Mazatlán, Sin.- Este jueves las calles del Centro de Mazatlán lucieron desoladas ante los hechos violentos que se registraron en Culiacán y que se extendieron a algunos puntos del puerto.
Por seguridad, los ciudadanos optaron por quedarse en sus casas, mientras que muchos comercios que ya habían abierto cerraron las cortinas y los empleados se regresaron a sus hogares.
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En un recorrido realizado por El Sol de Mazatlán se constató que eran muy pocos los negocios abiertos, mientras que la afluencia de personas también es mínima.
"Mejor nos vamos, no vaya a ser la de malas, nos vamos a guardar hasta que todo esto pase, no queremos estar en el epicentro, vale más prevenir que lamentar, no queremos arriesgarnos", señaló Linda, comerciante del primer cuadro de la ciudad.
La Alianza de Camiones suspendió el servicio del transporte urbano, por lo que muchas personas batallaron para ir a sus casas.
"No tenemos cómo regresar, está peligroso y no hay servicio de transporte, vengo con mi hijo al Centro, y nos da nervios por como están las cosas, no hay nadie que nos quiera llevar a Villas del Rey y nos urge regresar, solamente venimos de compras, no nos imaginamos todo el desastre que se haría en Culiacán y que llegara a Mazatlán", afirmó Eugenia.
Temor y angustia
Una estudiante de un plantel de preparatoria ubicado por la avenida Miguel Alemán señaló que desde que salió de su casa a la escuela no ha encontrado cómo regresar y mantiene constante contacto con sus padres.
"Quise regresarme, pero mis padres no entendían que no había camiones, hasta que vieron las noticias se dieron cuenta, no hay ni clases hoy, y aquí estoy en el Centro, los camiones dejaron de pasar, los taxis no pasan y los que llegan a pasar no me suben, mi papá vendrá por mí, ya viene, pero me siento asustada, no sentía así un pánico desde hace rato, sobre todo porque no tengo cómo regresar a mi casa y está retirado de aquí", dijo la joven que reside en Santa Fe.
El mercado Pino Suárez permaneció abierto, pero con pocos comercios funcionando.