/ miércoles 18 de noviembre de 2020

Lo dicho ahora estaba escrito antes

Ante el marasmo marismeño-mazatleco y la gran falsa noticia marismeña-mazatleca, el periodismo marismeño-mazatleco, se desaparece de lo real social y aparece en lo digital virtual, pasando de lo presencial a lo ausencial, aunque presentáneo e instantáneo en los revisteros de las tiendas Oxxo, puesto que se trata de lo esencial a lo inesencial, primero el consumo con los sellos negros, sabiéndose, ahora sí, qué es lo que uno se traga o se come con la bonita familia, Quédate en Casa, y después vete a la playa o al parque de las Ciudades Hermanas que para, El Químico, su gobierno mantiene al puerto y a la ciudad en el mejor mundo saludable de todos los mundos contagiados, enfermos y muertos sobre la faz y la paz funeral y sepulcral (de y en) la tierra, con el único e histórico destino de sol y playa, tanto en la gloria como en el infierno, habiendo lo musiquero y la cohetería con la cervecería y la güisquería sobre las olas altas.

En esto de la pandemia y la crisis económica, todavía falta la pandemia de los políticos en campaña, tan nocivos como los zancudos con el dengue de las aguas negras y las basuras, las plazas públicas y los acarreados, los panteones y los jardines, las fiestas con la banda: la gente que dizque está harta de los políticos y que algunos se han puesto en campaña a través de los medios estatales, con o sin tapabocas, hablan y hablan más mentiras que verdades de lo que han hecho y deshecho y lo que piensan hacer y deshacer si la gente vota por ellos, llegando a un clímax fingido en que el político, los medios y la gente se siente identificados con lo variopinto-indefinido en la publipropaganda que es, a la vez, la plataforma mediática, de un cultura política rediseñada al Puro Sinaloa y al pri(a)mor de los amantes que se ven a escondidas y hacen sus cochinadas con el embeleso seboso de la puerca con el puerco.

Lo mediáticamente cierto, en la cultura política, a lo Puro Sinaloa, cómo es posible que Quirino sea el gobernador mejor calificado de la RepMex y que el estado de Sinaloa sea regularmente descalificado, y que El Químico esté en el corazón y en la mente de López Obrador para que sea elegido para candidato de Morena al gobierno estatal, en lo que Alfonso Mejía López ha sido un presumido y atlético surfeador oportunista de olas altas con los Mexicanos Primero, a lo que se defiende con su portento atlético- político de hacer olas: "En los últimos días personas con mucho miedo a lo que representa mi figura en el gobierno del Gobernador Quirino Ordaz, han intentado manchar mi nombre con una campaña de golpeteo”.

Cuando los políticos, los medios y la gente –guardan la debida e insana distancia- nada, nadie y alguien estamos a salvo de nosotros mismos, no nada más por el contagio de la pandemia y la crisis económica, sino que hasta el Amor de López Obrador, desde el paisaje desastrado y el paisanaje inundado, en el país de las sombras espectrales, la seguridad y la sanidad de los muertos, los desaparecidos y los desplazados del narcosicariato, los desconocidos del coronavirus y los inundados de las aguas, estamos todavía expuestos por el resto del sexenio del Estado-Obrador, a conceder que el drama es de algunos y la tragedia es de algunos más en una transformación que polariza y confronta el odio con el amor, el cinismo con la perversidad, el estamos mal pero Vamos Bien.

La verdad y la justicia (de y en) la cultura política en lo que es el sistema político mexicano, el mismo de antes y el diferente de ahora, están hechas a la medida-desmedida en que la Fiscalía General de la República usa, la defensa propia, en el nombre y en el hombre del Estado-Obrador, y si Sinaloa no es Tabasco, Guanajuato, Chihuahua o Jalisco en los asuntos públicos y los problemas sociales es porque el Gobierno de la República Morena no es para todos los estados, esperando y haber-a ver cómo le va para el 2021, mientras los medios y la gente siguen, a favor o en contra, de la Cuarta Transformación, cuando El Químico no puede poner un policía para cada periodista, mientras él se acomoda y se protege con el amor en que López Obrador lo tiene en su corazón y en su mente.

A la hora de los protagonismos marismeños-mazatlecos, los políticos, los medios y la gente se aparecen y se desaparecen entre lo presente y lo ausente, lo esencial y lo inesencial, lo real y lo virtual, lo publipropagandístico y lo mediático, generándose, las tormentas de mierda, en las redes sociales, porque los medios impresos, radiofónicos, digitales y en línea ha devenido dejando que la realidad social sea ocupada por la realidad virtual digital porque, la sociedad como los medios, arrebatados por la inseguridad, el heroico ejército mexicano salva a un niño de ahogarse y la heroica marina pide un nombre para un perrosabueso, La Chontalpa tabasqueña, es inundada para no inundar a Villahermosa, lo mismo que le sucede a Mazatlán, pero sin pantanos y sí con canales y desagües.

