Escuinapa.- Son cientos de historias y leyendas de apariciones del diablo, las que se cuentan en el sur de Sinaloa, en donde Escuinapa no es la excepción, y la que llega ahora es poco conocida entre los pobladores, pero según los que fueron testigos, fue real y sucedió hace tres décadas aproximadamente.
Esta anécdota, como muchas en las que tiene participación el maligno, tiene un desenlace fatal, ya que según quienes la cuentan, una joven mujer terminó por quitarse la vida, al haber visto al también llamado “Luzbel”.
El hecho ocurrió en el año de 1989, época en la cual los bailes con grupos románticos se encontraban en su ‘mero apogeo’, y Escuinapa era un lugar donde las personas acostumbraban ir a bailar cuando estos grupos se presentaban en el municipio, o en los poblados de los alrededores.
En aquella ocasión Los Freddy's era el grupo que se presentaría en Escuinapa, en el muy conocido centro de baile “Centro Social Hidalgo”, el cual se encuentra en el corazón de la cabecera municipal, sobre la calle Miguel Hidalgo, a unos cuantos metros del Palacio Municipal.
Al igual que muchos jóvenes, María, una jovencita de 21 años, andaba entusiasmada por acudir a este evento.
Pocos días antes de que se llevara a cabo el baile, María terminó su relación con su novio, pero eso no era impedimento para que ella acudiera al evento. Llegado el día, se alistó y al igual que cientos de personas, hizo presencia en el abarrotado centro de baile.
La música comenzó a sonar y las parejas de inmediato se fueron a bailar, al igual que María, había hombres y mujeres que habían acudido sin pareja, por lo que de inmediato empezó a buscar quién la acompañara a la pista.
Varios hombres se habían acercado a invitar a bailar a la joven y guapa señorita, pero ella no aceptó la invitación de ninguno, sólo se mantenía escuchando la música.
En eso se acerca un hombre vestido elegante, con traje negro y una texana, con quien después de cruzar dos o tres palabras accedió a entrar a la pista de baile. Así estuvieron, bailando toda la noche.
Al terminar el baile, María se iba a regresar sola a su casa, pero el elegante caballero le ofreció llevarla en su vehículo. Al llegar a su domicilio, María le preguntó a su compañero de baile dónde vivía, a lo que él amablemente le escribió su dirección en un pañuelo.
Al día siguiente, María tomó el pañuelo y se fue hacia la dirección señalada por el apuesto hombre, para hacerle una visita.
Pero al llegar al sitio señalado, la joven mujer se llevó una aterradora sorpresa, ya que en la dirección se encontraba una casa abandonada y en el exterior el vehículo en el que el hombre la había llevado a su casa. Intrigada y con mucho miedo, María ingresó al lugar.
Al estar dentro, observó el traje del hombre colgado en una vieja silla, luego volteó a un costado y vio al hombre parado en el umbral de una puerta, al observarlo fijamente, se dio cuenta que sus pies eran pezuñas, y las manos las tenía de color rojo, como si fuera fuego vivo.
La mujer salió corriendo a su casa y por muchos días nadie la vio. Luego se supo que se había quitado la vida.
Hay quienes aseguran que el diablo, siempre que había un evento de este tipo en el municipio, buscaba a una mujer para bailar con ella toda la noche, así como lo hizo con María, quien no aguantó el hecho de haber bailado con el mismísimo Lucifer.
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EL RELATO
Este hecho ocurrió en el año de 1989, en el muy conocido local de baile “Centro Social Hidalgo”, de Escuinapa.
PARA SABER
Esta leyenda es contada por las personas mayores de Escuinapa, algunas de las cuales dicen haber sido testigos de cómo María bailó y bailó toda una noche, con el mismísimo diablo en persona.
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