El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, congeló este lunes los diálogos de paz con el ELN en Quito, tras los atentados de esa guerrilla que dejaron siete policías muertos y decenas de heridos el fin de semana.
"He tomado la decisión de suspender la instalación del quinto ciclo de conversaciones que estaba prevista para los próximos días, hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones", afirmó Santos en una declaración pública desde la localidad de La Palma (centro).
Los diálogos con el ELN están en suspenso desde el 10 de enero, cuando los rebeldes, reconocidos por el gobierno como la última guerrilla el país, iniciaron una ofensiva contra la fuerza pública y la infraestructura petrolera.
Los atentados que frenaron el diálogo
El Frente de Guerra Urbano Nacional del ELN reconoció la noche del domingo en un comunicado el atentado a una estación policial en el puerto de Barranquilla, donde el sábado murieron cinco agentes y otros 41 quedaron heridos.
En un principio las autoridades, habían responsabilizado a bandas narcotraficantes de la explosión en la principal ciudad del norte de Colombia.
Por este hecho, las autoridades capturaron a Cristian Bellón, de 31 años, como sospechoso de haber activado la bomba que mató a los cinco agentes. "Esta persona tiene antecedentes clarísimos con el ELN", aseguró el ministro.
Bellón había sido capturado en 2015 pero un juez lo dejó en libertad argumentando que no se le había garantizado el debido proceso, agregó.
Los otros dos atentados se ejecutaron el domingo también contra estaciones policiales.
En el municipio de Santa Rosa, departamento de Bolívar, estalló una carga explosiva que acabó con la vida de dos policías y dejó a otro herido.
También en Barranquilla, que se prepara para su tradicional carnaval, cuatro uniformados y un civil resultaron lesionados en otro ataque contra un puesto de mando.
Los tres ataques "resultan teniendo relación directa", afirmó Villegas.