El viernes 16 de octubre del 2009 alrededor de 350 alumnos fueron evacuados de las instalaciones del Colegio Anglo Moderno de Mazatlán, ubicado en ese entonces en el fraccionamiento Lomas de Mazatlán; ese día, cerca de las 12:00 horas, dio inicio una balacera en la parte exterior del plantel educativo, luego de que un convoy de soldados arribó a una residencia de la calle Cerro del Cubilete, justo a espaldas del colegio, tras recibir el reporte de personas armadas en ese domicilio.
Aproximadamente 30 minutos duró la refriega entre las fuerzas militares, policías estatales y municipales, quienes arribaron minutos después para auxiliar en el operativo, contra los sicarios.
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Los docentes y alumnos del plantel vivieron momentos de angustia y preocupación al escuchar las detonaciones de las armas y aún más cuando los sicarios intentaron meterse al instituto por la azotea, tratando de huir de las balas provenientes de los uniformados.
Cuando la balacera terminó se desplegó un operativo por el fraccionamiento, las viviendas de los alrededores junto con el colegio fueron evacuadas. De este suceso resultaron dos presuntos sicarios muertos y siete detenidos, entre ellos una mujer.
Desde entonces y hasta el 30 de agosto, y más recientemente el 7 de octubre, al menos en el puerto de Mazatlán no se habían encendido las alarmas por un caso similar, sino hasta que un centro de bachillerato y una escuela secundaria recibieron amenazas de balaceras al interior de sus planteles.
Actualmente, en ninguna de las 677 escuelas que se tienen en el puerto, desde preescolar hasta educación media superior, se realizan simulacros para que el alumnado y los maestros sepan cómo reaccionar ante cualquier hecho violento que se registre dentro o a los alrededores de los planteles
Amenaza de balacera
Fue en la madrugada del martes 30 de agosto cuando a 15 alumnos de un grupo del Cbtis 51, ubicado en la colonia Villa Galaxia, les llegó un mensaje vía correo electrónico que puso en alerta a la comunidad estudiantil, autoridades educativas, de seguridad pública y a los padres de familia.
"Si no quieren morir no vayan al salón porque va a haber una balacera", decía el mensaje enviado desde un correo externo a los correos institucionales de dichos alumnos.
La primera línea de investigación de las autoridades apuntaba a que se trataba de una falsa alarma, que solo era una broma, pero el caso fue tomado con seriedad.
"Como DGETI tenemos protocolos de seguridad de los planteles para varias circunstancias que incluyen diferentes tipos de actividades antes, durante y después de ciertas eventualidades, como terremotos, inundaciones, tiroteos, dentro y fuera de la escuela, accidentes en el camión escolar, intentos de suicidio dentro del plantel", señaló Jorge Gil Ureña, director del Cbtis 51.
Debido a que a los alrededores del plantel se vivía una ola de robos y asaltos, se preveía fortalecer los mecanismos de seguridad de la institución, incluso apenas el día lunes 29 de agosto se había implementado el Segurichat, una estrategia de atención ciudadana cuyo objetivo es brindar atención de manera inmediata como herramienta de 911.
Además, a través de simulacros, se tenía la intención de preparar a los alumnos y docentes sobre cómo actuar ante diferentes eventualidades; nunca imaginaron que las circunstancias los obligarían a actuar antes de lo establecido.
Durante el transcurso de ese día se resguardó el plantel y se dio aviso a las autoridades competentes. Posteriormente se instaló el Comité de Seguridad de la escuela, el cual se instituyó originalmente para cuestiones del Covid-19. En él participan maestros, directivos y guardias de seguridad.
Siguiendo el protocolo de seguridad en cuestión de 30 minutos cada quien sabía lo que tenía que hacer. Se procedió a identificar los puntos vulnerables o de fácil acceso a la escuela, se compró un detector de metales, se puso la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público y la Fiscalía, también se emitió un comunicado a la comunidad escolar y padres de familia informando de las acciones.
"Sabiendo nosotros lo que teníamos que hacer, fue lo que nos ayudó mucho. Nosotros no lo podíamos tomar como una broma. Cambiamos nuestros protocolos de seguridad. Nunca habíamos pensado poner un detector de metales en nuestra entrada", agregó Gil Ureña.
El día siguiente se llevó a cabo un operativo de proximidad por parte del personal de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Protección Civil, Programas Preventivos, Uneprevif y K9 para darle seguridad a esta escuela a la que asisten más de dos mil alumnos y laboran más de 150 trabajadores.
"Nos cambió la vida, llegar a pensar de venir a la escuela y que a lo mejor no vas a regresar a tu casa, si nos pasó por la mente", expresó.
Ese día solo asistió el 40% del alumnado y se fueron incorporando gradualmente en el transcurso de la semana. Mientras que el grupo que recibió la amenaza no asistió a clases hasta el día lunes 5 de septiembre.
No hay interés en las escuelas por este protocolo
Las escuelas se siguen considerando como uno de los espacios más seguros con los que cuenta la sociedad, pero debido a los crecientes hechos de violencia en algunas ciudades de México, por iniciativa de los mismos docentes se han llevado a cabo simulacros de balaceras en las instituciones educativas; el más reciente el que se llevó a cabo en una primaria de Guaymas, Sonora, generado debate entre la ciudadanía sobre la pertinencia de realizar este tipo de ejercicios, unos a favor, otros en contra.
