Mazatlán, Sin.- Con un desarrollo multideportivo y apasionada de la natación, la porteña Ana Camberos Peinado, ha sabido conjuntar, el ballet, futbol, tenis y el basket, para sacar todo su mayor rendimiento dentro del agua.
Desde que ella era una niña, las albercas y ella comenzaron a llevarse bien, como si fuese algo mutuo, debido a que su mamá, la inscribió a un curso de natación, donde ella comenzó a desarrollar sus talentos.
“Mi mamá me metió a nadar para que yo tuviera la seguridad de estar en la alberca, pero fue en segundo de secundaria, cuando me adentré un poco más en la natación. Fue el profe Rafael García, quien me vio cualidades”, recuerda.
Durante su crecimiento, comenzó a dividirse en tres, cumpliendo con la escuela y haciendo actividades extraescolares, combinadas con la natación, por lo que eso le comenzó a forjar un carácter dentro y fuera del agua.
“Mi mamá, siempre me trajo en varios deportes, ballet y natación, basketball y natación, dejé un tiempo de nadar, pero la natación siempre ha estado presente”, explica.
El profesor Rafael García, ha visto en ella un gran potencial, llevándola a competir en el alto rendimiento, algo que a sus 16 años le ha dado muchas satisfacciones, sobre todo en lo personal, que es el mérito que te da este deporte. “El profe Rafa me vio cualidades, que hasta el momento la hemos estado puliendo”.
De todos los deportes que Camberos Peinado ha practicado, hay uno en particular que le gusta, donde desarrolló el tema colectivo. “El futbol es lo que más me ha gusto, jugaba de defensa central”.
Ella, prefirió dejar a un lado el jugar 11 contra 11, para enfocarse en la natación, pese que la apertura al balompíe femenil ha llegado con mayor fuerza al municipio, más con la llegada del equipo profesional.
“No quise seguir en el futbol, porque me gusta que las cosas sean más por mi cuentas, no depender de un equipo y siempre me ha gustado que mi trabajo sea reflejado por mi mérito”.
SU CAMINO EN EL ALTO RENDIMIENTO
Hace tres años, que Ana compite en el máximo nivel, llevando un entrenamiento duro y sobre todo teniendo mucha disciplina en lo que hace y sobre todo lidiar con la pandemia, que fue algo complicado, para los nadadores.
“La primera temporada le sufrí mucho, el tener un ritmo y cada temporada le sufres, es más entrenamiento más metros, más ejercicios, más dolores, yo apenas voy comenzando, pero se dice que los resultados comienzan a las cuatro años y también me siento conforme con los resultados”.
Tan solo el año pasado, Ana logró ir al primer evento nacional, quedando entre las 30 mejores de la competencia, algo que fue muy duro para la nadadora de aguas cerradas, pero que quedó satisfecha con el resultado”.
“Esa competencia que tuvimos a finales del año pasado, fue muy complicada, porque fue la primera competencia después del Covid y de los Estatales. Quedé contenta con el resultado, más sin embargo esperaba un resultado mejor, pero no contaba con la altura de Guadalajara, pero logré bajar algunas de mis marcas”.
Una de las cosas que también ha ido aprendiendo, es el nadar en aguas abiertas, ya que el mar es algo complicado y muy pocos se atreven a las competencias, ya que el estilo de nado es diferente a la de una alberca.
“Me gusta más nadar en la alberca, ya que en el mar es más complicado y en lo personal, me canso más estar viendo siempre para el frente, pero me ha servido para soltarme y tener más confianza en mí y me ayuda relajarme”.
DATOS
28.47 segundos registró en el nacional del año pasado en los 50 metros
28.71 era su marca anterior
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