“Nora” dejó las calles intransitables en Jacarandas

Con palas y escobas, vecinos del asentamiento realizan todavía limpieza de sus viviendas

Carla González | El sol de Mazatlán

  · jueves 2 de septiembre de 2021

Vecinos de Jacarandas limpian las calles. Foto: Carla González | El sol de Mazatlán

Mazatlán, Sin.- Con pala en mano, don Antonio Cortés, vecino de la calle Anaxágoras en el fraccionamiento Jacarandas, trata de retirar todo el lodazal que quedó frente a su casa después de las lluvias que dejó la tormenta "Nora" en el puerto, que ocasionaron que el arroyo Jabalines se desbordara.

Esta vialidad es de las pocas que faltan de pavimentar en este asentamiento y por lo tanto es la que más daños sufre con las lluvias, tanto así que queda en condición intransitable.

Ya van dos carros que ha perdido debido a las inundaciones; en esta ocasión, comenta que no le fue tan mal, pues a pesar de que sí subió el nivel del agua, les llegó sólo debajo de la rodilla, cuando en otros años subía hasta la cintura.

"Ayudó lo que se hizo en el arroyo, con el revestimiento, porque con el agua que cayó es para que nos hubiera llegado hasta la cintura, de todas maneras no deja de afectar con todo esto, porque la calle no se ha pavimentado", comentó.

Agregó que en otros años, al día siguiente el Ayuntamiento enviaba maquinaria y camiones de volteo para lavar las calles y retirar el lodazal, pero que ahora nadie se ha parado por ahí.

"Nadie se paró por esta calle, de las autoridades, ni antes ni durante ni después. El presidente municipal sí anduvo en el fraccionamiento, pero nada más allá a lo limpiecito, para acá hubiera venido, donde está el cochinero, porque no quieren pavimentar esta calle", agregó.

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Pese a las “barreras” que se ponen, el agua se mete a las casas. Foto: Carla González | El sol de Mazatlán

Doña Margarita Sánchez, con su escoba ya desgastada, barre todavía las basuras y residuos de lodo de su banqueta; a pesar de que puso una protección en su puerta, no evitó que el agua se le metiera hasta la cocina.

"Se nos metió el agua, por aquí así nos llegó (señalando debajo de la rodilla), se metió mucha, pero no venía tan sucia, porque antes era con lodo y todo. Tenía dos noches sin dormir, porque anunciaban la tormenta, dormía y despertaba y me asomaba por la ventana, ya que el agua cruza de aquel lado del camellón a este digo: ‘ahora sí hay que subir las cosas’", añadió.

Su casa es de una planta y sus hijos le construyeron un cuartito en la azotea para resguardarse junto con sus pertenencias más importantes, aunque no todo se puede rescatar siempre.

"Aquí está mi hija con mis dos nietas, les dije que en una bolsa de plástico echaran zapatos y los útiles escolares para subirlos al cuartito, los colchones nomás los subimos uno arriba del otro, ahora no perdí ningún mueble", contó.

Foto: Carla González | El sol de Mazatlán

Menciona que tiene 30 años viviendo en el asentamiento, desde entonces ya se ha gestionado en numerosas ocasiones la pavimentación de la calle; introdujeron tubería hidrosanitaria, pero nunca se pavimentó.

Al realizar un recorrido por los márgenes del arroyo Jabalines se observó que, a tres días del paso del huracán, aún hay vialidades encharcadas y con lodazal, sobre todo las que son de terracería, como la Framboyanes y la Anaxágoras; también por la calle Cedros se ve el acumulamiento de arena y alcantarillas rebosando aguas negras.

FALLAS

El servicio de agua potable se vio afectado en la colonia, aún no hay presión al 100 por ciento, sale poca y muy sucia; también el servicio de recolección de basura, que dejó de pasar desde el sábado por la lluvia, pero para este martes que le tocaba otra vez no se había restablecido.



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