En pleno siglo XXI, hay parejas que aún no pueden darse un beso o tomarse de la mano en la calle sin ser señaladas. ¿Sabías que hasta el 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales?
Aunque ha habido progresos en la concienciación y legislación en varios países, las mujeres lesbianas continúan siendo víctimas de discriminación, acoso y violencia. Como resultado, enfrentan menos oportunidades laborales, dificultades para acceder a servicios esenciales y una sensación de inseguridad en su vida diaria.
“El hecho de nacer mujer en un país como México y vivirte lesbiana, es una doble discriminación que se debe erradicar”, declaró la activista por los derechos humanos de las personas de la población LGBTIQA+ en Sinaloa, Vicky Ibarra Rojas, quien manifestó que es necesario identificar y reconocer las prácticas de discriminación que viven las mujeres lesbianas.
El Día de la Visibilidad Lésbica no solo representa una oportunidad para celebrar la diversidad y el orgullo lésbico, sino también para recordar que la búsqueda de igualdad y justicia sigue siendo relevante y urgente. Funciona como un llamado a la acción para combatir la discriminación y trabajar hacia la construcción de un mundo en el que todas las personas, sin importar su orientación sexual, puedan vivir en libertad y seguridad.
La sexualidad es un aspecto central del ser humano: Es una dimensión amplia que está presente a lo largo de la vida.
La juventud que vive un ambiente de rechazo por sus grupos de apoyo, puede internalizar este rechazo y convertirlo en conductas autodestructivas. Existe amplia evidencia de que los adolescentes que se identifican como lesbianas, gays o bisexuales tienen mayor riesgo de experimentar síntomas de depresión, ideación e intentos suicidas que los adolescente heterosexuales.
La diversidad sexual y de género abarca la amplia gama de formas en que las personas pueden expresar y vivir su sexualidad, preferencias, orientaciones e identidades. Cada cuerpo, sensación y deseo merece ser reconocido y respetado, sin excepción, sin más límites que el respeto a los derechos de las otras personas.
