Mazatlán,Sin.- La presencia de algas en las playas de Mazatlán es un proceso natural que se seguirá presentando año tras año, pero difiere mucho del sargazo que afecta al Caribe; sin embargo, lo que debe preocupar es la aparición de alta biomasa de algas como consecuencia del exceso de nutrientes por la contaminación de descargas de aguas residuales domésticas e industriales en el estero de Urías y la zona del Crestón, advirtió la doctora en Ciencias por la UNAM, Julia Ochoa Izaguirre, especialista en algas.
La experta en identificar fuentes de contaminación por nutrientes, utilizando las macroalgas como bioindicadores, señaló que si no se hace nada por disminuir las descargas al mar, la biomasa de alga Padina seguirá creciendo y puede poner en riesgo el ecosistema en su equilibrio natural, afectando el desarrollo de crustáceos, moluscos, langostas y otras especies.
Dijo que hay muchos estudios que muestran la alta concentración de nutrientes como producto de las descargas que se hacen al mar, principalmente en el estero Urías y la zona de El Crestón, donde opera la principal planta tratadora de aguas negras de Mazatlán.
Incluso, al estudiar las algas que se encuentran en Urías y en la zona de Pinitos, se ha detectado algunas concentraciones altas de metales pesados como plomo.
Esas aguas residuales que son tratadas se les escapa mucho nutriente y no tiene el tratamiento eficiente como para poder sacar el nitrógeno y el fósforo, que son los macronutrientes que utilizan las algas para hacer biomasa Julia Ochoa Izaguirre
Ante el exceso de nutrientes en el mar, agregó, las algas aprovechan, la asimilan y empiezan a crecer y aumentar la biomasa.
“Cuando una especie desplaza a otra porque es capaz de asimilar muy rápido los nutrientes, empieza a haber problemas en el ecosistema, porque no hay un equilibrio”, apuntó.
Aclaró que el crecimiento de la biomasa de alga Padina podría desplazar a otras macroalgas de la costa, que son refugio de especies de crustáceos, moluscos y langostas en su edad de larva, lo cual provocaría la emigración de algunas especies.
Ochoa Izaguirre comentó que la única solución es bajar las descargas de nutrientes a las aguas costeras y retirar los mantos de algas que están llegando a las playas, porque si se regresan al mar servirán de nutrientes para que la biomasa siga creciendo.
PADINA Y SARGAZO EN MAZATLÁN
Julia Ochoa refirió que desde el año 1981 se tiene registrada la presencia de algas de la especie Padina en Mazatlán, principalmente en la zona de Pinitos, Playa Norte y Cerritos, aunque en este último lugar ya no se ve tanta biomasa, la cual habita en donde sube y baja la marea, aproximadamente en una franja de 10 metros.
La característica de esta alga es que se fija sobre sustratos rocosos, ya que se trata de un alga bentónica que tiene la cualidad de adherirse; es de los grupos llamados cafés o pardas, a los cuales pertenece el sargazo.
“La Padina puede vivir dos estaciones climáticas o hasta un año; cuando el alga se reproduce y llega a su estado de senescencia, empieza a partirse y es cuando la marea, la misma corriente las empiezan a despegar porque se debilita su disco de fijación, y es muy fácil que las corrientes la arranquen y la marea lo que hace es llevarlas hasta afuera”, indicó.
La diferencia entre el sargazo y la Padina, es que esta última vive adherida a los sustratos rocosos, mientras que las primeras sobreviven flotando y se reproducen por fragmentación.
El sargazo tiene una gran ventaja porque vive en la superficie del agua y tiene directamente la luz y nutrientes, y la Padina vive en el fondo y no le llega suficiente luz, están más limitadas en luz y su crecimiento se va frenando Julia Ochoa Izaguirre
CRECIMIENTO DE LA BIOMASA
Comentó que lo más preocupante es que hay mucha biomasa de algas en las costas que aumenta año con año, debido a las descargas de aguas residuales domésticas e industriales.
Y esto no sólo de las plantas tratadoras de aguas negras como la del Crestón, sino que también hay descargas de empresas industriales que arrojan sus residuos hacia el mar.
“Todo eso va a descargar y es exportada hacia el mar también, entonces lo que nosotros tenemos es un mar y una costa con exceso de nutrientes, y al haber este exceso, las algas aprovechan y rápidamente empiezan a asimilarlo y empiezan a crecer y a aumentar su biomasa, y empiezan a desplazar a aquellas especies que no resisten o que no pueden asimilar tan rápidamente ese exceso de nutrientes, esa es la razón por la cual en la actualidad nosotros vemos estas altas biomasas en esta zona”, señaló.
Para Julia Ochoa, la única solución es bajar las cargas de nutrientes a las aguas costeras, disminuyendo las descargas de aguas residuales con procesos de tratamiento más eficientes y retirando los mantos de algas que son arrojados por las mareas a la playa.
Sin embargo, aclara que el crecimiento de la biomasa no es un problema local de Mazatlán, sino de todas las costas de México, América Latina y del mundo.
Con respecto a la aparición de algas en las playas, recomienda retirar los mantos de algas.
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El problema es que si no se saca, se regresa y como esta alga ya está muerta se va a empezar a degradar y va a alterar el ecosistema, empieza a descomponerse en la playa y empieza el olor fétido, pero independientemente del olor, esto altera el ecosistema Julia Ochoa Izaguirre
JULIA OCHOA IZAGUIRRE
- Maestría y doctorado por la UNAM, con estudios en la influencia de los nutrientes en las microalgas e identificación de las fuentes de contaminación por nutrientes, utilizando las macroalgas como bioindicadores.
- Inició en el año 1981 a trabajar en un proyecto sobre la florística y la ecología de las macroalgas del Golfo de California, junto con el maestro Marco Antonio Escalante como responsable.
- Trabajó en el inventario florístico del Golfo de California, proyecto que duró 10 años.
- Ha trabajado en la taxonomía e identificación de las microalgas.
- Fue docente en la Facultad de Ciencias del Mar de la UAS durante 34 años.
- Estuvo en el Sistema Nacional de Investigadores.
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