/ martes 20 de diciembre de 2022

Ajo y agua | Una final de película

Algunas selecciones importantes quedaron a la deriva, como es el caso de Alemania, Uruguay, México, Dinamarca, Bélgica y Ecuador, todas ellas eliminadas en la primera fase. Posteriormente, España fue eliminada en los octavos de final. Brasil, Países Bajos, Portugal e Inglaterra, que pintaban para grandes cosas, también quedaron fuera.

Hay que recalcar que los equipos que participaron entre los mejores ocho países sólo los dirigían directores técnicos de su propio país, no había ningún extranjero.

La gran sorpresa y revelación fue Marruecos por el gran desempeño que tuvo, eliminando a España y Portugal, selecciones que aspiraban a llegar a semifinales. Esta selección africana llamó mucho la atención en el mundo. Seguro varios jugadores se irán a Europa por el gran desempeño que tuvieron en este certamen.

Las semifinales fueron muy atractivas. En teoría, los grandes favoritos eran Argentina y Francia, como así sucedió. Parece que el destino estaba programado para ello. Ese gran duelo llamó mucho la atención en el mundo por el enfrentamiento directo entre Lionel Messi y Kylian Mbappé. Dos grandes figuras de cada selección. En su momento sugerí un ejercicio, que si Argentina jugase sin Messi y Francia sin Mbappé, ¿qué equipo podría mostrarse más fuerte sin ellos dos?

Muchos compañeros y expertos en la materia comentaron, en su mayoría, que Francia era más fuerte sin su mejor jugador. Esto dio a entender que el peso de Messi en la final fue fundamental para cumplir su sueño de levantar por primera vez una Copa del Mundo en un total de cinco participaciones, para conseguir el trofeo que le faltaba. Messi prácticamente lo ha ganado todo, desde Mundial juvenil, Juegos Olímpicos, torneos de Liga, Champions League, Copa América, Pichichis, Botas de Oro, Balones de Oro y toda esa suma de triunfos y de éxito obviamente lo ha impulsado a llegar a lo más alto de los considerados mejores jugadores de todos los tiempos.

Con este logro, que fue un duelo muy emotivo en el cual Argentina mostró en la primera parte una superioridad en lo táctico y estratégico que ayudó a ponerse en ventaja por dos goles en el marcador. Cuando Deschamps se vio superado ampliamente tuvo que hacer dos cambios obligados. Hasta el segundo tiempo hubo reacción. Llegó un poco tarde, ya que a falta de 20 minutos, y con más cambios en el cuadro galo, sirvió para que el juego francés fuera más intenso, al grado que con el penalti anotado por Mbappé acercó a su equipo a una remontada. Tres minutos después con una pared con Thuram remató con una volea espectacular, que le dio vida a los franceses que forzó los tiempos extras. Esta igualada fue de poder a poder entre Messi y Mbappé.

En la cabeza de Deschamps seguramente habrá rondado en su postura, algo que lamentará toda su vida, de no haber contado con Karim Benzema en momentos importantes como fue la final. El capricho por ese mal rollo que existe con el delantero del Real Madrid entre el técnico y seguramente algún jugador o integrante de la selección francesa le cerraron las puertas a un jugador que siendo Balón de Oro lo despreciaron en un momento tan importante, que les habría ayudado a obtener el bicampeonato e igualar a Italia en 1934 y 1938 y después Brasil en 1956 y 1962. De esa forma se quedaron con esa duda ya que la mala gestión con Benzema les cobró factura. Estoy convencido como ha pasado en el Real Madrid, que es uno y otro sin Benzema. Francia fue otra, con él hubiera sido diferente, pero el hubiera no existe en el futbol ni en la vida.

Esto sirvió para que hubiese más dramatismo y emoción en los tiempos extras, con un cierre espectacular de una Copa del Mundo, como la más emotiva de todos los tiempos. Para hacerlo más cardíaco, Messi anotó ese tercer gol, que sirvió para poner arriba a Argentina. Cuando se preparaba la celebración, vino nuevamente Mbappé para hacer otra travesura y provocar un penalti, donde no perdonó para igualar la contienda y alargar el dramático final.

