Escuinapa, Sin.- El contar albergue o espacios para los niños de familias de jornaleros migrantes se ha convertido en una necesidad apremiante en la zona del valle de Escuinapa.
Con el inicio de la temporada de producción de hortalizas en la zona del valle del municipio, la presencia de niños en las parcelas sigue siendo un fenómeno que no se puede lograr controlar.
Jorge "N" quien es conductor de una unidad de transporte de personal al campo, comentó que todos los días se observan menores corriendo y jugando entre los surcos de las parcelas.
"Esto es de todos los días, la gente que viene a trabajar de allá del sur trae sus propios carros para moverse a trabajar, muchas veces esos carros traen más chamaquitos que gente mayor, son niños que ahí vemos correr en los surcos".
Destacó que este es un riesgo latente, ya que cada temporada se presentan accidentes que han cobrado la vida de muchos niños.
"Hay habido casos en que los niños se intoxican con el fertilizante que echan en las plantas, también que han sido atropellados por las camionetas que se mueven en las parcelas, ellos no miden el peligro que se tiene y cuando menos piensa uno, ya nos cajiamos".
Agregó que la presencia de los menos en los campos se da por la falta de espacios donde estos puedan ser dejados por sus papás quienes se van a trabajar.
"Son dos cosas, una es que a ellos no les gusta pagar quien les cuide a los niños, prefieren tenerlos aquí en las parcelas y otra es que no tienen un lugar seguro donde dejarlos, el único lugar es el albergue de la Isla del Bosque y ya está lleno".
Al concluir, dijo que es necesario que el Gobierno se aplique y brinde los instrumentos necesarios para evitar a la mayor posibilidad de que se sigan llevando a los niños a los campos.
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