El secretario técnico del Senado de la República y brazo derecho de Ricardo Monreal, José Manuel del Río Virgen, estuvo encarcelado seis meses en la prisión de Pacho Viejo, Veracruz, acusado por el Gobierno de Veracruz del homicidio de Remigio Tovar, excandidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Cazones. Sin embargo, en días pasados un juez ordenó su liberación al considerar que no había pruebas suficientes que lo involucraran en el asesinato.
“Me tocó cargar con el odio y con la represalia del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, de su secretario general de gobierno, Erick Cisneros Burgos, y de la fiscal general del estado, Verónica Hernández Giadáns, todo porque soy parte de Movimiento Ciudadano y amigo de los senadores Dante Delgado y Ricardo Monreal”, dijo en entrevista Del Río Virgen.
➡️ José Manuel del Río Virgen, secretario técnico de la Jucopo del Senado, queda libre
Del Río afirma en entrevista con El Sol de México que fue un preso político del gobierno del morenista Cuitláhuac García, quien habría ordenado su encarcelamiento como forma de descarrilar las aspiraciones de Ricardo Monreal y el proyecto de Movimiento Ciudadano para 2024.
“Yo el penal no se lo deseo a nadie, ni a mi peor enemigo, ni siquiera a Cuitláhuac, que fue el que dio la orden de que me metieran a la cárcel, porqué él sabía que castigándome con un delito que no cometí mancha a Ricardo (Monreal) y el proyecto de Dante Delgado…
“Dante Delgado está construyendo con la sociedad, por encima de los partidos, una candidatura a la Presidencia de la República que permita crear un gran movimiento nacional y que ese gran movimiento permita enfrentar a Morena. Eso no ha gustado al poder, pero tampoco ha gustado que el senador Ricardo Monreal se meta a Veracruz con tal facilidad que la comunidad le reconoce”, agregó.
Consideró que el gobernador veracruzano es un “matraquero” de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
El secretario técnico del Senado compartió que el haber estado en la cárcel le permitió no olvidarse nunca que en ese penal 45 pero por ciento de los internos son “absolutamente inocentes” y eso “me permite que yo busque cómo ayudarles, para buscar que salgan del penal, porque es muy dura la cárcel”.
“La cárcel tiene sus propios peligros. Todos los días hay riesgos. Me mandaron a la clínica del penal, porque recién el 8 de diciembre me habían operado del colon, donde hay 17 personas que están en camas pegaditas ahí, con un solo baño, con un pequeño patio y no cabíamos”.
—¿Te torturaron? —se le preguntó.
“La tortura es psicológica, te dicen que va a bajar un helicóptero y que te van a llevar al penal del Altiplano. La otra es (que te dicen que) va entrar un fulano y que tenga cuidado porque te va a golpear. Todo eso lo hacen para poderte asustar, amedrentar, para que tengas mucho temor y mucho miedo”.