Entonces, lo dicho ahora estaba escrito antes.

Ante el marasmo marismeño-mazatleco y la gran falsa noticia marismeña-mazatleca, el periodismo marismeño-mazatleco, se desaparece de lo real social y aparece en lo digital virtual, pasando de lo presencial a lo ausencial, aunque presentáneo e instantáneo en los revisteros de las tiendas Oxxo, puesto que se trata de lo esencial a lo inesencial, primero el consumo con los sellos negros, sabiéndose, ahora sí, qué es lo que uno se traga o se come con la bonita familia, Quédate en Casa, y después vete a la playa o al parque de las Ciudades Hermanas que para, El Químico, su gobierno mantiene al puerto y a la ciudad en el mejor mundo saludable de todos los mundos contagiados, enfermos y muertos sobre la faz y la paz funeral y sepulcral (de y en) la tierra, con el único e histórico destino de sol y playa, tanto en la gloria como en el infierno, habiendo lo musiquero y la cohetería con la cervecería y la güisquería sobre las olas altas.

En esto de la pandemia y la crisis económica, todavía falta la pandemia de los políticos en campaña, tan nocivos como los zancudos con el dengue de las aguas negras y las basuras, las plazas públicas y los acarreados, los panteones y los jardines, las fiestas con la banda: la gente que dizque está harta de los políticos y que algunos se han puesto en campaña a través de los medios estatales, con o sin tapabocas, hablan y hablan más mentiras que verdades de lo que han hecho y deshecho y lo que piensan hacer y deshacer si la gente vota por ellos, llegando a un clímax fingido en que el político, los medios y la gente se siente identificados con lo variopinto-indefinido en la publipropaganda que es, a la vez, la plataforma mediática, de un cultura política rediseñada al Puro Sinaloa y al pri(a)mor de los amantes que se ven a escondidas y hacen sus cochinadas con el embeleso seboso de la puerca con el puerco.

Lo mediáticamente cierto, en la cultura política, a lo Puro Sinaloa, cómo es posible que Quirino sea el gobernador mejor calificado de la RepMex y que el estado de Sinaloa sea regularmente descalificado, y que El Químico esté en el corazón y en la mente de López Obrador para que sea elegido para candidato de Morena al gobierno estatal, en lo que Alfonso Mejía López ha sido un presumido y atlético surfeador oportunista de olas altas con los Mexicanos Primero, a lo que se defiende con su portento atlético- político de hacer olas: "En los últimos días personas con mucho miedo a lo que representa mi figura en el gobierno del Gobernador Quirino Ordaz, han intentado manchar mi nombre con una campaña de golpeteo”.

Cuando los políticos, los medios y la gente –guardan la debida e insana distancia- nada, nadie y alguien estamos a salvo de nosotros mismos, no nada más por el contagio de la pandemia y la crisis económica, sino que hasta el Amor de López Obrador, desde el paisaje desastrado y el paisanaje inundado, en el país de las sombras espectrales, la seguridad y la sanidad de los muertos, los desaparecidos y los desplazados del narcosicariato, los desconocidos del coronavirus y los inundados de las aguas, estamos todavía expuestos por el resto del sexenio del Estado-Obrador, a conceder que el drama es de algunos y la tragedia es de algunos más en una transformación que polariza y confronta el odio con el amor, el cinismo con la perversidad, el estamos mal pero Vamos Bien.

La verdad y la justicia (de y en) la cultura política en lo que es el sistema político mexicano, el mismo de antes y el diferente de ahora, están hechas a la medida-desmedida en que la Fiscalía General de la República usa, la defensa propia, en el nombre y en el hombre del Estado-Obrador, y si Sinaloa no es Tabasco, Guanajuato, Chihuahua o Jalisco en los asuntos públicos y los problemas sociales es porque el Gobierno de la República Morena no es para todos los estados, esperando y haber-a ver cómo le va para el 2021, mientras los medios y la gente siguen, a favor o en contra, de la Cuarta Transformación, cuando El Químico no puede poner un policía para cada periodista, mientras él se acomoda y se protege con el amor en que López Obrador lo tiene en su corazón y en su mente.

A la hora de los protagonismos marismeños-mazatlecos, los políticos, los medios y la gente se aparecen y se desaparecen entre lo presente y lo ausente, lo esencial y lo inesencial, lo real y lo virtual, lo publipropagandístico y lo mediático, generándose, las tormentas de mierda, en las redes sociales, porque los medios impresos, radiofónicos, digitales y en línea ha devenido dejando que la realidad social sea ocupada por la realidad virtual digital porque, la sociedad como los medios, arrebatados por la inseguridad, el heroico ejército mexicano salva a un niño de ahogarse y la heroica marina pide un nombre para un perrosabueso, La Chontalpa tabasqueña, es inundada para no inundar a Villahermosa, lo mismo que le sucede a Mazatlán, pero sin pantanos y sí con canales y desagües.

Entonces, lo dicho ahora estaba escrito antes.

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