Mazatlán, Sin.- Acatar y cumplir los lineamientos sanitarios sale caro para los comerciantes, locatarios y dueños de los establecimientos de Mazatlán que, con tal de seguir en la operación, se ven obligados a contratar a más personal para disponer de ellos en los filtros sanitarios e invertir en insumos como gel antibacterial, sanitizante y un dispositivo para tomar la temperatura.
Desde el domingo pasado, en el mercado municipal Pino Suárez se cuenta con un filtro sanitario en todos sus accesos. Anteriormente estaba libre el área de artesanías, pero ante el repunte de contagios de coronavirus y el reforzamiento de las medida preventivas, se tuvieron que cubrir esos espacios, ahora hay 14 filtros sanitarios, dos de ellos para el área de restaurantes en la planta alta.
"Es un gasto que no se tenía previsto, pero para acatar todas las medía que nos imponen las autoridades sanitarias no importa, preferimos estar en orden y acatar las disposiciones y brindarle la seguridad suficiente a los clientes que nos visitan, tanto locales como turistas", indicó Alejandro Ontiveros secretario de la Unión de Locatarios.
Agregó que en insumos y en los sueldos de los guardias se invierten alrededor de 150 mil pesos mensuales, cantidad que sale de los bolsillos de los locatarios, con cuotas diarias o semanales.
Y mientras los egresos suben los ingresos bajan, ya que este primer fin de semana de vacaciones de verano, atípicamente y por la pandemia, bajó la afluencia de visitantes en el centro de abastos y con ello las ventas.
"Bajó la afluencia de visitantes, se notó luego, desde el martes se sintió el bajón en las ventas, no solamente en el área de artesanías, también en la canasta básica, alrededor de un 30%, fue proporcional, el flujo de visitantes disminuyó también en ese porcentaje", agregó.
Entre otras de las medidas que se retomaron fue restringir el acceso a menores de 12 años; adultos y mujeres embazadas sí pueden ingresar, pues esta población ya fue beneficiada con la vacuna contra el coronavirus.
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