Mazatlán, Sin.- Este lunes se llevó a cabo la reapertura oficial de la zona arqueológica Las Labradas. El acto convocó a miles de personas que acudieron a recargarse de energía y a celebrar el Equinoccio de Primavera, punto crucial en el calendario y en la vida del planeta.
El evento, que contó con el apoyo de la Guardia Nacional, Protección Civil, Seguridad Pública, Cruz Roja y Bomberos, fue arropado por poco más de 4 mil personas vestidas de blanco para dar la bienvenida al Equinoccio de Primavera en esta zona arqueológica.
Puedes leer: Invitan al Equinoccio de primavera en Las Labradas
El director del INAH en Sinaloa, Servando Rojo Quintero, destacó la importancia de Las Labradas por ser la única zona arqueológica de México a la orilla de la playa, asentada sobre una reserva natural conocida como La Meseta de Cacaxtla.
Por su parte, el presidente municipal de San Ignacio, Octavio Bastidas, habló sobre la conveniencia de impulsar políticas públicas para detonar el desarrollo de la comunidad de La Chicayota, que forma parte del entorno natural de la zona.
Destacó que en materia de obra pública el gobierno de Sinaloa ya asignó recursos en el presupuesto para pavimentar el camino de acceso a Las Labradas, obra que detonará el desarrollo económico de la región.
Mientras tanto, la secretaria de Turismo de Sinaloa, Rosario Torres Noriega, habló de la instrucción del gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, para que las instituciones trabajen de manera coordinada a favor del progreso de los pueblos.
"En el caso de Las Labradas tenemos que implementar acciones para que esta zona arqueológica, única en las playas de México con antiguos petroglifos grabados en las rocas, reciba visitantes todo el año", dijo.
Una exposición fotográfica en la Sala Introductoria, un recorrido sobre las piedras labradas, la presencia de los bramadores de Cosalá, juegos de ulama, una mesa redonda sobre Chametla, arqueología e historia; la presentación del libro “Jesuitas y Franciscanos en las fronteras de la Nueva España”, la danza del venado, música prehispánica y rituales de limpieza energética, fueron parte de las actividades durante la celebración del Equinoccio de la Primavera en la zona arqueológica.
