Mazatlán, Sin.- Luego de que en los últimos días se registrara un constante vertimiento de agua potable de la Planta Miravalles hacia la carretera, habitantes de Higueras del Conchi y Palmillas se mantienen preocupados al depender ellos de pozos por la falta de infraestructura
Residentes locales indicaron que esta situación ocurre con frecuencia, al menos una vez al día y varias veces por semana.
Puedes leer: Nivel de turbidez del agua en potabilizadora Miravalles está dentro de lo normal
Este desperdicio de agua ocurre en una región donde los residentes aún dependen de pozos debido a la falta de infraestructura para suministrar agua potable, a pesar de la cercanía de la planta de tratamiento. Durante el estiaje, cuando los pozos se secan, las familias dependen de camiones cisterna para obtener agua durante tres o cuatro meses al año.
La planta de tratamiento Miravalles fue inaugurada en diciembre de 2020 por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el entonces gobernador Quirino Ordaz Coppel.
Desde entonces, se han observado liberaciones de agua que no son aprovechadas por nadie. Según testimonios de residentes locales recogidos por el portal Son Playas, muchos consideran este desperdicio como una oportunidad perdida, sugiriendo que el agua podría ser canalizada hacia una pequeña represa ubicada cerca de la planta de tratamiento. El agua almacenada en la represa podría ser utilizada para impulsar la agricultura en la región, además de promover la recarga de los mantos acuíferos al filtrarse hacia el subsuelo.
Jumapam se deslinda "No es una fuga"
En respuesta a estas preocupaciones, la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán ha comunicado que el agua liberada de la planta no es un desperdicio, sino el resultado del lavado de filtros, realizado de acuerdo con las normativas vigentes.
Sin embargo, no se descarta la posibilidad de recuperar y reutilizar esta agua en el futuro. Aunque actualmente el agua liberada no es apta para el consumo humano debido a la presencia de partículas orgánicas, no se considera dañina para el entorno natural en el que se reintegra.
La planta de tratamiento Miravalles tiene una capacidad instalada para tratar mil litros de agua por segundo, pero la demanda actual es de solo 400 litros por segundo.
La inversión total para la construcción de la planta fue de 776.5 millones de pesos, con 304.9 millones provenientes de fondos federales. Se esperaba que esta infraestructura beneficiará a aproximadamente 500 mil habitantes, eliminando el racionamiento de agua y contribuyendo a la recuperación de los acuíferos al cambiar a fuentes de agua superficial en lugar de subterráneas.