China detiene al exdirector de Interpol acusado de corrupción

Meng, ahora expresidente de la Interpol, está detenido por corrupción

CARLOS SIULACORRESPONSAL

  · lunes 8 de octubre de 2018

Foto: AFP

PARIS, Francia – El chino Meng Hongwei, que se hallaba desaparecido desde el 29 de septiembre, renunció ayer a la presidencia de Interpol en un enigmático mensaje enviado desde China y su esposa Grace lanzó en Francia un llamamiento internacional afirmando que su marido "corre peligro”.

La dimisión “con efecto inmediato” del dirigente chino fue anunciada por Interpol en un documento oficial, pero sin explicar de qué forma recibió la renuncia. La declaración tampoco indica que el presidente del organismo, elegido en 2016 por un mandato de cuatro años, se encuentra desaparecido desde hace unos 10 días.


Ningún indicio permite saber si Meng tomó su decisión con toda libertad o actuó bajo presión.

Su cargo fue asumido en forma interina por el coreano Kim Jong Yang, que ocupaba la primera vicepresidencia del Comité Ejecutivo de Interpol.

Poco antes, el gobierno de Pekín había reconocido por primera vez que Meng estaba siendo investigado "por sospechas, de acuerdo a las cuales habría violado la ley”. Sin decir que se encontraba detenido, la aclaración fue suministrada a través de un comunicado difundido por el sitio web de la Comisión Nacional de Supervisión, encargada de los casos de corrupción de los funcionarios públicos chinos.

Foto: AFP

Esa explicación constituye una respuesta de las autoridades de Pekín a una presentación oficial realizada por Interpol exigiendo una "aclaración" sobre el paradero de su jefe.

El dirigente, de 64 años, no había dado más noticias suyas desde el 29 de septiembre, fecha en que viajó a China desde Estocolmo y no de Lyon (centro de Francia), donde tiene su sede la organización internacional de lucha contra el crimen.

Esa serie de acontecimientos se precipitaron por la noche (en Francia), cuando ya era la madrugada en China. Pocas horas antes, la esposa del dirigente desaparecido, Grace, había lanzado un grito de alarma y un llamamiento a la opinión pública internacional.

“Mi marido corre peligro”, dijo durante un contacto con la prensa que mantuvo ayer en un hotel de la ciudad francesa de Lyon.

Hablando de espaldas a las cámaras por razones de seguridad, indicó que el 25 de septiembre —cuatro días antes de su desaparición— Meng le había enviado un escueto mensaje: "Espera mi llamado", le dijo a través de una red social.

Después le hizo llegar un segundo mensaje que contenía solo un emoticón —con la imagen de un cuchillo—, que indicaba una situación de peligro. “No estoy segura sobre qué le ha ocurrido", comentó.

En una declaración en chino e inglés, leída con voz temblorosa, la mujer apeló a la comunidad internacional a intervenir para aclarar el paradero de su marido.

La primera explicación de las autoridades chinas sobre el paradero de Meng tiende a confirmar que su caso encierra una situación poco clara que tiene, probablemente, un trasfondo político (ver aparte).