/ lunes 5 de febrero de 2024

Triángulo de propaganda

Un año después de la polémica en que se empeñó el diputado Feliciano Castro Meléndrez para dotar de un recurso en apoyo a las familias que viven en la zona serrana de Badiraguato y con esto cambiar el estigma aquel del llamado Triángulo Dorado, se descubre que ni siquiera pudieron gastarse el presupuesto destinado a los pobres; en lo que sí no se escatimó, fue en propaganda con el tema.

Al menos eso le respondieron a El Sol de Sinaloa que solicitó vía acceso a la información, los documentos que comprobaran el ejercicio de los 20 millones presupuestados para 2023 luego de aquella ocurrencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, de que a la confluencia de Chihuahua, Durango y Sinaloa, ya no debe llamársele Triángulo Dorado, sino “triángulo de la gente buena y bondadosa”.

La respuesta fue un expediente de facturas que gastó la Secretaría de Economía. A la Secretaría de Bienestar se le hizo la misma pregunta, y respondió que era la SEDECO la encargada, lo mismo dijo la Secretaría de Finanzas. Es decir, el ejercicio de transparencia llevó como resultado a descubrir que de los 20 millones, se gastaron 5.4 millones de pesos en compras de gallinas, equipo para taquerías, para algunas estéticas, corrales, talleres para emprendedores, entre otros.

Es decir, quedaron como subejercicio 14 millones (y se insiste en que eso es lo que la SEDECO comprueba documentalmente), por lo que esto confirma que la reasignación de este dinero, fue con un fin propagandístico y no para resolverle la situación precaria a las familias pobres de la sierra.

¿Por qué no ejercieron todo? ¿Dónde quedaron esos 14 millones? Son preguntas necesarias, porque es dinero de los sinaloenses, no de los políticos ni de los servidores públicos. Se comprueba también que luego aprueban cosas que no tienen asideros en reglas de operación, en lineamientos transparentes que lleven a ejercer el recurso de una forma correcta.

El principal espíritu del legislador es analizar el mayor beneficio para sus conciudadanos, con las mejores políticas públicas. Pero improvisando, improvisando… Al tiempo.

Se adueñan de las playas de Mazatlán

Construcciones sin permiso, accesos de playa bloqueados, vendedores por todas partes, basura y aguas negras, es la imagen que se llevan los turistas que visitan las playas de Mazatlán.

En la última década esta problemática ha crecido de forma alarmante, sobre todo en la avenida Del Mar, desde Valentino al Monumento al Pescador, por la falta de vigilancia de autoridades como Profepa, Semarnat y el mismo Ayuntamiento.

Los negocios de mariscos en palapas han acaparado los accesos hacia el área de playa, situación que se convierte en riesgo sobre todo en fechas en las que se realiza el Carnaval, que durante el desfile congrega a miles de personas en el Malecón, o en Semana Santa, que las playas lucen abarrotadas.

La situación es preocupante, ya que hay zonas en donde están las escaleras para bajar del Malecón a la zona de playa y lo primero que hay son letreros con menús de comida, mesas y sillas. Y si el negocio está lleno, es imposible pasar.

Ante un accidente o cualquier otra emergencia, esta situación se vuelve de alto riesgo y nadie hace algo al respecto, al contrario, cada vez son más los negocios que se construyen en la zona.

Hoteleros han manifestado constantemente que se requiere poner atención y orden, pues las palapas tapan la visibilidad a las playas cuando se pasea por el paseo costero. A eso se le suma la contaminación en la zona, ya que los visitantes dejan su basura cuando acuden a las playas, la cual es arrastrada al mar o revuelta entre la arena, lo que también representa una afectación muy grande para el ambiente, además de la mala imagen que se genera.

Es urgente que el Ayuntamiento de Mazatlán modifique los reglamentos municipales para impedir que se continúen otorgando sin ningún control, previsión y planeación las opiniones técnicas de Uso de Suelo, que permiten que las concesiones y construcciones de la Zona Federal Marítimo Terrestre sigan avanzando impunemente, destruyendo el patrimonio natural, principal atractivo turístico de Mazatlán y propiedad de la nación.

