Doha. Lionel, siempre Lionel, el mejor del mundo. Gerardo Martino comentó una tarde antes que la única manera de detenerlo es si Messi tiene una mala noche. Pues no, no la tuvo. Dos chispazos, dos trucos le bastaron al astro argentino para abrir el candado mexicano, bajar los escudos y que luego sus compañeros finiquitaran todo.
Argentina recuperó todos sus signos vitales y vuelve a colocarse como uno de los candidatos a levantar la Copa del Mundo. Lo que les sigue es cerrar la fase de grupos contra Polonia. México está en terapia intensiva. El 2-0 envió a los verdes al último lugar del Grupo C con solo un punto.
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La única combinación que le sirve al Tricolor para acceder a los octavos de final es ganarle a Arabia Saudita y que ches o polacos pierdan entre ellos. Un empate deja fuera a México automáticamente. El pase está en árabe.
Un primer tiempo de mucho músculo, faltas, el árbitro Daniele Orsato marcó todos los contactos. Tantas interrupciones no permitieron que el juego tomara ritmo. Argentina no tiró a la portería. La Albiceleste estaba obligada a ganar, incluso golear tras perder inesperadamente contra Arabia Saudita, pero la realidad es que los sudamericanos aparentaron seguir en shock.
Lionel Messi tocó esporádicamente el balón, el astro argentino no gambeteó como acostumbra, pero estaba a la espera de tener espacios. Si Messi no está conectado todo el equipo lo resiente. Ángel Di María y Lautaro Martínez tampoco generaron peligro. La zaga mexicana contuvo lo poco que quisieron fabricar. Memo Ochoa estuvo tranquilo, pero atento a cualquier aproximación de los ches.
México tampoco destacó, Gerardo Martino decidió jugar sin delantero, Alexis Vega e Hirving Lozano fueron los más adelantados, pero no estuvieron en el área. Luis Chávez intentó fungir como el creador.
El experimento no le funcionó al Tata, incluso Andrés Guardado salió lesionado, el capitán del barco tricolor no pudo seguir en el juego. Erick Gutiérrez tomó su lugar.
Alexis Vega fue el más claro de los mexicanos, el Dibu Martínez le sacó un tiro libre que llevaba lumbre.
Lo mejor para los argentinos vino después, pesadilla para los mexicanos.
Lionel Scaloni sacudió su tablero, Enzo Fernández y Julián Álvarez entraron a dinamitar el juego. Argentina se acercó a su mejor versión, la que hiló 36 partidos sin perder.
Un pestañeo azteca, una mala marca de Héctor Herrera le permitió a Messi tener cuatro segundos libre, hacerse un espacio y con un tiro cruzado poner el balón lejos de Memo Ochoa. Ese fue el segundo tanto de Leo en Qatar 2022. La presencia de Héctor fue cuestionada. Edson Álvarez fue a la banca, ese fue otro experimento de Martino.
Luego de eso México se cayó. El Tricolor no volvió a aparecer. El Tata sacó al Chucky, a Vega. Todo el poder ofensivo desapareció. Raúl Jiménez, Roberto Alvarado y Uriel Antuna entraron sin ofrecer mucho.
Los espacios aparecieron. Argentina supo que era el momento para aniquilar el juego. Messi le dio un pase a Enzo Fernández, el volante maniobró en el área, se quitó a Erick Gutiérrez y con un tiro potente puso el segundo tanto. Ese fue el gol que acabó con cualquier sueño mexicano.
El Tricolor tuvo una oportunidad histórica para quitarse muchos fantasmas, cobrarse las derrotas contra la Albiceleste, pero el desenlace fue el mismo de siempre.
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