/ lunes 27 de noviembre de 2023

“El Nini”, una pieza en el juego geopolítico-criminal

Ya estaba fuera de control, por eso se habla que Los Chapitos prefirieron entregarlo, porque también de esta manera dan un golpe de doble banda, al bajar un poco la presión de Estados Unidos en contra del Cártel de Sinaloa, enfocar la mira hacia un jefe de seguridad caído en desgracia y colgarle una estrella al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien en la reciente cumbre de San Francisco, reiteró el compromiso de combatir el fentanilo.

Ahora, los gringos podrán tener, además de a Ovidio Guzmán, “El Ratón”, a su principal jefe de seguridad, porque era el hijo menor del “Chapo” quien había encumbrado a “El Nini”, convirtiéndolo en más que un jefe de sicarios, en uno de sus operadores logísticos de producción y tráfico de drogas.

Se podrá pensar que con esta posible entrega pactada, la facción de Los Chapitos desvían la atención y se libran de la persecución en su contra. En realidad, nada más compraron tiempo y quizá ellos en su fuero interno lo saben, porque es fácil adivinar que en el juego geopolítico del narco y del Estado, el gobierno de Estados Unidos no cesará de manera definitiva la cacería.

Pero además, el ingrediente con el que se puede aderezar este macabro postre, es el que se configura con el arranque de las precampañas. El narco, se dice y no pasa nada, también juega en las elecciones, y aunque esto último por lo regular es difícil comprobar, con los años surgen testimonios de capos arrepentidos que confiesan cómo le hacen para apoyar a tal o cual candidato.

En el caso del operativo para detener a “El Nini”, las fuerzas armadas mexicanas demostraron también que actuando con inteligencia pueden lograr operativos sin daños a terceros, aunque si bien en este caso, Néstor Isidro fue la pieza única de un juego de ajedrez que todavía, desde luego qué duda cabe, no termina.

Una “joya” que pierde su brillo en Mazatlán

Aunque es considerado una joya arquitectónica construida en hierro y acero, con las mismas técnicas que se emplearon en la edificación de la Torre Eiffel, el mercado Pino Suárez, uno de los sitios de Mazatlán más visitado por los turistas, ha perdido su brillo debido a la falta de mantenimiento y el poco interés de las autoridades de destinar recursos económicos para su cuidado.

A 14 años de su edificación, hoy solo queda el recuerdo de un pasado ostentoso, ya que además del deterioro que presenta, en su interior existe un desorden visual y estético al no respetarse la delimitación de los giros en los comercios.

En 2018 se iniciaron los trabajos de embellecimiento que comprendía tres etapas, sin embargo, solo se realizaron dos y no se ve para cuándo se concluyan, pese a que los locatarios no han dejado de insistir con el gobierno municipal y estatal.

Además, en el Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024 viene fijada una meta: unificar las fachadas de la zona de restaurantes del mercado, pero a la fecha el avance del proyecto es del 0 por ciento, lo que evidencia una vez más el desinterés de parte del municipio.

En los últimos dos años no se ha realizado ninguna obra de remozamiento a este ni a ninguno de los otros cinco mercados municipales que existen en el puerto, solo se han efectuado trabajos de desazolve de drenaje, revisión de instalaciones a las áreas de restaurantes e instalaciones eléctricas, reparación y sustitución de luminarias y la colocación de tapas de drenaje y trampas de grasa.

Y aunque para el próximo año se tendrá un presupuesto de 60 millones de pesos para todos los centros de abastos que dependen del municipio, no se sabe qué trabajos se harán o si todo el recurso se destinará a un solo recinto.

Los mercados municipales combinan historia, tradiciones, olores, sabores y vivencias que al turismo le gusta mucho conocer, por eso son de los sitios más visitados en todas las ciudades. Deben de ser motivo de orgullo de las autoridades y no dejarlos en el abandono como casi siempre sucede.

Ya estaba fuera de control, por eso se habla que Los Chapitos prefirieron entregarlo, porque también de esta manera dan un golpe de doble banda, al bajar un poco la presión de Estados Unidos en contra del Cártel de Sinaloa, enfocar la mira hacia un jefe de seguridad caído en desgracia y colgarle una estrella al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien en la reciente cumbre de San Francisco, reiteró el compromiso de combatir el fentanilo.

Ahora, los gringos podrán tener, además de a Ovidio Guzmán, “El Ratón”, a su principal jefe de seguridad, porque era el hijo menor del “Chapo” quien había encumbrado a “El Nini”, convirtiéndolo en más que un jefe de sicarios, en uno de sus operadores logísticos de producción y tráfico de drogas.

Se podrá pensar que con esta posible entrega pactada, la facción de Los Chapitos desvían la atención y se libran de la persecución en su contra. En realidad, nada más compraron tiempo y quizá ellos en su fuero interno lo saben, porque es fácil adivinar que en el juego geopolítico del narco y del Estado, el gobierno de Estados Unidos no cesará de manera definitiva la cacería.

Pero además, el ingrediente con el que se puede aderezar este macabro postre, es el que se configura con el arranque de las precampañas. El narco, se dice y no pasa nada, también juega en las elecciones, y aunque esto último por lo regular es difícil comprobar, con los años surgen testimonios de capos arrepentidos que confiesan cómo le hacen para apoyar a tal o cual candidato.

En el caso del operativo para detener a “El Nini”, las fuerzas armadas mexicanas demostraron también que actuando con inteligencia pueden lograr operativos sin daños a terceros, aunque si bien en este caso, Néstor Isidro fue la pieza única de un juego de ajedrez que todavía, desde luego qué duda cabe, no termina.

Una “joya” que pierde su brillo en Mazatlán

Aunque es considerado una joya arquitectónica construida en hierro y acero, con las mismas técnicas que se emplearon en la edificación de la Torre Eiffel, el mercado Pino Suárez, uno de los sitios de Mazatlán más visitado por los turistas, ha perdido su brillo debido a la falta de mantenimiento y el poco interés de las autoridades de destinar recursos económicos para su cuidado.

A 14 años de su edificación, hoy solo queda el recuerdo de un pasado ostentoso, ya que además del deterioro que presenta, en su interior existe un desorden visual y estético al no respetarse la delimitación de los giros en los comercios.

En 2018 se iniciaron los trabajos de embellecimiento que comprendía tres etapas, sin embargo, solo se realizaron dos y no se ve para cuándo se concluyan, pese a que los locatarios no han dejado de insistir con el gobierno municipal y estatal.

Además, en el Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024 viene fijada una meta: unificar las fachadas de la zona de restaurantes del mercado, pero a la fecha el avance del proyecto es del 0 por ciento, lo que evidencia una vez más el desinterés de parte del municipio.

En los últimos dos años no se ha realizado ninguna obra de remozamiento a este ni a ninguno de los otros cinco mercados municipales que existen en el puerto, solo se han efectuado trabajos de desazolve de drenaje, revisión de instalaciones a las áreas de restaurantes e instalaciones eléctricas, reparación y sustitución de luminarias y la colocación de tapas de drenaje y trampas de grasa.

Y aunque para el próximo año se tendrá un presupuesto de 60 millones de pesos para todos los centros de abastos que dependen del municipio, no se sabe qué trabajos se harán o si todo el recurso se destinará a un solo recinto.

Los mercados municipales combinan historia, tradiciones, olores, sabores y vivencias que al turismo le gusta mucho conocer, por eso son de los sitios más visitados en todas las ciudades. Deben de ser motivo de orgullo de las autoridades y no dejarlos en el abandono como casi siempre sucede.