Para dar por terminado con broche de oro este script que parecía preparado, llegó la tanda de penaltis. Donde la presencia de Emiliano Martínez fue importante. El Dibu se creció, especialmente en esa última jugada de último minuto de los tiempos extra.

Martínez rechazó el disparo de Kolo Muani, que eso le hubiera dado el título a Francia.

Los penaltis, lo digo por experiencia propia, siempre van a ser muy emocionantes. Tirarlo parece fácil, pero no lo es. Y menos cuando se trata de una final de Copa del Mundo, por lo que significa y por la importancia que tiene. Fue así como le tocó tirar el último a Montiel, que sentenció la película, que parecía producida y dirigida por argentinos para encumbrar la figura de Messi y dejar abierta una nueva era de Mbappé, hizo que Lionel fuera considerado en la cabeza de los más grandes. Messi no se ha retirado, por eso no puede ser leyenda todavía, pero cuando se retire ese adjetivo lo tiene más que garantizado. El que Maradona le haya puesto muy difícil a Leo el ganarse el reconocimiento de casi todos los argentinos es por los méritos y logros de toda una trayectoria. Todavía hay muchos en Argentina que piensan que Maradona es el número uno, a Messi le faltaba un Mundial, pero ya que lo tiene ha igualado a Diego y en cuantos a logros lo ha superado. Aunque para mí el Rey sigue siendo Pelé.

Así que esperaremos, y ojalá sea por mucho tiempo, que Messi nos siga deleitando con su buen juego y que no se retire hasta que agote la última gota de gasolina. Ya cuando lo haga seguirá existiendo la duda de quién es el más grande de Argentina. ¿Maradona o Messi? Creo que dadas las circunstancias, Messi ha superado a Diego, futbolísticamente hablando, el reconocimiento fue tardío, pero la ausencia física de Maradona sirvió para que los argentinos, que necesitan siempre de un ídolo, lo encontraran inmediatamente.

Ahora con este título mundial, la gran mayoría, y no solamente en Argentina, aumentará su reconocimiento hacía Messi, el cual hemos disfrutado todos en esta gran final de la Copa del Mundo en Qatar, que ha sido la más emotiva de todos los tiempos. Desde que tengo vida no había visto algo igual.

¡Que te lo digo yo!

Algunas selecciones importantes quedaron a la deriva, como es el caso de Alemania, Uruguay, México, Dinamarca, Bélgica y Ecuador, todas ellas eliminadas en la primera fase. Posteriormente, España fue eliminada en los octavos de final. Brasil, Países Bajos, Portugal e Inglaterra, que pintaban para grandes cosas, también quedaron fuera.

Hay que recalcar que los equipos que participaron entre los mejores ocho países sólo los dirigían directores técnicos de su propio país, no había ningún extranjero.

La gran sorpresa y revelación fue Marruecos por el gran desempeño que tuvo, eliminando a España y Portugal, selecciones que aspiraban a llegar a semifinales. Esta selección africana llamó mucho la atención en el mundo. Seguro varios jugadores se irán a Europa por el gran desempeño que tuvieron en este certamen.

Las semifinales fueron muy atractivas. En teoría, los grandes favoritos eran Argentina y Francia, como así sucedió. Parece que el destino estaba programado para ello. Ese gran duelo llamó mucho la atención en el mundo por el enfrentamiento directo entre Lionel Messi y Kylian Mbappé. Dos grandes figuras de cada selección. En su momento sugerí un ejercicio, que si Argentina jugase sin Messi y Francia sin Mbappé, ¿qué equipo podría mostrarse más fuerte sin ellos dos?

Muchos compañeros y expertos en la materia comentaron, en su mayoría, que Francia era más fuerte sin su mejor jugador. Esto dio a entender que el peso de Messi en la final fue fundamental para cumplir su sueño de levantar por primera vez una Copa del Mundo en un total de cinco participaciones, para conseguir el trofeo que le faltaba. Messi prácticamente lo ha ganado todo, desde Mundial juvenil, Juegos Olímpicos, torneos de Liga, Champions League, Copa América, Pichichis, Botas de Oro, Balones de Oro y toda esa suma de triunfos y de éxito obviamente lo ha impulsado a llegar a lo más alto de los considerados mejores jugadores de todos los tiempos.

