/ miércoles 26 de enero de 2022

Ambientalista advierte sobre déficit de árboles en Mazatlán

Señala ambientalista que de acuerdo a estudios que ha realizado el Implan, hay en el puerto sólo cuatro árboles por habitante, cuando la recomendación de la OMS es de 12 a 16

Mazatlán, Sin.- De acuerdo a las recomendaciones que emite la Organización Mundial de la Salud, una ciudad media como Mazatlán debe tener un promedio de 12 a 16 árboles por habitante, para tener una mejor calidad de vida.

Sin embargo, en el puerto, indicó el ambientalista Ángel García Contreras, hay un déficit de árboles en relación con esta recomendación. Según estudios que ha realizado el Instituto Municipal de Planeación, hay en promedio sólo cuatro árboles por habitante, ya que sólo el siete por ciento del territorio de la ciudad son áreas verdes.

"En políticas públicas, lejos de que este gobierno promueva la reforestación, la creación de nuevas áreas verdes, hemos perdido; por ejemplo, el Bosque de la Ciudad", indicó.

Además, con los fuertes vientos que dejó el huracán Pamela en octubre, en la ciudad dejaron de existir alrededor de mil árboles, esto se informó en el “recuento de daños” de la dirección de Servicios Públicos.

Aunque detrás de este fenómeno hay también otros factores, como la especie, la salud del árbol, la condición de su sistema de raíces y el desconocimiento o una mala elección de especies, pues no todas son adecuadas para plantar en ciertas áreas verdes o jardineras.

Conselva, Costas y Comunidades A.C. planteó en ese momento el diseño de un manual de arborización, donde se tome en cuenta la presencia de la estructura urbana, de drenajes y aguas pluviales, así como las necesidades de la ciudadanía respecto a los árboles, de esta forma los mazatlecos tendrán una variedad de especies para escoger acorde a sus necesidades.

De acuerdo al reglamento Ambiental y de Cambio Climático de Mazatlán, artículo 60, se estipula que la dirección de Ecología, en coordinación con Servicios Públicos, implementará programas de forestación y reforestación en los que participen los diversos sectores de la sociedad, a fin de lograr un mejor entorno ecológico, todo esto con especies endémicas de la región.

Así mismo en el artículo 55, se menciona que la dirección promoverá y estimulará la plantación en banquetas, camellones, plazas y jardines.

La plantación, protección y cuidado de los árboles, arbustos y plantas ornamentales ubicados en estos espacios es responsabilidad del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento, mientras que la plantación, la protección y el cuidado de las plantas ubicadas en barquetas, al frente de las casas, será obligación y responsabilidad de los propietarios.

"Debe ser muy claro al gobierno municipal, respecto a su política de de cumplir con un parámetro que impone la Organización Mundial de la Salud y que tiene que ver con la calidad de vida de la población, y con preservar y mantener los que ya están”.

Las áreas verdes ayudan a la regulación del ruido, mejoran la calidad del aire, proveen regulación microclimáticas, disminuyen la erosión del suelo, incrementan la biodiversidad, sirven de hábitat y alimento para la fauna silvestre, ofrecen lugar para el asentamiento y descanso de muchas especies de aves migratorias, capturan el dióxido de carbono.




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Mazatlán, Sin.- De acuerdo a las recomendaciones que emite la Organización Mundial de la Salud, una ciudad media como Mazatlán debe tener un promedio de 12 a 16 árboles por habitante, para tener una mejor calidad de vida.

Sin embargo, en el puerto, indicó el ambientalista Ángel García Contreras, hay un déficit de árboles en relación con esta recomendación. Según estudios que ha realizado el Instituto Municipal de Planeación, hay en promedio sólo cuatro árboles por habitante, ya que sólo el siete por ciento del territorio de la ciudad son áreas verdes.

"En políticas públicas, lejos de que este gobierno promueva la reforestación, la creación de nuevas áreas verdes, hemos perdido; por ejemplo, el Bosque de la Ciudad", indicó.

Además, con los fuertes vientos que dejó el huracán Pamela en octubre, en la ciudad dejaron de existir alrededor de mil árboles, esto se informó en el “recuento de daños” de la dirección de Servicios Públicos.

Aunque detrás de este fenómeno hay también otros factores, como la especie, la salud del árbol, la condición de su sistema de raíces y el desconocimiento o una mala elección de especies, pues no todas son adecuadas para plantar en ciertas áreas verdes o jardineras.

Conselva, Costas y Comunidades A.C. planteó en ese momento el diseño de un manual de arborización, donde se tome en cuenta la presencia de la estructura urbana, de drenajes y aguas pluviales, así como las necesidades de la ciudadanía respecto a los árboles, de esta forma los mazatlecos tendrán una variedad de especies para escoger acorde a sus necesidades.

De acuerdo al reglamento Ambiental y de Cambio Climático de Mazatlán, artículo 60, se estipula que la dirección de Ecología, en coordinación con Servicios Públicos, implementará programas de forestación y reforestación en los que participen los diversos sectores de la sociedad, a fin de lograr un mejor entorno ecológico, todo esto con especies endémicas de la región.

Así mismo en el artículo 55, se menciona que la dirección promoverá y estimulará la plantación en banquetas, camellones, plazas y jardines.

La plantación, protección y cuidado de los árboles, arbustos y plantas ornamentales ubicados en estos espacios es responsabilidad del área de Parques y Jardines del Ayuntamiento, mientras que la plantación, la protección y el cuidado de las plantas ubicadas en barquetas, al frente de las casas, será obligación y responsabilidad de los propietarios.

"Debe ser muy claro al gobierno municipal, respecto a su política de de cumplir con un parámetro que impone la Organización Mundial de la Salud y que tiene que ver con la calidad de vida de la población, y con preservar y mantener los que ya están”.

Las áreas verdes ayudan a la regulación del ruido, mejoran la calidad del aire, proveen regulación microclimáticas, disminuyen la erosión del suelo, incrementan la biodiversidad, sirven de hábitat y alimento para la fauna silvestre, ofrecen lugar para el asentamiento y descanso de muchas especies de aves migratorias, capturan el dióxido de carbono.




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