/ miércoles 25 de marzo de 2020

México ante una muy cercana emergencia nacional

Muchos han sido los llamados a tomar precauciones para evitar la pandemia del COVID-19, la cual podría ser una de las peores crisis de salud que hayamos enfrentado en toda nuestra historia. El riesgo es muy alto y sigue presente.

Aunque esta pandemia no ha impactado como en otros países —China, Italia, España, Estados Unidos—, estamos en una etapa en que cada día son más las personas que se contagian y, aún más notable, las que mueren van en aumento, de ahí la importancia de tomar las precauciones recomendadas por las autoridades de salud, sobre todo la de aislarnos en nuestras casas.

En los próximos 15 días, la curva de contagios en nuestro país irá en aumento, por eso tenemos que cerrar filas y protegernos. Las autoridades de salud pronostican que esta situación durará tres meses; así lo afirmó el subsecretario Hugo López-Gatell, y por esta razón, las instituciones de salud deben estar preparadas para recibir a centenas de enfermos. Sin embargo, sabemos que muchos hospitales carecen de lo más elemental para atender a los pacientes.

La desatención del sistema nacional de salud es conocida, pues por años fue abandonado por las diferentes administraciones federales. Esta situación eleva mucho más el riesgo de recibir una inadecuada atención hospitalaria; el profesionalismo del personal de salud no está en duda, pero cuando no se le proporciona las herramientas necesarias, la salud se pone en riesgo. Así lo han manifestado los médicos y las enfermeras de la mayoría de los hospitales del país.

Aunque se ha anunciado que nuestro país está preparado para enfrentar la pandemia, fue hasta el 20 de marzo cuando el gobierno federal, a través de la Secretaría del Trabajo y Prevención Social y la Secretaría de Salud, dio a conocer la Guía de Acción para los Centros de Trabajo ante el COVID-19, basada en siete principios rectores para la toma de decisiones en las empresas: Participación, Transparencia, Respeto, No Discriminación, Comunicación y Cooperación, Continuidad y Comprensión. Sin embargo, más que medidas de salud para la implementación de los planes de emergencia, esta guía parece más bien, mero discurso o como se dice coloquialmente, rollo político.

En anteriores artículos he señalado que no debemos dejar todo al gobierno, sino que las organizaciones sociales, los empresarios y la población debemos abonar para que los efectos en la salud pública sean mínimos: debemos asumir una responsabilidad social.

Sin duda la economía sufrirá una crisis profunda, sin precedentes; e insisto, somos las familias las que debemos dimensionar adecuadamente nuestra situación financiera y tomar las medidas preventivas. Si actuamos con responsabilidad social, la duración de los efectos sociales y económicos puede ser menor.

Hasta este momento, los medios de comunicación han sido muy responsables en el manejo de la información sobre esta pandemia, no así las redes sociales, donde existen muchas personas que manipulan la información. Es de suma importancia que podamos tener la capacidad de diferenciar entre los datos que se manejan y las reacciones emocionales de los usuarios, diferenciar entre los hechos reales y el engaño: las redes sociales son muy eficaces, pero también pueden ser contraproducentes.

Las medidas de precaución para evitar mayores contagios, por parte de la autoridad federal, han sido muy contradictorias. Por un lado, el subsecretario López-Gatell llama a tomar sana distancia, evitar los eventos masivos y aglomeraciones, y por otro, el presidente Andrés Manuel López Obrador no es en su actuar ni en sus estrategias contundente y coherente para que se lleven a cabo las medidas de prevención promocionadas por las autoridades de salud. Aunque ya se está controlando la presencia de gente a grandes eventos, el mensaje que se manda no es el correcto. No obstante, es de reconocer la responsabilidad social en que han actuado la federación, muchos de los gobiernos estatales, autoridades municipales e instituciones educativas y empresas, que anunciaron medidas preventivas para proteger a los ciudadanos.

Como políticos, debemos mostrar unidad. Esta pandemia es temporal, por lo que hay que evitar las confrontaciones y conservar el diálogo entre las autoridades, la sociedad, los partidos políticos y los empresarios, pues solo así lograremos superar las etapas de esta crisis de salud y que repercutirá en la economía.

En el reporte del día de ayer, el Secretario de Salud, Efrén Encinas Torres dio a conocer que el estado de Sinaloa cuenta con 3 mil 500 camas, de las cuales alrededor de 123 son de terapia intensiva. Esperamos que pronto se dé a conocer el plan de manejo hospitalario ante el posible aumento de casos en las principales ciudades del estado.

Por lo pronto, reitero mi confianza en las autoridades para superar estos momentos, con las medidas apropiadas relacionadas con el impulso de políticas públicas para superar la crisis de salud y la economía de nuestro país que, aunque se diga otra cosa, esta está tocando fondo. Es necesario, además, que haya contundencia en el plan emergente del Estado en el apoyo a los empresarios sinaloenses.

Afortunadamente, los mexicanos somos muy solidarios en las tragedias; hemos demostrado que nos podemos unir para salir de cualquier situación complicada. Los ciudadanos hemos actuado con una actitud de altura ante cualquier circunstancia; los ciudadanos hemos demostrado que cuando los escenarios son adversos, y porque nuestra nación lo demanda, actuamos con responsabilidad social.