Un año después de la polémica en que se empeñó el diputado Feliciano Castro Meléndrez para dotar de un recurso en apoyo a las familias que viven en la zona serrana de Badiraguato y con esto cambiar el estigma aquel del llamado Triángulo Dorado, se descubre que ni siquiera pudieron gastarse el presupuesto destinado a los pobres; en lo que sí no se escatimó, fue en propaganda con el tema.

Al menos eso le respondieron a El Sol de Sinaloa que solicitó vía acceso a la información, los documentos que comprobaran el ejercicio de los 20 millones presupuestados para 2023 luego de aquella ocurrencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, de que a la confluencia de Chihuahua, Durango y Sinaloa, ya no debe llamársele Triángulo Dorado, sino “triángulo de la gente buena y bondadosa”.

La respuesta fue un expediente de facturas que gastó la Secretaría de Economía. A la Secretaría de Bienestar se le hizo la misma pregunta, y respondió que era la SEDECO la encargada, lo mismo dijo la Secretaría de Finanzas. Es decir, el ejercicio de transparencia llevó como resultado a descubrir que de los 20 millones, se gastaron 5.4 millones de pesos en compras de gallinas, equipo para taquerías, para algunas estéticas, corrales, talleres para emprendedores, entre otros.

Es decir, quedaron como subejercicio 14 millones (y se insiste en que eso es lo que la SEDECO comprueba documentalmente), por lo que esto confirma que la reasignación de este dinero, fue con un fin propagandístico y no para resolverle la situación precaria a las familias pobres de la sierra.

¿Por qué no ejercieron todo? ¿Dónde quedaron esos 14 millones? Son preguntas necesarias, porque es dinero de los sinaloenses, no de los políticos ni de los servidores públicos. Se comprueba también que luego aprueban cosas que no tienen asideros en reglas de operación, en lineamientos transparentes que lleven a ejercer el recurso de una forma correcta.

El principal espíritu del legislador es analizar el mayor beneficio para sus conciudadanos, con las mejores políticas públicas. Pero improvisando, improvisando… Al tiempo.

Se adueñan de las playas de Mazatlán

Construcciones sin permiso, accesos de playa bloqueados, vendedores por todas partes, basura y aguas negras, es la imagen que se llevan los turistas que visitan las playas de Mazatlán.

En la última década esta problemática ha crecido de forma alarmante, sobre todo en la avenida Del Mar, desde Valentino al Monumento al Pescador, por la falta de vigilancia de autoridades como Profepa, Semarnat y el mismo Ayuntamiento.

Los negocios de mariscos en palapas han acaparado los accesos hacia el área de playa, situación que se convierte en riesgo sobre todo en fechas en las que se realiza el Carnaval, que durante el desfile congrega a miles de personas en el Malecón, o en Semana Santa, que las playas lucen abarrotadas.

La situación es preocupante, ya que hay zonas en donde están las escaleras para bajar del Malecón a la zona de playa y lo primero que hay son letreros con menús de comida, mesas y sillas. Y si el negocio está lleno, es imposible pasar.

Ante un accidente o cualquier otra emergencia, esta situación se vuelve de alto riesgo y nadie hace algo al respecto, al contrario, cada vez son más los negocios que se construyen en la zona.

Hoteleros han manifestado constantemente que se requiere poner atención y orden, pues las palapas tapan la visibilidad a las playas cuando se pasea por el paseo costero. A eso se le suma la contaminación en la zona, ya que los visitantes dejan su basura cuando acuden a las playas, la cual es arrastrada al mar o revuelta entre la arena, lo que también representa una afectación muy grande para el ambiente, además de la mala imagen que se genera.

Es urgente que el Ayuntamiento de Mazatlán modifique los reglamentos municipales para impedir que se continúen otorgando sin ningún control, previsión y planeación las opiniones técnicas de Uso de Suelo, que permiten que las concesiones y construcciones de la Zona Federal Marítimo Terrestre sigan avanzando impunemente, destruyendo el patrimonio natural, principal atractivo turístico de Mazatlán y propiedad de la nación.