El titular de Protección Civil Municipal, Eloy Ruiz Gastelum, aseguró que en Mazatlán las instituciones educativas solicitan a esta coordinación cursos de capacitación constante en cuanto a las medidas de prevención general, pero no específicamente en casos de agresión con armas de fuego o amenazas de bomba, ya sea en un plantel educativo o fuera de el.
"No es muy común ese tipo de problemas, esperemos y que realmente nunca se llegue a presentar o suscitar, recuerdo que el último incidente que tuvimos de esa naturaleza fue hace bastantes años en un colegio privado que ya no está físicamente ahí", dijo.
Como tal, este protocolo no forma parte de ningún plan de estudios o materia, tampoco las escuelas, por iniciativa propia, han decidido llevar a cabo simulacros con maestros y alumnos en el tema a manera de prevención, confirmó el jefe de Servicios Regionales de la SEPyC, José Juan Rendón Gómez.
Reconoció qué es un tema difícil de tratar, sobre todo con los padres de familia, pero que a fin de cuentas si se realizan es con la finalidad de la prevención y el autocuidado.
"Tendría que buscarse la forma de que Protección Civil otra vez capacite a los directores de las aulas para las circunstancias, que hasta ahorita se han quedado en amenazas nada más", aseguró.
¿En qué terminó la amenaza?
Tras rastrear las cuentas de correo de donde provenían las amenazas que recibieron los 15 alumnos del Cbtis 51, se encontró que eran cuentas que no tenían actividad y que su base estaba en Irlanda del Norte.
Se relacionó que los alumnos utilizaron el correo institucional para registrarse a un conocido videojuego "battle royale" (batalla real) y que como parte de su algoritmo era enviar mensajes a los participantes para que ingresaran a jugar.
Gil Ureña explicó que se descartó que los mensajes los hubiese enviado algún alumno de la institución a modo de broma, pues de ser así tenía toda la base de datos para enviar el correo a todos los alumnos, pero la amenaza llegó solo a un grupo y a ciertos compañeros.
Otro caso reciente
El pasado 7 de octubre cuerpos de emergencia se movilizaron en el puerto debido a que en redes sociales comenzó a circular un mensaje en el que se amenazaba con llevar a cabo un tiroteo ese día en la escuela secundaria Antonio Toledo Corro, ubicada en la Colonia Valle Bonito.
Tras el pánico en la comunidad estudiantil, las autoridades optaron por evacuar la escuela y mandar a los alumnos a su casa a fin de salvaguardar su integridad. Finalmente la investigación apuntó una falsa alarma.
¿Qué dice el protocolo?
El Protocolo de Seguridad para los Centros Educativos Federales de Educación Media Superior integra un conjunto de reglas, conductas y acciones en el que se observan para prevenir, atender, gestionar y resolver de manera exitosa una crisis determinada.
El protocolo tiene el objetivo de empoderar, guiar y acompañar a los y los directores, docentes y alumnos del plantel del tipo medio superior en materia de prevención, atención y gestión de las distintas eventualidades que pudieran poner en riesgo su integridad física, psicológica y social.
En este documento se precisa que ante un caso de enfrentamientos con armas de fuego en los alrededores del plantel, tanto alumnos como docentes deberán conocer con anticipación las áreas de seguridad y rutas de evacuación.
Durante la eventualidad deberán mantener la calma y si al escuchar la alarma se encuentran en el patio, jardín o canchas, deben resguardarse en un lugar seguro, por ejemplo, aulas, bibliotecas, talleres, laboratorios.
Se agrega que deberán recostarse en el piso boca abajo, con los brazos a los costados y sin levantar la cabeza, lejos de puertas y ventanas, así como permanecer en silencio y apagar el celular; además de que deberán evitar actos como correr o asomarse por las ventanas, entrar en contacto con los agresores, tomar fotografías o videos del suceso.
Este manual también precisa que la comunidad escolar debe participar en las dinámicas que se realicen para fortalecer una cultura de paz, de resolución no violenta de conflictos en el aula y de rechazo frontal hacia la violencia, entre ellas la realización de dos simulacros de los contenidos en este protocolo de seguridad, por lo menos dos veces por semestre.
"Está escrito, pero lo que falta es hacerlo", reconoció el director del Cbtis 51.
Seguridad interna
Cómo parte de la seguridad interna del Cbtis 51, cada alumno cuenta con una credencial de estudiante, la cual al pasar por un escáner debe aparecer su nombre y entonces un torniquete, a través de una aplicación digital, manda un mensaje al padre de familia que su hijo entró a la escuela, lo mismo cuando sale.
"Se va a reforzar más la seguridad, se van a colocar pantallas que van a hacer una lectura biométrica y que tiene que coincidir con la credencial y vamos a poner detectores de metal de puertas como los que hay en los aeropuertos, actualmente hay 16 cámaras de seguridad y vamos a poner otras 16", mencionó.
En el inmueble hay además dos alarmas, cuando estas suenan los alumnos saben que es una señal para bajar a nivel del piso.
En corto
- El viernes 16 de octubre del 2009 alrededor de 350 alumnos fueron evacuados del Colegio Anglo Moderno de Mazatlán debido a una balacera que se registró en la parte exterior del plantel.
- Durante la madrugada del 30 de agosto del 2022, a 15 alumnos de un grupo de la preparatoria Cbtis 51 les llegó un mensaje vía correo electrónico en que se les decía: "Si no quieren morir no vayan al salón porque va a haber una balacera". Al final fue una falsa alarma.
- El 7 de octubre de 2022 circuló en redes sociales un mensaje en el que se amenazaba con llevar a cabo un tiroteo en la secundaria Antonio Toledo Corro. También fue falsa alarma.