Muchos han sido los llamados a tomar precauciones para evitar la pandemia del COVID-19, la cual podría ser una de las peores crisis de salud que hayamos enfrentado en toda nuestra historia. El riesgo es muy alto y sigue presente.

Aunque esta pandemia no ha impactado como en otros países —China, Italia, España, Estados Unidos—, estamos en una etapa en que cada día son más las personas que se contagian y, aún más notable, las que mueren van en aumento, de ahí la importancia de tomar las precauciones recomendadas por las autoridades de salud, sobre todo la de aislarnos en nuestras casas.

En los próximos 15 días, la curva de contagios en nuestro país irá en aumento, por eso tenemos que cerrar filas y protegernos. Las autoridades de salud pronostican que esta situación durará tres meses; así lo afirmó el subsecretario Hugo López-Gatell, y por esta razón, las instituciones de salud deben estar preparadas para recibir a centenas de enfermos. Sin embargo, sabemos que muchos hospitales carecen de lo más elemental para atender a los pacientes.

La desatención del sistema nacional de salud es conocida, pues por años fue abandonado por las diferentes administraciones federales. Esta situación eleva mucho más el riesgo de recibir una inadecuada atención hospitalaria; el profesionalismo del personal de salud no está en duda, pero cuando no se le proporciona las herramientas necesarias, la salud se pone en riesgo. Así lo han manifestado los médicos y las enfermeras de la mayoría de los hospitales del país.

Aunque se ha anunciado que nuestro país está preparado para enfrentar la pandemia, fue hasta el 20 de marzo cuando el gobierno federal, a través de la Secretaría del Trabajo y Prevención Social y la Secretaría de Salud, dio a conocer la Guía de Acción para los Centros de Trabajo ante el COVID-19, basada en siete principios rectores para la toma de decisiones en las empresas: Participación, Transparencia, Respeto, No Discriminación, Comunicación y Cooperación, Continuidad y Comprensión. Sin embargo, más que medidas de salud para la implementación de los planes de emergencia, esta guía parece más bien, mero discurso o como se dice coloquialmente, rollo político.

En anteriores artículos he señalado que no debemos dejar todo al gobierno, sino que las organizaciones sociales, los empresarios y la población debemos abonar para que los efectos en la salud pública sean mínimos: debemos asumir una responsabilidad social.

Sin duda la economía sufrirá una crisis profunda, sin precedentes; e insisto, somos las familias las que debemos dimensionar adecuadamente nuestra situación financiera y tomar las medidas preventivas. Si actuamos con responsabilidad social, la duración de los efectos sociales y económicos puede ser menor.

Hasta este momento, los medios de comunicación han sido muy responsables en el manejo de la información sobre esta pandemia, no así las redes sociales, donde existen muchas personas que manipulan la información. Es de suma importancia que podamos tener la capacidad de diferenciar entre los datos que se manejan y las reacciones emocionales de los usuarios, diferenciar entre los hechos reales y el engaño: las redes sociales son muy eficaces, pero también pueden ser contraproducentes.

Las medidas de precaución para evitar mayores contagios, por parte de la autoridad federal, han sido muy contradictorias. Por un lado, el subsecretario López-Gatell llama a tomar sana distancia, evitar los eventos masivos y aglomeraciones, y por otro, el presidente Andrés Manuel López Obrador no es en su actuar ni en sus estrategias contundente y coherente para que se lleven a cabo las medidas de prevención promocionadas por las autoridades de salud. Aunque ya se está controlando la presencia de gente a grandes eventos, el mensaje que se manda no es el correcto. No obstante, es de reconocer la responsabilidad social en que han actuado la federación, muchos de los gobiernos estatales, autoridades municipales e instituciones educativas y empresas, que anunciaron medidas preventivas para proteger a los ciudadanos.

Como políticos, debemos mostrar unidad. Esta pandemia es temporal, por lo que hay que evitar las confrontaciones y conservar el diálogo entre las autoridades, la sociedad, los partidos políticos y los empresarios, pues solo así lograremos superar las etapas de esta crisis de salud y que repercutirá en la economía.

En el reporte del día de ayer, el Secretario de Salud, Efrén Encinas Torres dio a conocer que el estado de Sinaloa cuenta con 3 mil 500 camas, de las cuales alrededor de 123 son de terapia intensiva. Esperamos que pronto se dé a conocer el plan de manejo hospitalario ante el posible aumento de casos en las principales ciudades del estado.

Por lo pronto, reitero mi confianza en las autoridades para superar estos momentos, con las medidas apropiadas relacionadas con el impulso de políticas públicas para superar la crisis de salud y la economía de nuestro país que, aunque se diga otra cosa, esta está tocando fondo. Es necesario, además, que haya contundencia en el plan emergente del Estado en el apoyo a los empresarios sinaloenses.

Afortunadamente, los mexicanos somos muy solidarios en las tragedias; hemos demostrado que nos podemos unir para salir de cualquier situación complicada. Los ciudadanos hemos actuado con una actitud de altura ante cualquier circunstancia; los ciudadanos hemos demostrado que cuando los escenarios son adversos, y porque nuestra nación lo demanda, actuamos con responsabilidad social.