/ sábado 4 de abril de 2020

Frente común contra la pandemia del Covid-19 en México

A lo largo de las últimas semanas las y los mexicanos nos hemos enfrentado a un bombardeo informativo sobre un acontecimiento de salud de índole internacional, que ha repercutido no solo en la vida económica de los países y sus habitantes, sino que ha trastocado la salud, e incluso la vida de miles de personas.

La llegada de un nuevo virus respiratorio, mejor conocido como COVID-19, en la localidad de Wuhan, China, ha sobrepasado fronteras e impactado actualmente a un gran número de países, y es que el virus respiratorio, según información proporcionada por la Organización Mundial de la Salud, es de transmisión rápida, pues se trata de un virus que causa enfermedad y se puede manifestar como un resfriado común hasta manifestaciones clínicas más severas, como un síndrome respiratorio agudo grave.

En nuestro país, este virus comenzó a manifestarse a partir del 27 de febrero de 2020, y a partir de este, se han incrementado de manera exponencial los casos sospechosos e infectados, siendo que los primeros se derivaban de la importación desde el país origen, China y otros, mientras que ahora, nos encontramos en la fase de dispersión comunitaria, en donde se ha perdido el origen de los contagios, y las personas comienzan a contagiarse unas a otras sin haber tenido contacto con alguna persona importadora del virus.

Nuestras autoridades federales, de manera responsable, han materializado una serie de acciones tendentes a informar a la ciudadaníade los casos detectados; acciones de gobierno para prevenir y atender tales casos; asícomo de las campañas de prevenciónyatencióncontra el COVID-19, siendo entre las medidas adoptadas,el distanciamiento

social con la campaña “Susana Distancia”; de higiene individual con la campaña “Lávatelas manos” con requerimientos específicos sobre la forma y el tiempo adecuados para hacerlo de manera correcta; y, de conferencias diarias sobre la enfermedad en el país y las acciones de gobierno emprendidas.

Ante esta situación que nos envuelve a todas y todos, cada sector ha puesto su aportación para combatir al denominado CORONAVIRUS – COVID 19, acciones como las que las y los diputados adoptamos el pasado 18 de marzo, con la creación de un fondo especial contra COVID-19, por un monto de 180 mil 733 millones de pesos, para, entre otras acciones, disminuir los impactos en la salud, la economía, la productividad, el consumo o el empleo a causa de este virus en México.

No obstante a lo anterior, y como ya es práctica común ante cada situación complicada que nos envuelve, no solo como gobierno, sino como sociedad, salen los detractores para quejarse, criticar y hasta obstaculizar las acciones que se emprenden desde el gobierno central, y si bien, no es momento para politizar y/o polarizar a la ciudadanía, se les olvida a los poseedores de la verdad y pragmáticos neoliberales, que nuestro sistema de salud tiene un atraso significativo que otros ocasionaron, donde otros prefirieron realizar negociazos multimillonarios, y de los cuales ha quedado constancia, de entre muchos, el más emblemático que son los poco más de 320 hospitales que sirvieron como mascarada de corrupción, y que se inauguraron, pero que no estaban siquiera en un 40% de la obra.

Ciertamente no es momento de recordar estos aspectos turbios de los gobiernos anteriores, sino más bien, de sumarnos desde nuestra trinchera, y estar atentos de las recomendaciones de nuestras autoridades federales para sumarnos a las buenas prácticas que nos ayuden a combatir la curva de crecimiento de esta enfermedad, para contrarrestarla lo más pronto posible, y que juntos podamos seguir adelante en la construcción de nuestra sociedad

A lo largo de las últimas semanas las y los mexicanos nos hemos enfrentado a un bombardeo informativo sobre un acontecimiento de salud de índole internacional, que ha repercutido no solo en la vida económica de los países y sus habitantes, sino que ha trastocado la salud, e incluso la vida de miles de personas.

La llegada de un nuevo virus respiratorio, mejor conocido como COVID-19, en la localidad de Wuhan, China, ha sobrepasado fronteras e impactado actualmente a un gran número de países, y es que el virus respiratorio, según información proporcionada por la Organización Mundial de la Salud, es de transmisión rápida, pues se trata de un virus que causa enfermedad y se puede manifestar como un resfriado común hasta manifestaciones clínicas más severas, como un síndrome respiratorio agudo grave.

En nuestro país, este virus comenzó a manifestarse a partir del 27 de febrero de 2020, y a partir de este, se han incrementado de manera exponencial los casos sospechosos e infectados, siendo que los primeros se derivaban de la importación desde el país origen, China y otros, mientras que ahora, nos encontramos en la fase de dispersión comunitaria, en donde se ha perdido el origen de los contagios, y las personas comienzan a contagiarse unas a otras sin haber tenido contacto con alguna persona importadora del virus.

Nuestras autoridades federales, de manera responsable, han materializado una serie de acciones tendentes a informar a la ciudadaníade los casos detectados; acciones de gobierno para prevenir y atender tales casos; asícomo de las campañas de prevenciónyatencióncontra el COVID-19, siendo entre las medidas adoptadas,el distanciamiento

social con la campaña “Susana Distancia”; de higiene individual con la campaña “Lávatelas manos” con requerimientos específicos sobre la forma y el tiempo adecuados para hacerlo de manera correcta; y, de conferencias diarias sobre la enfermedad en el país y las acciones de gobierno emprendidas.

Ante esta situación que nos envuelve a todas y todos, cada sector ha puesto su aportación para combatir al denominado CORONAVIRUS – COVID 19, acciones como las que las y los diputados adoptamos el pasado 18 de marzo, con la creación de un fondo especial contra COVID-19, por un monto de 180 mil 733 millones de pesos, para, entre otras acciones, disminuir los impactos en la salud, la economía, la productividad, el consumo o el empleo a causa de este virus en México.

No obstante a lo anterior, y como ya es práctica común ante cada situación complicada que nos envuelve, no solo como gobierno, sino como sociedad, salen los detractores para quejarse, criticar y hasta obstaculizar las acciones que se emprenden desde el gobierno central, y si bien, no es momento para politizar y/o polarizar a la ciudadanía, se les olvida a los poseedores de la verdad y pragmáticos neoliberales, que nuestro sistema de salud tiene un atraso significativo que otros ocasionaron, donde otros prefirieron realizar negociazos multimillonarios, y de los cuales ha quedado constancia, de entre muchos, el más emblemático que son los poco más de 320 hospitales que sirvieron como mascarada de corrupción, y que se inauguraron, pero que no estaban siquiera en un 40% de la obra.

Ciertamente no es momento de recordar estos aspectos turbios de los gobiernos anteriores, sino más bien, de sumarnos desde nuestra trinchera, y estar atentos de las recomendaciones de nuestras autoridades federales para sumarnos a las buenas prácticas que nos ayuden a combatir la curva de crecimiento de esta enfermedad, para contrarrestarla lo más pronto posible, y que juntos podamos seguir adelante en la construcción de nuestra sociedad