/ viernes 19 de febrero de 2021

La sobrerrepresentación de Morena

En 2018 tuvimos unas elecciones atípicas en la historia de la joven democracia mexicana. Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social, obtuvo 30 millones 110 mil 327 votos (el 53% del total). Morena, por sí sólo, alcanzó el 44% de los sufragios.

López Obrador tuvo una gran fuerza de “arrastre” sobre las demás campañas y candidaturas de su partido. La Coalición Juntos Haremos Historia triunfó en las elecciones para senadores en 24 de las 32 entidades federativas y en 212 de los 300 distritos de mayoría.

En el caso de los senadores, la Coalición Juntos Haremos Historia obtuvo 24 millones 746 578 votos (43%); es decir, 5 millones 363 mil 749 sufragios menos de los que alcanzó en la elección para presidente de la república. Por su parte, Morena como partido captó el 37% de la votación en la elección para senadores, lo que significa 7 puntos menos de que los que logró en elección de presidente.

La Coalición Juntos Haremos Historia conquistó 69 (53 %) de las 128 senadurías, lo que le otorgó la mayoría absoluta. Morena se quedó con 55 senadores (42%): 38 de mayoría, 4 de primera minoría y 13 de representación proporcional.

Al revisar estos datos, nos damos cuenta que la Coalición Juntos Haremos Historia tiene una sobrerrepresentación en la cámara de senadores, que distorsiona el sentido de la voluntad ciudadana expresada en las urnas. A pesar de que obtuvo el 43% de los votos en la elección del senado, esta Coalición cuenta con el 53% de los escaños de dicha cámara. Morena también está sobrerrepresentado, pues con el 37% de los sufragios en la elección para senadores, se quedó con el 42% de las curules.

La situación es más grave en el caso de la cámara de diputados. En este caso, la Coalición Juntos Haremos Historia obtuvo 24 millones 538 mil 267 votos (43%); esto es, 5 millones 575 mil 216 sufragios menos de los que alcanzó en la elección de presidente de la república. Por sí solo, Morena logró el 37% de la votación en la elección de la cámara de diputados, lo que representa 7 puntos menos de los que conquistó en la elección de presidente.

A la Coalición Juntos Haremos Historia le fueron asignados por el Instituto Nacional Electoral 308 diputados (61% del total de la cámara). Como partido, Morena quedó con 191 diputados (38%): 106 de mayoría y 85 de representación proporcional.

Sin embargo, diputados electos del PT, PES, PVEM y del PRI, “sorpresivamente” renunciaron a sus partidos y se incorporaron al Grupo Parlamentario de Morena, de tal manera que la bancada de este partido se integró con 247 diputados; es decir, 56 legisladores más de los que obtuvieron en las urnas.

En su afán de poder absoluto, Morena desplegó una burda estrategia de “cooptación” de legisladores de otros grupos parlamentarios. Actualmente, la bancada de este partido se conforma por 256 (51 %) diputados; esto es, 65 legisladores más de los que le otorgaron con su voto los ciudadanos.

Estas cifras, nos revelan que la Coalición Juntos Haremos Historia y Morena en lo particular, tienen una evidente sobrerrepresentación en la cámara de diputados. Al respecto, recordemos que el artículo 54 de la Constitución establece que ningún partido puede contar con un número de diputados, por los dos principios de mayoría y de representación proporcional, que represente un porcentaje total de la cámara que exceda en 8 puntos su porcentaje de votación nacional.

Tal precepto, se ha transgredido en la actual legislatura. Con el 43% de los votos, la Coalición Juntos Haremos Historia cuenta con el 61% de los diputados, lo que significa una sobrerrepresentación de 18 puntos, 10 más de los 8 validados en la Constitución.

Por su parte, Morena obtuvo el 37% de la votación en la elección de la cámara de diputados, pero concentra el 51% de los escaños. Estamos hablando de una sobrerrepresentación de 14 puntos, 6 más de los 8 que establece la Constitución.

La sobrerrepresentación de la Coalición Juntos Haremos Historia y de Morena, es producto del “transfuguismo” parlamentario y de triquiñuelas legales, que llevaron a construir una mayoría absoluta y calificada que no obtuvieron en las urnas. Se trata, de una grave distorsión de la voluntad ciudadana, que afecta nuestro sistema democrático.

En el 2018, los mexicanos no le dieron con su voto el poder absoluto a una Coalición y a un partido. Pero con la interpretación torcida de la ley y la “cooptación” de legisladores, Morena edificó mayorías artificiales y antidemocráticas en ambas cámaras del congreso de la unión, que le han servido para respaldar todas las aberraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lo lamentable es que ni los legisladores, ni la autoridad electoral, aprobaron normas para evitar que se repita un escenario como este, con mayorías infladas, anticonstitucionales y con ánimo destructivo, que en tan poco tiempo le han hecho un gran daño a nuestro país.

