Mazatlán, Sin.- A los locatarios del mercado municipal Flores Magón, ubicado en la colonia del mismo nombre, la Jumapam les exige el pago de un adeudo por más de un millón de pesos.
Una de las locatarias, que pidió permanecer en el anonimato, cuenta que al entrar Luis Guillermo Benítez Torres a la presidencia municipal, llegó un día el administrador del centro de abastos a decirles que tenían un adeudo que se había acumulado desde hace seis años y que lo tenían que pagar.
La cuestión está en que este adeudo corresponde al medidor colectivo que anteriormente entre todos los locatarios pagaban, cuando estaban en el viejo mercado. Al ser remodelado, inaugurado y entregado en el 2013, a cada local se le puso un medidor independiente.
"Cuando estábamos en el mercado viejo, teníamos una llave colectiva, un solo medidor y la pagábamos entre todos, al momento de entregar el mercado nuevo nos dieron un contrato y un medidor en cada local y nos empezamos a hacer cargo de nuestro medidor independiente", contó.
Agrega que ni el Ayuntamiento ni la gerencia general de Jumapam de ese entonces, durante el periodo de Higuera, les explicaron si tenían que dar de baja el otro servicio o quién se iba a ser cargo del gasto.
Durante la administración de Carlos Felton, algunos locales cerraron sus puertas, lograron dar de baja su contrato y se les retiró el medidor, para que la cuenta no siguiera corriendo, sin embargo hay muchos más que no lo hicieron, cerraron sus puertas, pero aún cuentan con sus medidores y cada mes llega recibo.
"Pasó el tiempo, nosotros constantemente íbamos a Jumapam porque no teníamos agua, pensábamos que era algo externo y que por eso se iba, pero hubo problemas, el aljibe como que tiene fuga, cuando lo checamos la tubería estaba rota y los tinacos flotando", agregó.
Se le pidió ayuda e intervención al ex jefe de mercados, Vladimir Ledezma Orozco, para que se solucionara el problema del aljibe; los locatarios estaban dispuestos a cooperar con una parte, pero éste ni siquiera les recibió los oficios, ya que les dijo que no les iban a arreglar nada si no pagaban el adeudo.
"Y nos dicen que tenemos que pagar nosotros, pero por qué, si ya cada quien tenemos nuestro recibo. ¿De quién es la deuda? el medidor colectivo viene a nombre del Ayuntamiento o del mercado municipal, no sé. Además de ahí también agarran para regar el área de jardín, cualquiera puede abrir la llave", expresó.
Mientras tanto, la cuenta aumenta, el aljibe está descompuesto y los locatarios sufren con el desabasto de agua; quienes tienen locales de venta de alimentos compran garrafones de agua purificada, otros acarrean desde su casa o con mangueras conectadas a la llave principal.
"A esta alturas, a estos años tan avanzada la tecnología ¿y que tengamos que acarrear agua?", añadió.
A los locatarios no se les hace justo tener que pagar ese adeudo; no obstante, tampoco están cerrados a dialogar con la paramunicipal para llegar a un acuerdo, pues lo que quieren es que se les regularice el servicio.
Hay algunos locales con giros donde el agua no es indispensable, por lo tanto no se usa, pero al contar con medidores llegan los recibos mensuales de hasta 280 pesos. En otros locales, donde sí hay poca, agua llegan los recibos arriba de 400 pesos.
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