/ viernes 22 de marzo de 2024

Semana Santa y el vacío de la autoridad

Con una ocupación hotelera por arriba del 95 por ciento para Mazatlán durante la Semana Santa 2024, del 24 al 31 de marzo, se garantizan días caóticos en el puerto, donde las aglomeraciones serán el pan de cada día durante todo el periodo vacacional.

Sin duda será otra Semana Santa con pronóstico reservado debido a que las autoridades se ven rebasadas por la presencia de miles y miles de turistas. Y no solo las autoridades, también las vialidades y los servicios públicos. A esto se le suma la falta de señalética, tanto en las zonas de playa como en las avenidas de la ciudad.

Las autoridades no han comprendido que el Mazatlán actual no es el mismo que el de hace una década. Gracias a la autopista Mazatlán-Durango, el flujo de visitantes prácticamente se triplicó, mientras que los elementos de Tránsito y de Seguridad Pública no han crecido en la misma proporción.

Solo hay que darse una vuelta por avenidas como Rafael Buelna, Del Mar, Ejército Mexicano, Carlos Canseco, entre otras, en horas pico de días normales para darse cuenta que la ciudad queda completamente atrapada por los automovilistas. La saturación es tal que los tiempos de los trayectos se incrementan hasta más del 100 por ciento.

Recibir a miles de visitantes en el puerto tiene sus pros y sus contras. Por un lado, la derrama económica que se genera es muy buena, pero el tráfico, las aglomeraciones en espacios públicos y los servicios de agua y drenaje rebasados son la otra cara de la moneda.

Habrá que estar muy atentos, ya que es un periodo vacacional en el que suelen ocurrir accidentes viales, incendios, ahogamientos en las playas y demás incidencias que provocan que los cuerpos de emergencia trabajen a mil por hora. Y con las calles saturadas, a ver cómo le van a hacer.

Con una ocupación hotelera por arriba del 95 por ciento para Mazatlán durante la Semana Santa 2024, del 24 al 31 de marzo, se garantizan días caóticos en el puerto, donde las aglomeraciones serán el pan de cada día durante todo el periodo vacacional.

Sin duda será otra Semana Santa con pronóstico reservado debido a que las autoridades se ven rebasadas por la presencia de miles y miles de turistas. Y no solo las autoridades, también las vialidades y los servicios públicos. A esto se le suma la falta de señalética, tanto en las zonas de playa como en las avenidas de la ciudad.

Las autoridades no han comprendido que el Mazatlán actual no es el mismo que el de hace una década. Gracias a la autopista Mazatlán-Durango, el flujo de visitantes prácticamente se triplicó, mientras que los elementos de Tránsito y de Seguridad Pública no han crecido en la misma proporción.

Solo hay que darse una vuelta por avenidas como Rafael Buelna, Del Mar, Ejército Mexicano, Carlos Canseco, entre otras, en horas pico de días normales para darse cuenta que la ciudad queda completamente atrapada por los automovilistas. La saturación es tal que los tiempos de los trayectos se incrementan hasta más del 100 por ciento.

Recibir a miles de visitantes en el puerto tiene sus pros y sus contras. Por un lado, la derrama económica que se genera es muy buena, pero el tráfico, las aglomeraciones en espacios públicos y los servicios de agua y drenaje rebasados son la otra cara de la moneda.

Habrá que estar muy atentos, ya que es un periodo vacacional en el que suelen ocurrir accidentes viales, incendios, ahogamientos en las playas y demás incidencias que provocan que los cuerpos de emergencia trabajen a mil por hora. Y con las calles saturadas, a ver cómo le van a hacer.