En 2018 tuvimos unas elecciones atípicas en la historia de la joven democracia mexicana. Andrés Manuel López Obrador, candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia integrada por Morena, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social, obtuvo 30 millones 110 mil 327 votos (el 53% del total). Morena, por sí sólo, alcanzó el 44% de los sufragios.

López Obrador tuvo una gran fuerza de “arrastre” sobre las demás campañas y candidaturas de su partido. La Coalición Juntos Haremos Historia triunfó en las elecciones para senadores en 24 de las 32 entidades federativas y en 212 de los 300 distritos de mayoría.

En el caso de los senadores, la Coalición Juntos Haremos Historia obtuvo 24 millones 746 578 votos (43%); es decir, 5 millones 363 mil 749 sufragios menos de los que alcanzó en la elección para presidente de la república. Por su parte, Morena como partido captó el 37% de la votación en la elección para senadores, lo que significa 7 puntos menos de que los que logró en elección de presidente.

La Coalición Juntos Haremos Historia conquistó 69 (53 %) de las 128 senadurías, lo que le otorgó la mayoría absoluta. Morena se quedó con 55 senadores (42%): 38 de mayoría, 4 de primera minoría y 13 de representación proporcional.

Al revisar estos datos, nos damos cuenta que la Coalición Juntos Haremos Historia tiene una sobrerrepresentación en la cámara de senadores, que distorsiona el sentido de la voluntad ciudadana expresada en las urnas. A pesar de que obtuvo el 43% de los votos en la elección del senado, esta Coalición cuenta con el 53% de los escaños de dicha cámara. Morena también está sobrerrepresentado, pues con el 37% de los sufragios en la elección para senadores, se quedó con el 42% de las curules.

La situación es más grave en el caso de la cámara de diputados. En este caso, la Coalición Juntos Haremos Historia obtuvo 24 millones 538 mil 267 votos (43%); esto es, 5 millones 575 mil 216 sufragios menos de los que alcanzó en la elección de presidente de la república. Por sí solo, Morena logró el 37% de la votación en la elección de la cámara de diputados, lo que representa 7 puntos menos de los que conquistó en la elección de presidente.

A la Coalición Juntos Haremos Historia le fueron asignados por el Instituto Nacional Electoral 308 diputados (61% del total de la cámara). Como partido, Morena quedó con 191 diputados (38%): 106 de mayoría y 85 de representación proporcional.

Sin embargo, diputados electos del PT, PES, PVEM y del PRI, “sorpresivamente” renunciaron a sus partidos y se incorporaron al Grupo Parlamentario de Morena, de tal manera que la bancada de este partido se integró con 247 diputados; es decir, 56 legisladores más de los que obtuvieron en las urnas.

En su afán de poder absoluto, Morena desplegó una burda estrategia de “cooptación” de legisladores de otros grupos parlamentarios. Actualmente, la bancada de este partido se conforma por 256 (51 %) diputados; esto es, 65 legisladores más de los que le otorgaron con su voto los ciudadanos.

Estas cifras, nos revelan que la Coalición Juntos Haremos Historia y Morena en lo particular, tienen una evidente sobrerrepresentación en la cámara de diputados. Al respecto, recordemos que el artículo 54 de la Constitución establece que ningún partido puede contar con un número de diputados, por los dos principios de mayoría y de representación proporcional, que represente un porcentaje total de la cámara que exceda en 8 puntos su porcentaje de votación nacional.

Tal precepto, se ha transgredido en la actual legislatura. Con el 43% de los votos, la Coalición Juntos Haremos Historia cuenta con el 61% de los diputados, lo que significa una sobrerrepresentación de 18 puntos, 10 más de los 8 validados en la Constitución.

Por su parte, Morena obtuvo el 37% de la votación en la elección de la cámara de diputados, pero concentra el 51% de los escaños. Estamos hablando de una sobrerrepresentación de 14 puntos, 6 más de los 8 que establece la Constitución.

La sobrerrepresentación de la Coalición Juntos Haremos Historia y de Morena, es producto del “transfuguismo” parlamentario y de triquiñuelas legales, que llevaron a construir una mayoría absoluta y calificada que no obtuvieron en las urnas. Se trata, de una grave distorsión de la voluntad ciudadana, que afecta nuestro sistema democrático.

En el 2018, los mexicanos no le dieron con su voto el poder absoluto a una Coalición y a un partido. Pero con la interpretación torcida de la ley y la “cooptación” de legisladores, Morena edificó mayorías artificiales y antidemocráticas en ambas cámaras del congreso de la unión, que le han servido para respaldar todas las aberraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lo lamentable es que ni los legisladores, ni la autoridad electoral, aprobaron normas para evitar que se repita un escenario como este, con mayorías infladas, anticonstitucionales y con ánimo destructivo, que en tan poco tiempo le han hecho un gran daño a nuestro país.