7 puntos porcentuales mayor al de 2018. Destacan en ello, los recursos destinados a las grandes obras de infraestructura para estimular un mayor crecimiento económico y para combatir las brechas de desigualdad entre sectores y regiones; y, por tanto, para seguir sacando a más millones de personas de la pobreza, como se ha demostrado en lo que va de este gobierno que ha trabajado para hacer posible el gran compromiso de “primero los pobres”. Por ello se destinarán más de 727 mil millones de pesos a los Programas de Bienestar. Solo en lo que se refiere a la pensión de adultos mayores habrá un incremento del 25%.

En suma, tenemos ante nosotros la continuidad de política económica que ha fortalecido el crecimiento sostenido en un contexto de tensiones geopolíticas y amenazas de recesión en la economía mundial. Sobre todo, se ha fortalecido el consumo y el mercado interno. No olvidemos la política de aumento de salarios, que también ha contribuido al buen desempeño de la economía y las finanzas públicas.

Bien por las familias mexicanas. Bien por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que cierra con broche de oro su gobierno.

Ha sido recibido por las dos cámaras del Congreso de la Unión el Paquete Económico 2024, que será el último del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero, ¿qué es y cómo se integra el Paquete Económico?

Es el conjunto de proyectos de política económica y hacendaria que constituyen los ingresos y egresos para el funcionamiento del sector público del país, que se generan y ejercen durante un año fiscal, en este caso el de 2024. Se integra por cuatro instrumentos: 1) Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE); 2) La iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF); 3) El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF); y 4) La Ley Federal de Derechos (LFD).

Vale decir que generalmente hay un quinto instrumento de política económica que es la Miscelánea Fiscal, que se compone de reformas a la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR); a la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA); Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y al Código Fiscal. En este caso, para 2024 no habrá Miscelánea Fiscal.

El plazo para aprobar el PPEF es el 15 de noviembre y ello es solo facultad de la Cámara de Diputados. Antes, a más tardar el 31 de octubre, el resto de los documentos deberán ser aprobados por las dos cámaras, siendo la de diputados la cámara de origen.

En cuanto a los datos centrales del contexto macroeconómico para 2014, también llamados Criterios de Política Económica, se pronostica que nuestra economía crecerá entre 2.5 y 3.5%, dato que es más alto que la estimación del mes de abril en los Precriterios de Política Económica que era de 3.0%. Ello se debe al buen desempeño del tercer trimestre que fue de 3.6%.

Se prevé también que la inflación siga bajando hasta llegar a 3.8% al cierre del sexenio. Ello se debe a las medidas de política monetaria y fiscal que ha implementado el Gobierno federal y el fortalecimiento de nuestra moneda, además de que ya se están normalizando las cadenas de valor que fueron desarticuladas por el impacto de la crisis sanitaria del COVID-19. Por cierto, dicho fortalecimiento del peso seguirá estable, por lo que se proyecta que será de 17.1 pesos por dólar.

Se tiene calculado que el costo del barril del petróleo de la mezcla mexicana bajará a 56.7 dólares, pero la producción alcanzará los 1,983 millones de barriles diarios, gracias al cada vez mejor desempeño de nuestra empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex). Producir más depende absolutamente de nuestra política; en la definición del precio intervienen factores del mercado mundial.

En general las finanzas públicas de mantendrán en un contexto estable. La deuda pública se reducirá en 1.2% del PIB comparado con 2022, quedando en 46.5%. Sin embargo, hacia el cierre de 2014 se prevé que pueda llegar a 48.8% del PIB, lo cual será de un incremento del 5.2%, respecto a 2018, pero seguirá siendo menor a los incrementos de 7.4 y 8 puntos porcentuales durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto, respectivamente.

Habrá ingresos presupuestarios por 7.3 billones de pesos. Ello se debe a la consolidación de la responsable política recaudatoria que está combatiendo a fondo la evasión y elusión fiscal. Y, se avanza en el cobro de los impuestos a los grandes contribuyentes que no pagaban al fisco por la corrupta política de condonación de impuestos de los gobiernos neoliberales.

Los ingresos tributarios serán de un máximo histórico; se calculan en 14.4% del PIB, la cifra más alta de la que se tiene memoria y que supera en 1.7% al nivel de 2018. A pesar de que no habrá Miscelánea Fiscal, no se crearán nuevos impuestos, ni se aumentarán los que existen, habrá este crecimiento de la recaudación porque se dinamizarán el ISR y el IEPS, mismos que alcanzarán niveles de 7.9 y 2.0% del PIB, respectivamente.

En lo que se refiere al gasto en desarrollo social y bienestar, ascenderá a 12.8% del PIB, el más alto del que se tenga memoria. Será 2.7 puntos porcentuales mayor al de 2018. Destacan en ello, los recursos destinados a las grandes obras de infraestructura para estimular un mayor crecimiento económico y para combatir las brechas de desigualdad entre sectores y regiones; y, por tanto, para seguir sacando a más millones de personas de la pobreza, como se ha demostrado en lo que va de este gobierno que ha trabajado para hacer posible el gran compromiso de “primero los pobres”. Por ello se destinarán más de 727 mil millones de pesos a los Programas de Bienestar. Solo en lo que se refiere a la pensión de adultos mayores habrá un incremento del 25%.

En suma, tenemos ante nosotros la continuidad de política económica que ha fortalecido el crecimiento sostenido en un contexto de tensiones geopolíticas y amenazas de recesión en la economía mundial. Sobre todo, se ha fortalecido el consumo y el mercado interno. No olvidemos la política de aumento de salarios, que también ha contribuido al buen desempeño de la economía y las finanzas públicas.

Bien por las familias mexicanas. Bien por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que cierra con broche de oro su gobierno.