/ viernes 16 de febrero de 2024

Lo que dejó el Carnaval

Aunque las autoridades hayan presumido saldo blanco durante la realización del Carnaval de Mazatlán 2024, al no registrarse ningún deceso en el perímetro de la zona carnavalera, durante la máxima fiesta del puerto se vivieron muchas situaciones que no deben de ocurrir.

Y esto es en relación a los que acapararon espacios y rentaron sillas en el Malecón para ver el desfile, además de los que se adueñaron de las calles para cobrar estacionamientos. Y todo ante la mirada cómplice del municipio.

No es secreto que durante el Carnaval hay gente que busca sacar provecho y hacer negocio de todo. Con o sin permiso, se incrementa el número de comerciantes en la ciudad, así como las tarifas y costos de los servicios y productos.

En esta edición del Carnaval no fue la excepción, pero ahora quien se adelantó a hacer negocio fue el Sistema DIF, que disfrazado de "poner orden", se apropió de varios espacios de estacionamiento en la vía pública en los alrededores del Estadio Teodoro Mariscal, como parque Kilómetro 0 y Parque Central, cobrando una "cooperación" de 100 pesos por vehículo.

Aprovechando los eventos de coronación que se llevan a cabo en el inmueble deportivo, recaudó fondos para "aplicarlo en beneficio de los más vulnerables".

La paramunicipal invirtió recurso en mandar hacer unas lonas y en personal que se encargaba de hacer el cobro a los automovilistas y a quienes seguramente tendrá que pagar horas extras.

La intención puede ser buena, pero queda la duda de qué manera se van a fiscalizar dichos recursos, cuánto ingresó y cómo se comprobará que esa cantidad fue.

Como dato, el Sistema DIF fue la paramunicipal que más incremento tuvo en su presupuesto para este 2024, donde ejercerá un recurso mayor a los 87 millones de pesos. Estaremos pendientes del tema.

Sin control en las tarifas del transporte público

La intención del Carnaval es ser recaudatorio, para que se recupere el dinero invertido en coronaciones, desfiles y demás eventos que conlleva la máxima fiesta del puerto, pero también se deben cuidar otros aspectos que permitan que este evento esté en la preferencia de los visitantes.

Y es que donde hubo un descontrol total fue en el cobro que el transporte público realizó por sus servicios. Pulmonías, taxistas y aurigas hicieron su agosto cobrando lo que quisieron sin que ninguna autoridad pudiera hacer algo.

Las tarifas, sobre todo los días domingo y martes, cuando se realizaron los desfiles, se incrementaron hasta un 150 por ciento más de lo habitual. Esta situación afecta la imagen del puerto, ya que muchos turistas mejor se iban caminando, aunque estuvieran cansados, antes de pagar el doble o triple de lo que normalmente se cobra por un servicio de estos.

Aunque las autoridades hayan presumido saldo blanco durante la realización del Carnaval de Mazatlán 2024, al no registrarse ningún deceso en el perímetro de la zona carnavalera, durante la máxima fiesta del puerto se vivieron muchas situaciones que no deben de ocurrir.

Y esto es en relación a los que acapararon espacios y rentaron sillas en el Malecón para ver el desfile, además de los que se adueñaron de las calles para cobrar estacionamientos. Y todo ante la mirada cómplice del municipio.

No es secreto que durante el Carnaval hay gente que busca sacar provecho y hacer negocio de todo. Con o sin permiso, se incrementa el número de comerciantes en la ciudad, así como las tarifas y costos de los servicios y productos.

En esta edición del Carnaval no fue la excepción, pero ahora quien se adelantó a hacer negocio fue el Sistema DIF, que disfrazado de "poner orden", se apropió de varios espacios de estacionamiento en la vía pública en los alrededores del Estadio Teodoro Mariscal, como parque Kilómetro 0 y Parque Central, cobrando una "cooperación" de 100 pesos por vehículo.

Aprovechando los eventos de coronación que se llevan a cabo en el inmueble deportivo, recaudó fondos para "aplicarlo en beneficio de los más vulnerables".

La paramunicipal invirtió recurso en mandar hacer unas lonas y en personal que se encargaba de hacer el cobro a los automovilistas y a quienes seguramente tendrá que pagar horas extras.

La intención puede ser buena, pero queda la duda de qué manera se van a fiscalizar dichos recursos, cuánto ingresó y cómo se comprobará que esa cantidad fue.

Como dato, el Sistema DIF fue la paramunicipal que más incremento tuvo en su presupuesto para este 2024, donde ejercerá un recurso mayor a los 87 millones de pesos. Estaremos pendientes del tema.

Sin control en las tarifas del transporte público

La intención del Carnaval es ser recaudatorio, para que se recupere el dinero invertido en coronaciones, desfiles y demás eventos que conlleva la máxima fiesta del puerto, pero también se deben cuidar otros aspectos que permitan que este evento esté en la preferencia de los visitantes.

Y es que donde hubo un descontrol total fue en el cobro que el transporte público realizó por sus servicios. Pulmonías, taxistas y aurigas hicieron su agosto cobrando lo que quisieron sin que ninguna autoridad pudiera hacer algo.

Las tarifas, sobre todo los días domingo y martes, cuando se realizaron los desfiles, se incrementaron hasta un 150 por ciento más de lo habitual. Esta situación afecta la imagen del puerto, ya que muchos turistas mejor se iban caminando, aunque estuvieran cansados, antes de pagar el doble o triple de lo que normalmente se cobra por un servicio de estos.