Mazatlán, Sin.- El gerente de Jumapam, Luis Gerardo Núñez Gutiérrez, culpó a la ciudadanía de la saturación de alcantarillas y el desbordamiento de drenaje en diferentes puntos de la ciudad, ya que la basura que se deja en las calles es arrastrada por las lluvias hasta colapsar los colectores y el drenaje, además de que se tiene la mala costumbre de levantar las tapas para evitar inundaciones cuando llueve y, lo peor, que hay personas que se las roban.
“Hay muchas alcantarillas destapadas, la gente las levantan y afecta porque vienen llenas de basura, un llamado a la ciudadanía es que cuando llueva no levante las alcantarillas, que el agua busque su salida natural y es lo que debe de hacer, ahorita tenemos saturados por tanta agua que quedó, algunas alcantarillas todavía están rebosando”, expresó.
Refirió que en algunos puntos de la ciudad, el agua que dejó las lluvias de la tormenta Enrique será desaguada hasta la mañana de hoy.
Dijo que la paramunicipal ha tenido muchos problemas porque la población sigue dejando basura en las calles y avenidas; y entre las zonas más conflictivas, agregó, se encuentra la Burócratas, donde opera un cárcamo de rebombeo.
Ahí las alcantarillas de drenaje rebosan desde que iniciaron las lluvias.
“Hemos tenido muchos problemas, siempre suben a las redes sociales el tema de basura, es una de las cosas que más problema hemos tenido en la zona de Burócratas, pero nosotros estamos todos los días limpiando las bombas, estamos ahí presente, Jumapam no deja un problema en la cuestión de drenaje a la ligera, son cuestiones que pegan mucho socialmente y tratamos de solventarlo lo más rápido”.
Por otra parte, mencionó que el tema de las tapas de las alcantarillas es otro asunto que no termina, ya que todo mundo se las roba, pues su valor en el mercado es de 8 a 9 mil pesos las de fierro y de 3 mil, las de polietileno, y son revendidas por los ladrones a mil pesos en el mercado negro.
“Las tapas pesadas todavía las ponemos, no hemos puesto todas de polietileno, pero muchas son de fierro, pero todo mundo se las roba, hemos puesto y en 48 horas se roban las tapas, las de fierro cuestan entre 8 y 9 mil pesos, y las de polietileno a 3 mil”, apuntó.
En el caso de los socavones y las fugas de agua, señaló que esto se debe a que las líneas o tuberías son muy antiguas, entre 20, 30 y hasta 70 años, y que por su desgaste, con la presión del agua que se incrementó con la apertura de la planta de Miravalles, tienden a tronar. Citó los casos de Bugambilias, Francisco Villa y Playa Sur.
Comentó que Mazatlán, al igual que muchas ciudades del país, tiene problemas con los colectores, ya que las tuberías son muy añejas y truenan con la presión del agua, ocasionando fugas y socavones.
Núñez Gutiérrez informó que para reparar algunos colectores se ha tenido que invertir en cada uno hasta 5 o 7 millones de pesos, y que actualmente, en la recta final del trienio, ya no se tienen los recursos suficientes para invertir en ello.
“Los presupuestos se terminan a final del trienio, pero estamos pidiendo auxilio al gobierno del estado porque de alguna u otra forma se tienen que resolver, pero se tiene que sacar adelante porque la ciudad es primero”, indicó.
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