BUENOS AIRES. El autoproclamado presidente "encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, reconoció ante la oposición que los ataques contra el tendido eléctrico en el país eran "necesarios" para poder derrocar al "régimen" del presidente Nicolás Maduro, como si no fueran crímenes de lesa humanidad.
En tanto el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente venezolana, Diosdado Cabello, sostuvo que Guaidó había reconocido su vinculación con los atentados, añadiendo que existen planes diseñados para este mes de abril con la idea de dar algo así como "el golpe final" bajo la égida de Estados Unidos y advirtiendo que el país está preparado ante estas y otras amenazas.
Una reunión de Guaidó con sectores de la oposición en la localidad de El Paraíso el pasado 28 de marzo, fue convocada para informar sobre la "hoja de ruta" para sacar del poder al Nicolás Maduro.
De acuerdo a Guaidó, la operación planeada -después del fallido ingreso de ayuda humanitaria del 23 de febrero preparada desde Cúcuta, Colombia- comenzaría con una serie de acciones y "más efectivos" incluyendo la llegada de especialistas -no vinculados con la oposiciónpara insertarse en la población y alentar acciones desestabilizadoras.
Estos "especialistas" a los que se refiere podrían ser los que conformarían "células de libertad, que se activarían cuando Guaidó lo indique el 6 de abril y se inicien las protestas locales a gran escala", según informó una nota de Withney Webb en la revista Mint Press New.
De esta forma Guaidó animó a los asistentes a su reunión, después los apagones por fallos a la mayor central hidroeléctrica de El Guri, prometiendo que la toma del poder era una posibilidad cercana- algo así como el 21 de abril- y que se han preparado acusaciones contra Maduro, para responsabilizarlo por genocidio.
Ello debido a la "negligencia" para actuar y atribuyendo los cortes de energía eléctrica a la ineficiencia y al descuido gubernamental, responsabilizándolo de causar miles de muertes por hambre o por la falta de atención en los hospitales, y por someter a la población a la falta de luz, de agua, de alimentos, de salud y a gravísimos problemas de seguridad.
Esto recordando que también se han difundido aterradores informes falsos sobre graves violaciones a los derechos humanos por parte de Maduro, mientras que el propio Guaidó recorre distintos lugares, al que acusan de encabezar un "golpe democrático" y vincularlo con estancias estadounidenses como la CIA para llevar a cabo una invasión.
La campaña de guaidó continúa con las acusaciones a Maduro de entregar el país a los rusos, chinos y cubanos y con esto armar un juicio popular "por delitos de traición a la patria", llamando al pueblo venezolano a ocupar las calles y terminar con el gobierno.
En su "hoja de ruta" anunciaba el comienzo de la operación "espada libertadora" en principio con un gran cacerolazo, que serviría como una señal para los militares y neutralizar a los hombres de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para convocarlos a la rendición.
Más o menos como el plan que se había preparado en febrero pasado, que terminó con una derrota, debido a la cantidad de dinero gastado en la operación de Cúcuta y de la cantidad de militares que desertaron, que fue solo más de cien.
SUMAN DERROTAS
Evidentemente EU insiste en contar con una oposición política que ya le ha demostrado sus debilidades e "ineficiencia" en las decenas de golpes que se han ensayado en Venezuela desde 2002.
Fue cuando por primera vez en la historia un golpe armado, financiado, asesorado por Washington resultó derrotado en poco más de 48 horas por un pueblo en las calles y fuerzas armadas patrióticas, marcando un hito histórico que sólo logró consolidar la relación pueblo-fuerzas armadas, también organización popular.
Bien sabe EU que no son paramilitares, como los criminales que ellos conocen y utilizan en Colombia.
En su "informe" sobre la nueva operación, Guaidó llamó a los participantes a cargar cantidades gasolina que sería utilizada -no es la primera vez que esto sucede- para incendiar a todo aquello que para los golpistas represente al "régimen", como denominan al legítimo y constitucional gobierno de Venezuela.
En los golpes anteriores ya han existido ejercicios de contrainsurgencia contando con paramilitares colombianos y otro tipo de mercenarios extranjeros, pretendiendo atacar cuarteles importantes y sitios estratégicos. A lo largo del golpismo continuo, Venezuela se han dado acciones de este tipo que fracasaron, pero produjeron serios daños, incendios de edificios, que iniciaron desde 2014.