Rosario, Sin.- La fe católica y la devoción por Nuestra Señora del Rosario es un distintivo del pueblo mágico de El Rosario, quien entre sus monumentos históricos tiene las ruinas de la antigua iglesia en honor a la Virgen.
El cronista rosarense Leopoldo José H. Bouttier aseguró que este templo, el cual resguarda a nuestra patrona de Rosario, se inició a construir en el año de 1758 y se concluyó en el año de 1771.
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Relata que este recinto católico fue testigo de innumerables eventos que quedaron marcados en la historia del ahora Pueblo Mágico.
"La parroquia antigua de Nuestra Señora del Rosario fue rica en su estilo y profunda en realizaciones artísticas. Casa de oración por siglos, fue el sitio de celebraciones litúrgicas y de conmemoraciones monárquicas; ahí se celebraron los nacimientos y muertes de los príncipes y reyes de España; el ascenso de Carlos III, de Carlos IV y de Fernando Séptimo; así como de los romanos pontífices. Ahí se condenó la tiranía de Napoleón y se juró la Constitución de Cádiz, que promovió una monarquía moderada", explicó.
"En ella don Pedro Tamarón y Romeral, obispo del Reino de la Nueva Vizcaya, vestido de pontifical, estrenó la Capilla de Nuestra Señora de las Maravillas, elogiando la belleza de su ‘fábrica’ (construcción). En ella, en 1821, el excelentísimo Ayuntamiento del Rosario, con toda solemnidad y pompa, juró la independencia y al emperador Agustín de Iturbide. Desde su púlpito hombres ilustres propugnaron la evangelización y civilización del norte, cómo lo hizo el insigne jesuita italiano Ignacio María Nápoli y el padre Salvatierra".
Este venerable templo, casa de Dios y asilo de los hombres, fue testigo de tiempos pasados y habla de la grandeza de nuestra historia.
En el auge minero del municipio del Rosario, el templo se vio afectado, ya que en el lugar fue encontrada una rica veta de plata, la cual al ser explotada provocó daños severos en la estructura de la iglesia, a pesar de los esfuerzos que se hicieron para que esto no sucediera.
En el año de 1930, el Prebístero Deoro Otero logró conseguir los permisos necesarios para poder desmontar el templo y conservar la mayor parte posible del material con el que se encontraba construido y con este mismo iniciar con la construcción del que sería el nuevo templo.
Sería del año 1930 hasta el 1939, cuando la mina del Tajo, brindó el apoyo para estos trabajos, al ser esta la responsable de la explotación de la Mina y daños provocados al templo; posteriormente el sindicato de mineros continuaría haciéndose cargo de los trabajos, concluyendo con el apoyo en el año de 1944.
Al verse ya sin el apoyo de estas instituciones, el Prebístero Deoro Otero, no le quedó más que pedir al pueblo el apoyo para continuar con el desmontaje de la iglesia.
"En ese entonces, fueron hombres, mujeres, jóvenes, adultos, niñas y niños quienes movidos por la fe y la devoción a Nuestra Señora de Rosario siguieron con los trabajos hasta rescatar el mayor material posible".
En la actualidad, las ruinas de la iglesia antigua se han convertido en uno de los lugares preferidos a visitar por los turistas que acuden a Rosario.
DATOS
1758 fue el año en el que se empezó a construir.
1771 fue el año en el que se terminó de construir.
