Mazatlán, Sin.- Una tradición en México inmemorable, que afianza el fervor religioso y que recuerda el hecho divino cuando la Virgen de Guadalupe hizo su aparición en el Cerro del Tepeyac, es vestir a los niños y niñas con la vestimenta de Juan Diego para presentarlos ante la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre.
Algunos contentos y otros llorando, posando en los sets fotográficos que se montaron a las afueras de la Catedral, todas las familias querían capturar en una imagen para el recuerdo a sus pequeños portando los trajes de manta.
Había niños y niñas de todas las edades, también uno que otro adulto, pero este año abundaron los bebés y recién nacidos.
"Cada año hemos traído a los niños, cuando mis hijos estaban pequeños también los traía y ahora toca a los nietos, es tradición en la familia", comentó don Juan.
La señora Mariana recuerda que cuando ella era niña su mamá también la vestía, ahora sigue la tradición con sus hijos.
"Vengo desde que tuve a mi primera hija hace 24 años y ahora con ellos dos. Venimos todos los años, pero el año pasado nada más no por la pandemia. Agradecemos que todo el año hemos estado protegidos y nos ha cuidado. Cuando yo era pequeña también mi mamá me vestía, es ya una tradición", recordó.
Los festejos a la "madre de todos los mexicanos" comenzaron desde el sábado 11 en la noche con un santo rosario, una misma y las mañanitas a media noche.
Este domingo desde muy temprano, los feligreses acudieron a la Catedral con sus ofrendas florales y sus imágenes de la virgen para ser bendecidas. Fue alrededor del medio día cuando mayor afluencia se registró.
A comparación del año pasado, este 2021 hubo más visitantes, pero dicen los que desde hace años han acudido, que tiempo atrás, antes de la pandemia, estaba más abarrotado.
Lee más aquí: