De ser una de las principales actividades que daba el sustento económico a los habitantes del municipio, la producción de sal de manera artesanal lucha para sostenerse con vida en Escuinapa.
Esta actividad productiva fue hasta hace unas décadas una de las cuatro principales que sostenían a cientos de familias en el sur de Sinaloa. Su impacto era tanto que se encuentra estampado en el escudo representativo de Escuinapa, en donde aparecen la pesca, la agricultura, la salinera y la actividad frutícola.
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Según la historia de Escuinapa, la producción de sal proviene desde la época prehispánica, en la cual los Totorames, etnia que habitó en la región, se sostenía de la pesca y la producción de sal, aprovechando las cientos de espejos de marismas y esteros que se tienen en la zona.
Hasta antes de los años 90, la producción de sal formaba parte del ciclo de vida de cientos de familias del municipio, ya que al concluir la temporada de capturas de camarón, la cual era en los meses de enero y febrero, los hombres y mujeres se dedican a la producción de sal de manera artesanal, lo cual se realizaba en la zona de Agua Dulce a Celaya, donde se conformaban cientos de ranchos productivos.
Eran miles de toneladas las que se producían y se almacenaban en esos años en una bodega que estaba ubicada en donde hoy se encuentra una tienda de conocida cadena comercial.
En la actualidad la producción de la sal dejó de tener ese impacto tan importante que tenía en aquellos años, ya que hoy día son solo dos o tres familias las que luchan para que esta actividad muera.
Dionicio e Ignacio, bien conocidos como "Nicho" y "Nacho" Gómez, son de los pocos hombres que aún sostienen esta actividad que se encuentra en agonía y que además siguen realizándola de forma artesanal.
Ellos aprendieron a realizar esta actividad de su ya finado padre "Chendo" Gómez, quien en las épocas de bonanza, formaba su rancho para producir la sal.
De acuerdo a lo externado por ambos productores, la temporada de producción de esta sal comprende desde el mes de febrero hasta el mes de junio, cuando inician a presentarse las primeras lluvias.
Para poder sacar la sal, principalmente se requiere del agua de marisma o estero, la cual se represa para lograr que esta se concentre por la falta de movimiento.
Esta agua represada se jala con mangueras y una bomba hasta donde están las "eras" (espacios formados con hule negro y bordes de tierra alrededor). Ahí se concentra el agua por un lapso de seis días aproximadamente, exponiéndose al sol, para que esta realice el proceso de evaporación.
Luego de mantenerse los seis días al sol, se forma la nata de sal, la cual es recogida con "jalones" de manera y se van formando los montones o cerros de sal, los cuales se dejan expuestos por unos días al sol, para posteriormente ser encostalados para su comercialización.
En la actualidad, en el rancho salinero "El Cuarrán" se producen entre 80 a 100 toneladas aproximadamente por temporada, las cuales se venden en un promedio de mil 500 pesos por tonelada.
Nicho y Nacho, con los pocos recursos que se tienen y la carencia de apoyos que hay para este sector, han logrado sostener con vida esta actividad que es representativa de Escuinapa.