Culiacán, Sin.- Adolescentes sinaloenses que no tienen hogar han encontrado una nueva oportunidad para formar parte de una familia gracias al interés que parejas extranjeras han mostrado en la adopción en el estado.
Esto a pesar de dificultades como el nulo interés que muestran algunos adolescentes en integrar un nuevo núcleo familiar y se niegan a ser adoptados.
En el periodo que comprende la administración del actual gobierno, en Sinaloa se han realizado ocho adopciones de adolescentes, de los cuales cuatro se han integrado a familias de padres extranjeros y el resto a familias nacionales.
La Subprocuradora de adopciones del Sistema DIF Sinaloa, Cristina Sandoval de la Cruz, explicó que las solicitudes de matrimonios de otros países lo reciben a través del DIF nacional, quienes anteriormente fueron informados por la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En el caso de los cuatro menores, que tienen un rango de edad de 12 a 16 años, indicó que fueron adoptados por canadienses y estadounidenses que empezaron el proceso de adopción a través de una agencia de adopciones de su país, para lo cual necesitan un permiso de las autoridades nacionales, el cual se turna a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
PROCESO COMPLEJO
En el proceso de adopción, la pareja que se somete a una serie de estudios, de salud, socioeconómicos, entre otros, no conocen al adolescente hasta que una comisión autoriza la solicitud, bajo las condiciones de los adoptantes y del menor de edad.
Una vez que se da la adopción, el Sistema DIF Sinaloa, está obligado a dar seguimiento al caso por tres años, hasta que se logue la integración y consolidación de la familia.
La Subprocuradora de adopciones del Sistema DIF Sinaloa comentó que, durante este periodo, el seguimiento se da en el área de psicología y trabajo social.
En caso de que la familia emigre al país natal de los padres adoptivos, el estudio se hace a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Para las parejas que desean realizar una adopción internacional, el proceso puede llevar de un año y medio, a dos años, un periodo similar para quienes se interesan dentro de México.
REFUGIO
Sandoval de la Cruz informó que en el centro de asistencia social para adolescentes “El Refugio” hay en resguardo 15 mujeres y seis hombres, de 12 a 17 años, quienes ingresaron por situaciones como omisión de cuidado o violencia. En Casa Cuna, cuidan a 24 niñas y 21 niños.
En el caso de los adolescentes, el trabajo del Sistema DIF es atenderlos en cuestiones como salud mental y física, para que, mientras se trabaja con la familia directa, se analiza la posibilidad de una reintegración con padres, tíos o abuelos.
La Subprocuradora de adopciones del Sistema DIF Sinaloa, comentó que de ser necesario se le brinda una atención psicológica a los padres para que brinden los cuidados necesarios al menor de edad.
Siempre es mejor que la persona menor de edad permanezca en el seno de una familia, a comparación de un centro de asistencia social o lo que se dice, institucionalizado.Subprocuradora
Aseguró que hasta el momento hay muchos casos de éxito de adolescentes reintegrados, al tomar en cuenta no solo a los padres, sino tíos, primos mayores de edad o abuelos.
Los jóvenes que no regresan con su familia, se busca que sean adoptados. Sin embargo, por cuestiones como su edad, algunos se niegan a ser adoptados y permanecen en el refugio hasta que son mayores de edad. En el proceso les brindan educación, se trabaja el aspecto psicológico y practican deportes.
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"Muchas veces son menores (las adopciones), porque precisamente por la edad de ellos, no quieren una familia adoptiva. Sin embargo, las personas que tenemos en lista de espera hay de todo, hay personas que son aptas para adoptar adolescentes, pero si los adolescentes no quieren ser incorporados en una familia, no se lleva a cabo", afirmó.
Sandoval de la Cruz, reconoció que en Sinaloa hay solicitantes que están dispuestos a adoptar adolescentes, gracias a la difusión que se le ha dado al programa.
A las parejas que planean ahijar a un menor, las invitó a ser conscientes de que una adopción no es para satisfacer las demandas del usuario, sino cumplir con las necesidades de las personas susceptibles a una adopción.
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