/ lunes 4 de diciembre de 2023

La incertidumbre del agro

Las siembras ya comenzaron en el estado, y como no podía ser de otra, la incertidumbre rodea a los agricultores sinaloenses, que adelantan que por lo menos 4 millones de toneladas de maíz, no podrán ser cosechadas en el próximo ciclo 2024 debido a la falta de agua.

Hasta ahora, no hay un programa de gobierno, ni del federal ni del estatal, que mitigue los efectos del cambio climático, solamente todo se quedó, de cara al inicio del ciclo agrícola en estos días de noviembre, en la redistribución del agua que hay en embalses y canales.

Algunas organizaciones agrícolas afirman, como se leerá en las siguientes páginas, que no es menor el hecho de que Sinaloa reduzca al 50 por ciento su superficie de siembra de maíz, pues puede estimarse que no se contará con la suficiente con la suficiente seguridad alimentaria en el país.

Qué duda cabe, de nuevo México recurrirá a la importación de maíz blanco, que es el que más se consume, y bueno, una nueva escalada de precios, situación que ya puede comenzar a notarse en algunos productos de la canasta básica.

Otro punto es que muchos productores no quieren sembrar frijol, debido a su baja rentabilidad y las opciones se van quedando rezagadas, sobre todo cuando hay quienes apenas salen de las deudas por el bajo precio del maíz de la cosecha precedente.

Ahí que la agricultura en Sinaloa avizora una situación crítica, con el ingrediente adicional que para el gobierno de Rubén Rocha Moya, no parece ser prioridad.

Lo que sí es que al menos se sumaron 300 millones de pesos más para el sector agrícola en el presupuesto de egresos 2024 (en la propuesta enviada por el Ejecutivo al Congreso), pero ahora en diciembre se espera que el Legislativo haga una distribución ordenada y óptima para alcanzar a paliar el impacto de la crisis hídrica, que ése es otro tema que en un par de meses, con el vaciamiento de las presas, se empezará a notar.

Los héroes de cuatro patas

Hace 14 años se creó en Mazatlán la Unidad Cinotáctica K9 de la Secretaría de Seguridad Pública, integrada por perros entrenados para desempeñar un papel crucial en la búsqueda y rescate de personas y hasta la detección de drogas y explosivos.

Estos héroes de cuatro patas han desempeñado una labor ejemplar y no solo en eventos masivos como juegos de beisbol, futbol o en el Carnaval, sino también en programas como Mochila Segura, que se realiza en las escuelas del puerto. Tan solo este año han participado en más de 100 operativos.

Son un complemento de los elementos policiacos y el objetivo es aprovechar sus habilidades, sobre todo con el olfato e intuición, para fortalecer la seguridad pública.

Es importante que la sociedad conozca qué tipo de funciones realizan estos perros policías y sobre todo que no se les tenga miedo, ya que están entrenados por profesionales para obedecer en todo momento y enfocarse al 100 por ciento en su labor.

Gracias a sus habilidades pueden alertar sobre presencia de pirotecnia o pólvora (incluidas armas de fuego) hasta sustancias como mariguana, cocaína y cristal.

Son perros policía que suman al trabajo que realizan los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y aunque por el momento se tienen a solo cuatro ejemplares, lo ideal sería incrementar el número de caninos para reforzar el trabajo que ya se lleva a cabo.

Las siembras ya comenzaron en el estado, y como no podía ser de otra, la incertidumbre rodea a los agricultores sinaloenses, que adelantan que por lo menos 4 millones de toneladas de maíz, no podrán ser cosechadas en el próximo ciclo 2024 debido a la falta de agua.

Hasta ahora, no hay un programa de gobierno, ni del federal ni del estatal, que mitigue los efectos del cambio climático, solamente todo se quedó, de cara al inicio del ciclo agrícola en estos días de noviembre, en la redistribución del agua que hay en embalses y canales.

Algunas organizaciones agrícolas afirman, como se leerá en las siguientes páginas, que no es menor el hecho de que Sinaloa reduzca al 50 por ciento su superficie de siembra de maíz, pues puede estimarse que no se contará con la suficiente con la suficiente seguridad alimentaria en el país.

Qué duda cabe, de nuevo México recurrirá a la importación de maíz blanco, que es el que más se consume, y bueno, una nueva escalada de precios, situación que ya puede comenzar a notarse en algunos productos de la canasta básica.

Otro punto es que muchos productores no quieren sembrar frijol, debido a su baja rentabilidad y las opciones se van quedando rezagadas, sobre todo cuando hay quienes apenas salen de las deudas por el bajo precio del maíz de la cosecha precedente.

Ahí que la agricultura en Sinaloa avizora una situación crítica, con el ingrediente adicional que para el gobierno de Rubén Rocha Moya, no parece ser prioridad.

Lo que sí es que al menos se sumaron 300 millones de pesos más para el sector agrícola en el presupuesto de egresos 2024 (en la propuesta enviada por el Ejecutivo al Congreso), pero ahora en diciembre se espera que el Legislativo haga una distribución ordenada y óptima para alcanzar a paliar el impacto de la crisis hídrica, que ése es otro tema que en un par de meses, con el vaciamiento de las presas, se empezará a notar.

Los héroes de cuatro patas

Hace 14 años se creó en Mazatlán la Unidad Cinotáctica K9 de la Secretaría de Seguridad Pública, integrada por perros entrenados para desempeñar un papel crucial en la búsqueda y rescate de personas y hasta la detección de drogas y explosivos.

Estos héroes de cuatro patas han desempeñado una labor ejemplar y no solo en eventos masivos como juegos de beisbol, futbol o en el Carnaval, sino también en programas como Mochila Segura, que se realiza en las escuelas del puerto. Tan solo este año han participado en más de 100 operativos.

Son un complemento de los elementos policiacos y el objetivo es aprovechar sus habilidades, sobre todo con el olfato e intuición, para fortalecer la seguridad pública.

Es importante que la sociedad conozca qué tipo de funciones realizan estos perros policías y sobre todo que no se les tenga miedo, ya que están entrenados por profesionales para obedecer en todo momento y enfocarse al 100 por ciento en su labor.

Gracias a sus habilidades pueden alertar sobre presencia de pirotecnia o pólvora (incluidas armas de fuego) hasta sustancias como mariguana, cocaína y cristal.

Son perros policía que suman al trabajo que realizan los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y aunque por el momento se tienen a solo cuatro ejemplares, lo ideal sería incrementar el número de caninos para reforzar el trabajo que ya se lleva a cabo.