Con este logro, que fue un duelo muy emotivo en el cual Argentina mostró en la primera parte una superioridad en lo táctico y estratégico que ayudó a ponerse en ventaja por dos goles en el marcador. Cuando Deschamps se vio superado ampliamente tuvo que hacer dos cambios obligados. Hasta el segundo tiempo hubo reacción. Llegó un poco tarde, ya que a falta de 20 minutos, y con más cambios en el cuadro galo, sirvió para que el juego francés fuera más intenso, al grado que con el penalti anotado por Mbappé acercó a su equipo a una remontada. Tres minutos después con una pared con Thuram remató con una volea espectacular, que le dio vida a los franceses que forzó los tiempos extras. Esta igualada fue de poder a poder entre Messi y Mbappé.

En la cabeza de Deschamps seguramente habrá rondado en su postura, algo que lamentará toda su vida, de no haber contado con Karim Benzema en momentos importantes como fue la final. El capricho por ese mal rollo que existe con el delantero del Real Madrid entre el técnico y seguramente algún jugador o integrante de la selección francesa le cerraron las puertas a un jugador que siendo Balón de Oro lo despreciaron en un momento tan importante, que les habría ayudado a obtener el bicampeonato e igualar a Italia en 1934 y 1938 y después Brasil en 1956 y 1962. De esa forma se quedaron con esa duda ya que la mala gestión con Benzema les cobró factura. Estoy convencido como ha pasado en el Real Madrid, que es uno y otro sin Benzema. Francia fue otra, con él hubiera sido diferente, pero el hubiera no existe en el futbol ni en la vida.

Esto sirvió para que hubiese más dramatismo y emoción en los tiempos extras, con un cierre espectacular de una Copa del Mundo, como la más emotiva de todos los tiempos. Para hacerlo más cardíaco, Messi anotó ese tercer gol, que sirvió para poner arriba a Argentina. Cuando se preparaba la celebración, vino nuevamente Mbappé para hacer otra travesura y provocar un penalti, donde no perdonó para igualar la contienda y alargar el dramático final.

Para dar por terminado con broche de oro este script que parecía preparado, llegó la tanda de penaltis. Donde la presencia de Emiliano Martínez fue importante. El Dibu se creció, especialmente en esa última jugada de último minuto de los tiempos extra.

Martínez rechazó el disparo de Kolo Muani, que eso le hubiera dado el título a Francia.

Los penaltis, lo digo por experiencia propia, siempre van a ser muy emocionantes. Tirarlo parece fácil, pero no lo es. Y menos cuando se trata de una final de Copa del Mundo, por lo que significa y por la importancia que tiene. Fue así como le tocó tirar el último a Montiel, que sentenció la película, que parecía producida y dirigida por argentinos para encumbrar la figura de Messi y dejar abierta una nueva era de Mbappé, hizo que Lionel fuera considerado en la cabeza de los más grandes. Messi no se ha retirado, por eso no puede ser leyenda todavía, pero cuando se retire ese adjetivo lo tiene más que garantizado. El que Maradona le haya puesto muy difícil a Leo el ganarse el reconocimiento de casi todos los argentinos es por los méritos y logros de toda una trayectoria. Todavía hay muchos en Argentina que piensan que Maradona es el número uno, a Messi le faltaba un Mundial, pero ya que lo tiene ha igualado a Diego y en cuantos a logros lo ha superado. Aunque para mí el Rey sigue siendo Pelé.

Así que esperaremos, y ojalá sea por mucho tiempo, que Messi nos siga deleitando con su buen juego y que no se retire hasta que agote la última gota de gasolina. Ya cuando lo haga seguirá existiendo la duda de quién es el más grande de Argentina. ¿Maradona o Messi? Creo que dadas las circunstancias, Messi ha superado a Diego, futbolísticamente hablando, el reconocimiento fue tardío, pero la ausencia física de Maradona sirvió para que los argentinos, que necesitan siempre de un ídolo, lo encontraran inmediatamente.

Ahora con este título mundial, la gran mayoría, y no solamente en Argentina, aumentará su reconocimiento hacía Messi, el cual hemos disfrutado todos en esta gran final de la Copa del Mundo en Qatar, que ha sido la más emotiva de todos los tiempos. Desde que tengo vida no había visto algo igual.

¡Que te lo digo yo!