Aunque la expectativa aumenta, y todo parece indicar es un asunto de tiempo, México no ha tenido a una mujer presidenta de la República. De los 32 Estados que componen la Federación, actualmente nueve mujeres están al frente de un gobierno estatal, es decir, el 28.1%, a nivel nacional hay 522 presidentas municipales, lo que equivale al 25% de los Ayuntamientos.
Un dato que llama la atención es que en el ámbito legislativo se ha alcanzado la paridad de género, a nivel federal hay 250 diputadas, que representan el 50% en Cámara de Diputados. En lo que se refiere al Senado tenemos 64 senadoras, lo que también representa un 50 por ciento, a nivel local hay más diputadas que diputados. Mientras tanto en Sinaloa, en la Sexagésima Cuarta Legislatura tenemos 23 diputadas y 17 diputados.
En los congresos locales hay 606 diputadas locales, lo que significa que de las personas que actualmente ocupan un espacio legislativo en los congresos locales 54.5%, son mujeres, pero en contraste los cargos de importancia siguen siendo ocupados por hombres.
En Sinaloa la representación de las mujeres en los espacios generaba una alta expectativa, sin embargo, la paridad o superioridad numérica en la ocupación de las curules no ha representado la igualdad sustantiva, los primeros síntomas negativos son que ninguna mujer, a pesar de ser más, ocupó la presidencia de la Mesa Directiva ni tuvo ninguna responsabilidad en los cargos en dónde se toman las verdaderas decisiones de poder.
La presencia de las mujeres en los puestos de elección popular no está a discusión, pero, la igualdad sustantiva sigue estando lejos, solo una aspiración, y se constata con la evidente conformación de la 64 legislatura que, requiere hacer ver y señalar que existen y existieron mujeres con capacidades y méritos sobrados, sin ser suficiente para colocarlas, por ejemplo, en la presidencia de la Mesa Directiva.
Analizo el propósito de la reciente inauguración, en la tarde de este miércoles en el Corredor Cultural del Congreso del Estado de Sinaloa de una exposición que hace apología de los logros de la Agenda Púrpura´64 en la agonía de esta legislatura y en vísperas del arranque de las campañas el 1 de marzo.
¿Podía esto considerarse como un acto anticipado de campaña con recursos públicos? En una critica seria, la mayoría de los temas que se legislaron, hay que aclararlo, son armonizaciones del ámbito federal al local e incluso con controversias en las que se refirieron procesos jurídicos del seno electoral y a nivel de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como apreciaciones muy personales de lo que es el Constitucionalismo Mexicano, de lo cual ha quedado evidencia video grabada en el quehacer legislativo.
El análisis y el cuestionamiento es sobre la participación de las mujeres en la política y su presencia no solo desde el aspecto estadístico sino en la lucha auténtica por la igualdad entre mujeres y hombres, va más allá del usufructo político que visiblemente se pretende hacer por la lucha por los derechos de las mujeres.