/ lunes 13 de mayo de 2024

La depredación del manglar

Muchas zonas de Mazatlán han sido construidas sobre lo que antes eran marismas o pantanos, y por eso cada vez que caen lluvias torrenciales, las partes bajas suelen inundarse.

Pero una cosa es lo que ya se hizo con las décadas de crecimiento, cuando todavía no existía una conciencia ambiental, así como reglamentos, y otra es lo que hacen hoy en día en que el boom inmobiliario y turístico devora manglares que deberían ser protegidos.

Y no sólo por una cuestión de protección, sino porque de manera biológica este tipo de vegetación funcionan como una barrera natural en contra de desbordes de agua, sobre todo en épocas de tormentas y huracanes.

Son arbustos marinos que además sirven como termorreguladores, son el hábitat de especies de peces, lagartos y aves que tienen en esta espesa vegetación alimento y frescura ante las inclemencias del tiempo.

Y por si fuera poco, hasta son filtradores de la contaminación de un puerto con su ciudad turística cada vez más contaminada.

Pero al progreso poco le importa el tema ambiental, ni a los empresarios que obtienen permisos truculentos, menos a los políticos en quienes permea la corrupción para tramitar estos papeles que son la sentencia de muerte para ese Mazatlán de marismas naturales.

Este Mazatlán cuya mancha urbana ha crecido más del 200 por ciento en los últimos 30 años, y que sigue depredando los alrededores, pues primero está el capital que generar normas ambientales más acorde con los tiempos que vivimos. Pero hasta ahora, todo esto está fuera del discurso de los políticos en campaña.

Fiscalía no busca desaparecidos

Llamó la atención en días pasados que un colectivo de búsqueda integrado por un puñado de madres de personas desaparecidos encontró un primer cuerpo en un predio baldío contiguo a la Facultad de Veterinaria de a UAS y del fraccionamiento Alturas del Sur en la capital, y luego halló otro y otro hasta sumar cinco, ¿por qué la Fiscalía no entró desde el primer momento para hacer un barrido del terreno?

Pero lo inaudito es que luego de estos hallazgos en esa zona de por sí compleja en temas de violencia social, es hora que las autoridades forenses no acuden para excavar o rastrear si hay más personas enterradas en lo que parece la gran fosa de Alturas.

El colectivo encabezado por la madre buscadora, Reynalda Pulido, quien busca entre las fosas a su hijo Ernesto, señala que cómo es posible que no se cuente que el protocolo de ir a investigar más a fondo el lugar, cuando hay comentarios de vecinos de que pueden salir más víctimas de la violencia.

Tenemos llena la agenda, dice que le comentan los funcionarios de la Fiscalía, quienes cuando se trata de enjuiciar a los funcionarios de la UAS, de inmediato hallan todo para presentar la carpeta ante el juez de control.

Incluso, Reynalda señala que hasta Protección Civil les impide a veces realizar búsqueda en puntos de humedales, donde tienen información que van y arrojan cadáveres, por aquel tema de los cocodrilos.

Contrario a lo que dice el fiscal en materia de desapariciones, José Luis Leyva Rochín, otro colectivo como el de Sabuesos Guerreros hasta dice de manera sarcástica: Si hicieran su trabajo de encontrar desaparecidos, las madres no tuviéramos que salir.

Amarga frase que resuena sobre todo en estos días en que se festeja a las madres y ellas, las que tienen hijos desaparecidos, que salen a visibilizar la incapacidad de las autoridades… una vez más.

Muchas zonas de Mazatlán han sido construidas sobre lo que antes eran marismas o pantanos, y por eso cada vez que caen lluvias torrenciales, las partes bajas suelen inundarse.

Pero una cosa es lo que ya se hizo con las décadas de crecimiento, cuando todavía no existía una conciencia ambiental, así como reglamentos, y otra es lo que hacen hoy en día en que el boom inmobiliario y turístico devora manglares que deberían ser protegidos.

Y no sólo por una cuestión de protección, sino porque de manera biológica este tipo de vegetación funcionan como una barrera natural en contra de desbordes de agua, sobre todo en épocas de tormentas y huracanes.

Son arbustos marinos que además sirven como termorreguladores, son el hábitat de especies de peces, lagartos y aves que tienen en esta espesa vegetación alimento y frescura ante las inclemencias del tiempo.

Y por si fuera poco, hasta son filtradores de la contaminación de un puerto con su ciudad turística cada vez más contaminada.

Pero al progreso poco le importa el tema ambiental, ni a los empresarios que obtienen permisos truculentos, menos a los políticos en quienes permea la corrupción para tramitar estos papeles que son la sentencia de muerte para ese Mazatlán de marismas naturales.

Este Mazatlán cuya mancha urbana ha crecido más del 200 por ciento en los últimos 30 años, y que sigue depredando los alrededores, pues primero está el capital que generar normas ambientales más acorde con los tiempos que vivimos. Pero hasta ahora, todo esto está fuera del discurso de los políticos en campaña.

Fiscalía no busca desaparecidos

Llamó la atención en días pasados que un colectivo de búsqueda integrado por un puñado de madres de personas desaparecidos encontró un primer cuerpo en un predio baldío contiguo a la Facultad de Veterinaria de a UAS y del fraccionamiento Alturas del Sur en la capital, y luego halló otro y otro hasta sumar cinco, ¿por qué la Fiscalía no entró desde el primer momento para hacer un barrido del terreno?

Pero lo inaudito es que luego de estos hallazgos en esa zona de por sí compleja en temas de violencia social, es hora que las autoridades forenses no acuden para excavar o rastrear si hay más personas enterradas en lo que parece la gran fosa de Alturas.

El colectivo encabezado por la madre buscadora, Reynalda Pulido, quien busca entre las fosas a su hijo Ernesto, señala que cómo es posible que no se cuente que el protocolo de ir a investigar más a fondo el lugar, cuando hay comentarios de vecinos de que pueden salir más víctimas de la violencia.

Tenemos llena la agenda, dice que le comentan los funcionarios de la Fiscalía, quienes cuando se trata de enjuiciar a los funcionarios de la UAS, de inmediato hallan todo para presentar la carpeta ante el juez de control.

Incluso, Reynalda señala que hasta Protección Civil les impide a veces realizar búsqueda en puntos de humedales, donde tienen información que van y arrojan cadáveres, por aquel tema de los cocodrilos.

Contrario a lo que dice el fiscal en materia de desapariciones, José Luis Leyva Rochín, otro colectivo como el de Sabuesos Guerreros hasta dice de manera sarcástica: Si hicieran su trabajo de encontrar desaparecidos, las madres no tuviéramos que salir.

Amarga frase que resuena sobre todo en estos días en que se festeja a las madres y ellas, las que tienen hijos desaparecidos, que salen a visibilizar la incapacidad de las autoridades… una vez más.