/ lunes 8 de enero de 2024

En jaque el agro sinaloense

A pesar del oscuro panorama que se contempla para la agricultura sinaloense, los gobiernos parecen pasmados ante la situación. Mientras que los productores ya están en alerta ante las condiciones climatológicas actuales, pues los cultivos pueden verse afectados por las bajas temperaturas, ni el estado ni la federación parecen tener un plan de contingencia ante lo que está por venir.

El periodo de estiaje está prácticamente a la vuelta de la esquina y los peores pronósticos apuntan para la temporada de lluvias este año. Anunciar que solo se cultivará el 50 por ciento de los campos sinaloenses sin ningún plan de respaldo para las tierras que no serán sembradas, solo incrementa el estado de alerta de los productores agrícolas.

Más allá de lo que digan los números (se cultivarán 670 mil hectáreas), nadie ha explicado qué significa esto en términos de rendimiento y cuáles son las posibilidades reales de que estos cultivos no serán afectados por las condiciones climáticas que se viven actualmente. Habrá que añadir en caso de que algo se logre, los precios de garantìa tan golpeados este sexenio.¿Qué significa todo esto para el sinaloense común? Los proveedores de la industria alimentaria en Sinaloa tendrán que buscar alternativas para cubrir la demanda, lo que puede derivar en cambios en los precios que sí o sí afectarán al consumidor final. Sin duda la sequía afectará a los agricultores, pero al final serán los propios ciudadanos quienes resentirán la crisis en el campo por los precios en los alimentos.

Pedir agua a otros estados no parece plausible, ya que la mayoría se encuentra en una situación similar o peor. Hay casos como los de Nuevo León en los que han tenido que racionar el agua e incluso suspender el servicio de agua potable para evitar que se desperdicie y la poca que hay sea destinada exclusivamente para el consumo humano.

Ese es otro aspecto en Sinaloa que parece no interesar al gobierno, pues se habla de la crisis pero el consumo humano parece irrelevante. ¿O es que acaso ya está garantizado y no han dicho nada sobre el tema?

Tiro de gracia a ganaderos en el sur

Aunque Sinaloa cuenta con una superficie de riego de 750 mil hectáreas y más de un millón en condiciones de temporal, lo que por muchos años ha colocado al estado en los primeros lugares a nivel nacional en la producción de granos y diferentes tipos de hortalizas, la última temporada de cosechas fue realmente difícil.

La sequía, los altos costos de operación y los pocos apoyos por parte del gobierno estatal mantienen a los productores con la “soga” en el cuello, situación que también se vive en la ganadería, donde la sequía hace que la actividad ya no sea rentable.

Los productores ya no saben qué hacer, estas actividades deben ser protegidas y prioritarias para los gobiernos, porque producen el alimento de México, sin embargo en los últimos años los han dejado solos, pues no hay políticas públicas que los amparen ni interés por parte de los funcionarios que han estado al frente de las asociaciones ganaderas y agricultoras.

Con toda la problemática de 2023, el panorama para los sectores primarios en Mazatlán y municipios del sur para este año no es bueno, no les favorece, pero tienen que seguir en la labor porque no saben hacer otra cosa que tirar la semillita y lazar la vaca. Si el gobierno no mete las manos pronto, si no se apoya en verdad al campo de Sinaloa, poco a poco comenzarán a dejar la actividad y en unos 10 a 15 años se podría dejar de producir alimentos en el estado.

La tierra de Sinaloa es fértil, bondadosa para trabajarla, pero también se tienen que tener apoyos para que los agricultores y ganaderos puedan realizar su labor y puedan salir adelante cuando las cosas se ponen difíciles. Si no hay interés gubernamental, difícilmente saldrán adelante.

A pesar del oscuro panorama que se contempla para la agricultura sinaloense, los gobiernos parecen pasmados ante la situación. Mientras que los productores ya están en alerta ante las condiciones climatológicas actuales, pues los cultivos pueden verse afectados por las bajas temperaturas, ni el estado ni la federación parecen tener un plan de contingencia ante lo que está por venir.

El periodo de estiaje está prácticamente a la vuelta de la esquina y los peores pronósticos apuntan para la temporada de lluvias este año. Anunciar que solo se cultivará el 50 por ciento de los campos sinaloenses sin ningún plan de respaldo para las tierras que no serán sembradas, solo incrementa el estado de alerta de los productores agrícolas.

Más allá de lo que digan los números (se cultivarán 670 mil hectáreas), nadie ha explicado qué significa esto en términos de rendimiento y cuáles son las posibilidades reales de que estos cultivos no serán afectados por las condiciones climáticas que se viven actualmente. Habrá que añadir en caso de que algo se logre, los precios de garantìa tan golpeados este sexenio.¿Qué significa todo esto para el sinaloense común? Los proveedores de la industria alimentaria en Sinaloa tendrán que buscar alternativas para cubrir la demanda, lo que puede derivar en cambios en los precios que sí o sí afectarán al consumidor final. Sin duda la sequía afectará a los agricultores, pero al final serán los propios ciudadanos quienes resentirán la crisis en el campo por los precios en los alimentos.

Pedir agua a otros estados no parece plausible, ya que la mayoría se encuentra en una situación similar o peor. Hay casos como los de Nuevo León en los que han tenido que racionar el agua e incluso suspender el servicio de agua potable para evitar que se desperdicie y la poca que hay sea destinada exclusivamente para el consumo humano.

Ese es otro aspecto en Sinaloa que parece no interesar al gobierno, pues se habla de la crisis pero el consumo humano parece irrelevante. ¿O es que acaso ya está garantizado y no han dicho nada sobre el tema?

Tiro de gracia a ganaderos en el sur

Aunque Sinaloa cuenta con una superficie de riego de 750 mil hectáreas y más de un millón en condiciones de temporal, lo que por muchos años ha colocado al estado en los primeros lugares a nivel nacional en la producción de granos y diferentes tipos de hortalizas, la última temporada de cosechas fue realmente difícil.

La sequía, los altos costos de operación y los pocos apoyos por parte del gobierno estatal mantienen a los productores con la “soga” en el cuello, situación que también se vive en la ganadería, donde la sequía hace que la actividad ya no sea rentable.

Los productores ya no saben qué hacer, estas actividades deben ser protegidas y prioritarias para los gobiernos, porque producen el alimento de México, sin embargo en los últimos años los han dejado solos, pues no hay políticas públicas que los amparen ni interés por parte de los funcionarios que han estado al frente de las asociaciones ganaderas y agricultoras.

Con toda la problemática de 2023, el panorama para los sectores primarios en Mazatlán y municipios del sur para este año no es bueno, no les favorece, pero tienen que seguir en la labor porque no saben hacer otra cosa que tirar la semillita y lazar la vaca. Si el gobierno no mete las manos pronto, si no se apoya en verdad al campo de Sinaloa, poco a poco comenzarán a dejar la actividad y en unos 10 a 15 años se podría dejar de producir alimentos en el estado.

La tierra de Sinaloa es fértil, bondadosa para trabajarla, pero también se tienen que tener apoyos para que los agricultores y ganaderos puedan realizar su labor y puedan salir adelante cuando las cosas se ponen difíciles. Si no hay interés gubernamental, difícilmente saldrán adelante.