Mazatlán, Sin.- La intensidad del viento y el fuerte oleaje registrados como parte de los efectos del huracán “Pamela” a su paso por Mazatlán generaron grandes pérdidas materiales a los restaurantes en la zona de playa.
Gran parte de la infraestructura de las palapas de la avenida Del Mar se perdió, pues los techos, barrotes y pisos de madera quedaron totalmente destruidos.
La fuerza de las olas del mar reventaron el piso de las cocinas y áreas de comedores y muchos quedaron inhabilitados para poder trabajar en los próximos días.
Del total de 25 restaurantes que quedaron con pérdidas materiales, solamente 5 de ellos podrán operar, bajo ciertas restricciones, para no ocasionar accidentes e incomodidades tanto a comensales como a trabajadores.
De las palapas afectadas dependen 100 familias, en donde laboran cocineros, meseros, ayudantes de cocinas, cajeras y personal de limpieza.
La Unión de Palaperos pide apoyo gubernamental para levantarse y poner a funcionar nuevamente sus negocios, ya que esta actividad depende decenas de familias mazatlecas.
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"Reparar una palapa tiene un costo aproximadamente de 250 mil pesos, por lo que es necesario el apoyo de gobierno para poder seguir laborando", señaló un integrante de la Unión que perdió gran parte de su negocio.
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